Una Nueva Vida. [El Rubius y Tú]. ♥

35. There's a ghost in house _____.

Rubén P.OV.

La ví irse corriendo por el pasillo, y luego bajando rápidamente las escaleras. No iba a a ir a buscarla. No aquella vez. Ya estaba cansado de que no me escuchara. Ántes de ésta pelea, ya habíamos peleado, pero no de ésta tan terrible manera y siempre era yo él que terminaba lléndola a buscar.

Además, ni siquiera me dejó explicarle que Mónica era la chica con la que Mangel salía, y que se habían quedado en casa por que a noche habíamos salido los cuatro (ella, Mangel, Alexby y yo) a tomar, y como ambos se pasaron, en vez de hacer un largo camino hasta casa de Mangel y arriesgarse a perder las llaves (ya había pasado ántes), decidí traerlos a los dos a casa hasta que despertaran bien y para que se vayan sin problemas.

Aquella mañana se la iba a presentar a _____, sabía que ella estaría muy feliz por Mahe. ¡Pero no me dejó explicarle nada!

Entré muy enfadado a mi casa y cerré la puerta a mis espaldas con un portazo.

-¿Que ah pasao' Rubiuh?- preguntó Mangel desde la cocina.

En su mano tenía una tostada, no me parecía raro.

-¿Que va a pasar?- miré a mi costado, dónde estaba Mónica ya vestida. La miré muy enojado y fuí hasta dónde estaba Mangel, robándole la tostada a medio morder y comiéndomela de un solo bocado.

-¡Eso erah mío!- se quejó él.

-Era.

-¿Rubius?- me llamó Mónica desde el costado, algo tímida.- ¿Se ha enojado?.

Yo la miré como diciendo <no, solo se fué por que se emocionó al verte, tonta>.

-Eh, está bien, no me tienes que mirar así... ¿le has explicado que salgo con Mangel, cierto?.

-No, por que ni siquiera me dió la jodida oportunidad de hacerlo.

Mónica y Mangel habían salido años atrás, pero terminaron por que ella se tuvo que ir de viaje por unos años, por motivos de estudios. Pero este año se volvieron a encontrar, y luego de hablar semanas y semanas por mensajes y de salir juntos, se dieron cuenta de que seguían enamorados aún y decidieron volver a intentarlo. Lo sé, una historia mucho mejor que la de Crespúsculo.

-Uh, lo siento. ¿Hay algo que pueda hacer por vosotros?.- preguntó ella con cara de sentirse culpable.

-No te preocupes, ya está.

-De acuerdo...- miró a Mangel, algo desilucionada.

Mónica era de esas personas chistosas, se la pasaba haciendo bromas, si era posible, las veinticuatro horas del día. Cuándo la cagaba, tenía que hacer algo sí o sí por que si no se sentía mal por semanas, pero en ese mismo momento no había nada que hacer al respecto.

Estas peleas con _____ ya se me hicieron costumbre. Claro, con la diferencia de que era yo el idiota que siempre iba a buscarla, pero aquella vez no sería así. Ya estaba cansado de todo.

-Yo creoh que deberíah ir a buscarlah...- sugirió Mangel, mientras untaba mantequilla a otra tostada.

-No, no lo haré. Mangel, tío, ¡estoy cansado de ser siempre yo el que va a buscarla a ella!.

Mangel y Mónica intercambiaron miradas. Sentí a Mónica suspirar a mi lado.

-Oye, de verdad lo siento, sé que fué mi culpa.- se disculpó ella.

-No es así, era obvio que algo así pasaría.- me encogí de hombros.

-Y, ¿no vas a arreglarlo? Vamos, sois muy lindos juntos. No podéis arruinar una relación por mi culpa...