MARATÓN 2/3
Punto de vista de Annabeth.
Niall condujo por todo Madrid, hasta llegar al bosque. Mire el reloj del coche y marcaban las una y media de la mañana. No podré levantar, hoy. Suspire.
Niall, no apartaba la vista de la carretera, parecía perdido en su mente. No decía palabra. Algo,que agradecí. No tenía ganas de hablar con él. Que se supone que me va a contar?
Niall aparco delante del lago. A unos metros. Bajamos del coche y caminos hacia el lago. Todo estaba en silencio. Y casi no había luz. Salvo por algunas casa que tenían la luz encendida, y varias linternas solares que estarían colocadas por la urbanización. En otro momento hubiera pensado que esto, sería un paisaje romántico. Pero ahora, sólo quiero volver a casa. Estoy algo molesta con Niall. Y su animo no ayudaba.
- Hace unos 6 años conocí a una chica.- Empezó Niall a narrar.- Yo tenía casi los 17. La conocí en una fiesta. En realidad, me la presentaron. Perrie, me presentó a su hermana, Melanie Edwards.- Le mire y una triste sonrisa salió de sus labios.- Era una chica increíble. Era abierta y muy simpática. Cualquiera a su lado sonreía. Nos dimos los teléfonos y nos hicimos grandes amigos.- Lamio sus labios.- Durante dos años, fuimos grandes amigos, hasta que Perrie me dijo lo que me pasaba.- Fruncí el ceño.- Me enamoré de ella.- Le mire sorprendida.- Aquí, le pedí que fuera mi novia.- Sonrió.
- Aceptó?
- Si. No dudo ni un segundo.- Sonrió triste.
- Y que pasó?
- Al medio año compre una casa, para los dos. Ella feliz, aceptó. Todo iba genial.- Dejo de hablar. Disimuladamente, se limpió una lagrima de su mejilla. Era la primera vez que veía a Niall llorar.- Se quedó embarazada.- Mis ojos se abrieron.- A los ocho meses y medio nació una preciosa niña, de ojos azules y pelo rubio, Lucy.- Ahora todo encajaba, el álbum con el nombre de Lucy y el cuarto de bebé.- Como entenderás era la niña de mis ojos, mi princesita a la que ningún niño se la podía acercar.- Me sonrió tristemente. Yo le sonreí de vuelta.- Fueron, los tres años mejores de mi vida. Nunca había sido tan feliz. Me prometí a mi mismo no cometer los errores de mis padres.- No me había dado cuenta que lloraba hasta que note una lagrima salada en mis labios.- Pero, todo eso se fue. Un día normal de trabajo, volví a casa y...- Paso las manos por su rostro.- La puerta principal estaba abierta, forzada. Llamé desesperado a Melanie y a Lucy. Pero no recibí respuesta. Subí las escaleras y había silencio. Encontré la puerta del cuarto de Lucy abierta.- Dio un gran suspiro.- Yo, no podía creer lo que vieron mis ojos.- Me miro a mis ojos, los suyos estaban llorosos y rojos.- Me las encontré muertas.- Llevé las manos a mi boca y lloré. Quien sería capaz de matar a una madre con su bebé?.- Me quedé en estado de shock, no sabía que hacer. Si liarme a golpes, si abrazarlas, si llamar a mi padre.... No lo sabía. Elegí dormir al lado de ellas por última vez.- Limpió su rostro y se acercó a mi.- Dime, Beth. Quien tendría tanta sangre fría de matar a dos personas que no se podían defender?.
- No lo se.- Dije en un susurro.
- Luke.- Mis ojos se abrieron, estaba segura que mis ojos se saldrían en cualquier momento.- Por eso, sentí tanto miedo cuando te raptó, por eso tengo miedo de que te pase algo, de que alguien se te acerque. No podría vivir con eso, de nuevo. Apareciste en mi vida, me salvaste y mataría por tenerte a salvo.- Jugó con sus dedos. Nervioso, esperó mi reacción. Por eso Niall era así, le quitaron lo que más quería, le robaron su sonrisa. Por eso, Perrie me dijo que no lo había visto sonreír desde hace tiempo.
Lo que hizo, ese hijo de puta, no tiene perdón.
Mi única reacción fue abrazarlo. Lloré en su hombro y le pedí perdón. Le pedí perdón muchas veces, y le dije que lo amaba otras miles de veces más. Nadie merecía ese dolor, y él, por muchos errores que cometió, tampoco.
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ADN. (Niall Horan)
Storie d'amore- Beth, yo... - No...- Sus ojos me mostraban miedo. - Beth.- Di un paso hacia ella pero se alejó. - No te acerques...- De sus preciosos ojos marrones empezaron a caer lagrimas. - Beth, yo no quería... - ¡He dicho que no te acerques!.- Ella se alejo...