Una Nueva Vida. [El Rubius y Tú]. ♥

41. Sé fuerte, es lo único que te diré.

[AVISO: LEER LA DESCRIPCIÓN AL FINAL DEL CAP :D].

-Estás rara.- comentó Rubén en voz alta.

-De verdad, no quiero discutir sobre esto.- dije yo evitando el tema a toda costa.- De verdad no quieres.

-Es que no lo entiendo, ¿que es lo  que te está molestando desde hace días? Estoy hasta la polla de preguntártelo, ____.

Evité mirarle a los ojos e intenté inventarme alguna excusa, como siempre hacía. Me giré y y lo miré, pero ni pude abrir la boca.

-No me creeré más tus excusas, lo siento. Asi que ni te molestes en hablar, si es lo que harás.

Vale, estaba acabada. No me quedaba otra cosa que hablar.

-Es que no puedo hacerlo...- solté.

-¿Por qué? Somos pareja, se supone que confías en mí. Y si alguien te está molestando, seré yo el que se encargue de que no vuelva a hablar del golpe que le voy a meter...

-Rubén - lo detuve- basta. Nadie me está molestando.

La imágen de Rubén tratando de golpear a otro chico más fuerte que él se me vino a la cabeza y me ayudó a tranquilzarme un poco y reirme de él mentalmente. El se quedó meditando por unos segundos, y luego volvió a dirigirme la palabra.

-Dímelo.

-¿Puedo hacerlo esta noche, por favor?.- le supliqué, sin saber que decir.

-No, es ahora o nunca.

-Eligo el "nunca", gracias.- suspiré y me soplé algunos cabellos que tenía sueltos en el rostro, rendida. Si no hablaba, me tendría que ir de un día para el otro y dejarlo con  la intriga y el dolor, pero si lo hacía, estaba segura de que se iba a cabrear mucho.

O... Tal vez, él podría entenderlo, o bueno esa fué la idea que estuvo en mi cabeza durante todo el día. Es decir, el me ama ¿verdad? Él podría comprenderlo. Es mi trabajo, lo que amo hacer. Y no podía dejarlo todo por él... aunque fuera capaz de hacerlo, sabía que no era lo correcto.

Me adelanté hacia él y lo miré profundamente a los ojos. Aquellos ojos que tanto amaba observar por el día y por la noche. Como extrañaré hacerlo.

-Rubén, me duele decirte esto. En serio...- respiré hondo, las lágrimas no tardaban en llegar a mis ojos. El nudo en mi garganta se empezaba a formar y la tención me estaba matando.- He elegido hacer el Tour Mundial.- lo solté todo.

Al principio, lo noté indiferente, como que no le importó. Pero segundos después, comenzó a reaccionar. Sus ojos se volvieron rojos, su mandíbula se tensó y sus ojos se volvieron oscuros. Ya no estaban esos ojos que tanto amaba observar, ahora los reemplazaban unos oscuros y sin significado alguno.

Sus labios se movieron, por fin diciendo algo.

-¿Cuándo?.- preguntó. La pregunta me agarró desprevenida, y a los segundos reaccioné al respecto.

-La semana que viene.- contesté. No podía despegar mis ojos de su rostro, tenía miedo de como iba a reaccionar a continuación.

Mis pies estaban clavados en el suelo, y no podía moverme. Tragué saliba con dificultad a consecuencia del nudo en mi garganta.

-Genial.- su voz sonaba dolida. Respiró fuerte y evitó mi miarada.- Pues vete.

-¿No dirás nada más? ¿n-no te molesta?.- dije con mis manos temblorosas cogiendo a tientas mi móvil.- Y-yo puedo llamar y decirle que no, si eso e...