Una Nueva Vida. [El Rubius y Tú]. ♥

23. ¿Por qué a ella?

-¿De que habláis?- pregunté saliendo de mi escondite.

Rubén se dió la vuelta y sus ojos se abrieron con sorpresa. Emily lo imitó y enseguida comenzó a sacudir la cabeza.

-D-de nada.- dijo rápidamente.

Caminé hasta ellos y cogí a Emily del brazo.

-No me mientas. Sé que estáis ocultandome algo importante. ¿Que és?- concentré toda mi mirada en sus ojos, buscando la verdad en ellos.

-_____ déjalo ya, no es nada...

-¡DEJAD DE MENTIRME! ¡ESTOY HARTA DE QUE TODO EL MUNDO LO HAGA CONMIGO!- grité ya frustrada. Me giré a Rubén y éste bajó la mirada.

Siempre lo hacía cuando algo estaba mal.

-Rubén, súeltalo todo.- le obligué a mirarme a los ojos, pero seguía con la cabeza gacha.

-Déjalo, no lo metas en esto.- me dijo Emily desde atrás.

Me volví a girar a ella, y la miré con enfado. ¿Por que me mentían? ¿Que me estaban ocultando ambos? Nunca pensé que fueran a desconfiar de mi de aquella manera, y la verdad no entendía por que tenían que llegar a este punto.

-Bueno, veo que es grave, ¿no Emily? Eso dijísteis hace unos minutos atrás.

-¿Escuchastes a escondidas?- el rostro de mi hermana cambió a uno de enfado y desepción. Por dios, eso dolía. Odiaba desepcionar a mi hermana de aquella manera. Pero, ¿que más podía hacer? Por algo las cosas pasan, no todo es casualidad. Por algo el destino quiso que me encontrara detrás de aquella pared y que escuchara aquella conversación. O... ¿solo fué coincidencia y no tuve que haber escuchado nada?. Fuese lo fuese, ya la había cagado de algúna manera.

-¡Fue inevitable!- me defendí- Emily.. dimelo. Dime que es lo que está pasando. ¿Que es lo que tenéis que contarme?

Ella suspiró y cerró los ojos, luego los abrió y me miró con una mirada llena de miedo.

-Sentaros.- ordenó.

Rubén se sentó en el sofá de madera que había alli, y mi hermana se sentó a su lado. Yo me senté en el barandal, con  cuidado, lista para escuchar.

-Quiero que sepas, que no tuvistes que haberte enterado de esto precisamente hoy.- me dijo.

-¿Y por qué Rubén, el cuál conocéis hace unas semanas, si lo puede saber ántes que yo?- pregunté muy intrigada.

-Es una historia algo larga- me contestó Rubén.

-Tengo toda la noche.- le contesté yo.

Emily me miró nerviosa, y comenzó a hablar.

-Es que... la otra vez fui a buscarte a tu casa. Y como no estabas pues... pensé que tal vez estabas en su casa.- señaló a Rubén con la cabeza.- Asi que piqué su puerta, y tampoco estabas.

-Pero cuando se estaba por ir...- prosiguió Rubén.- se desmayó en mi puerta.

Abrí  los ojos como platos y mi miedo creció más y más.

-Pensé que tal vez no había comido, o estaba enferma, o algo así.- continuó contando Rubius.- pero me equivoqué. Cuándo la acompañé hasta el hospital, y si, tuviemos que ir hasta allí por que se sentía mareada, ella me contó la verdad. Me contó por que habia pasado aquello, también me contó por que estaba aquí.

Miré asustada a mi hermana que tenía la mirada clavada en sus zapatos.

-¿Q-que tienes, Emily?- le pregunté con muchísimo miedo.