Capítulo XVI

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Julieta veía que cada vez Aloys y Minerva compartían más tiempo juntos. Sorprendida, pero al mismo tiempo sintiendo que por fin su hijo empezaba a relacionarse con alguien de su edad, Julieta, pensó que si empezaba a surgir una amistad entre ambos, debía de permitir que aquellas emociones fuesen cada vez más fuertes. Así que como la amistad no siempre llega cuando queremos, ni tampoco se desarrolla como imaginamos, Julieta decidió poner un poco de su parte para que Minerva y Aloys pudiesen empezar a conocerse más. 

Minerva era una buena chica, pensaba Julieta cada vez que veía que llegaba a su casa. Siempre con su libreta, y aquellas ganas increíbles de aprender un poco más del mundo que le rodeaba. Esperaba que aquella sed insaciable de conocer los porqués del mundo, nunca falleciera en Minerva. 

Julieta admiraba el carácter de Minerva. Conocía poco a la chica, más que por algunas conversaciones que con anterioridad habían mantenido. Pero sí que sabía que Minerva era una chica fuerte, decidida y con importantes convicciones; una vez tenía algo en su cabeza, debía hacerlo realidad. No parecía ser una chica que se preocupase por temas superficiales propios de su edad, aunque, el hecho de haber perdido a sus padres, Julieta suponía que había influido en la percepción que Minerva se había forjado de la vida. 

—Aloys, veo que últimamente te llevas mejor con Minerva...—le dijo un día Julieta. Hacía apenas unos minutos que Minerva había abandonado la casa, pues la lección había llegado a su fin. Aloys le prestó atención unos segundos, después, devolvió su mirada hacia los apuntes que estaba pasando a limpio, porque apenas lograba entender su propia letra, y Minerva, le había hecho ver sus errores, y por ende, ayudarle a repararlos, y no solamente en lo que respecta en los estudios. —Así pues, había pensado que no sería una mala idea que la invitaras a venir a casa algún día, ¿qué te parece, hijo?, ¿no te gustaría poder hablar más rato con ella? Parece—dijo y se corrigió—es una buena chica, estudiosa, que cumple con su palabra de esforzarse. Es bueno, que los prejuicios que tenemos, con el paso del tiempo vayan perdiéndose. Tu padre te ha hablado mucho de las diferencias entre las clases sociales, pero sabes que yo no soy de su opinión, Aloys, yo no creo que las personas seamos diferentes. Es cierto que somos una de las familias más ricas de Francia, pero yo no creo que esto nos haga diferentes a los demás. Porque lo que a fin de cuentas importa, cuando estamos a las puertas de la muerte, son nuestros corazones, no nuestras fortunas. Aloys, piénsalo siempre. Sé que Wilky comparte opiniones muy divididas de las clases sociales, que para él los ricos son seres humanos y los pobres... simplemente deben de ser objetos de uso personal, pero yo no estoy de acuerdo con estas premisas, pienso que son falacias, pues él se ha llegado a creer sus propias mentiras. Respóndeme a esta pregunta: ¿Minerva es diferente a ti?—Aloys lo pensó durante unos momentos, ella vivía en otra casa, muy diferente a la suya, tenía una forma de pensar, también contraria a la suya, no lucía los vestidos más caros del mundo, pero no importaba de qué tela los llevara, era el porte con el que los lucía, con el cual lograba parecer de una gran elegancia. En otros términos, podría ir vestida con un saco de patatas, pero Minerva era única, su esencia era elegante, propia de una princesa, aunque vivía siendo una campesina, y a través de conocerle, aquellas diferencias que creía Aloys que existían, se dio cuenta de que dejaron de importar. 

—No, mamá, no lo es. Ella también tiene sentimientos, y partiendo de esto, todos somos iguales. 

Julieta sonrió al escuchar las palabras reflexivas de Aloys, y precisó:—Tiene unos sentimientos puros, y me alegra saber que os estáis haciendo amigos. Así que, ¿te parecería bien que estuviese con nosotros algún día? 

Aloys estuvo de acuerdo, así que pensó que al día siguiente, intentaría vencer la cobardía y hacerle la propuesta. Entonces, recordando las palabras de su madre, no pudo evitar preguntarle: —Mamá, si tanto discrepas de la forma de ser de papá—dijo mientras que recordaba todas aquellas veces en la que su madre se había sentido desprestigiada por su padre e infravalorada por el simple hecho de ser mujer—tienes un gran corazón, ¿por qué has compartido tu vida con una persona que en ocasiones te ha hecho sentir una esclava? 

Minerva [#GanadoraGOBA17]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora