Una Nueva Vida. [El Rubius y Tú]. ♥

30. De mal en peor.

-No serías capaz.- susurró ella desde la otra punta de la habitación.

Yo alcé una ceja y miré hacia Mangel, que me miraba con cara de "no entiendo nada".

-Sabes que si, Avril. Ahora, piensa un poco. ¿No crees que Mangel merece saberlo?- dije yo.

Ella me miró otra vez con su cara de asesina y se acercó hasta mí.

-No. No quiero que tú ni nadie arruine esto.- me dijo al oido para que Rubén y Mangel apenas puedan escuchar.

Yo me separé inmediatamente, la cogí del brazo y la arrastré hasta mi habitación, más cabreada de lo que estaba ántes.

Al cerrar la puerta detrás de nosotras, me giré y fuí directamente hasta ella.

-Avril, estoy harta de fingir que todo está bien. Lo que hicistes estuvo mal, y quiero que Mangel lo sepa.

-¿Por qué, maldita sea? ¿Por que quieres que el lo sepa?

-¡Por que él tiene derecho a saberlo, por que sois pareja y ambos tenéis que saberlo todo uno del otro! Se supone que no tienen que haber secretos.

Ella se sentó en mi cama y apoyó su cabeza en la pared.

-No lo haré. No quiero que tú ni nadie se interponga en mi relación.

Yo suspiré, manteniendo la calma.

-Se lo dirás o yo lo haré.

-¡Esta bien, si! Lo diré, ¿de acuerdo? Pero dame tiempo, yo...

-No. Avril, ya pasaron dos meses. ¿Cuánto más piensas esperar?- dije con los puños cerrados.

Bajó la cabeza y ví una lágrima correr por su mejilla.

-Lo peor de todo esto, es que sucedió más de una vez.- dijo rápidamente.

Sentí cómo la adrenalina y las ganas de golpear a alguien subían y subían cada vez más.

-¿Qué?- dije sin dar crédito a lo que acababa de escuchar. Bajé mis manos hasta mis caderas y me puse en pose de jarra. ¿Que iba a hacer ahora? Me sentía como la mierda, me sentía la persona más engañada del mundo.

-L-lo siento.

-No, NO LO SIENTES.- Comencé a gritar. No podía controlar mis impulsos.- ERES UNA... UNA IMBÉCIL. ¿COMO PUDISTES TRAICIONARME DE ESTA MANERA?.- dije mientras salía de mi habitación.

Vi a Rubén, Alexby y Mangel sentados en el sofá, con caras de confusión.

-Alex acaba de llegar...- apenas susurró Rubén desde el sofá.

Alex me saludó con un gesto y yo se lo devolví. Vi cómo Avril salía de mi habitación y comenzaba a largar unas débiles lágrimas.

-POR DIOS, ¿PUEDES ESCUCHARME?- dijo al llegar hasta dónde yo estaba.

-Alguien que me diga, por favor, ¿que sucede?- preguntó Rubén.

-NO. NO LO HARÉ. NO LO PUEDO CREER, ERES UNA MALDITA TRIDORA.- grité con la cara roja.- ¿MÁS DE UNA VEZ? ¿LO HICISTES CUÁNDO YO ESTABA ENAMORADA DE ÉL TAMBIÉN?

Avril bajó la cabeza y no contestó. Cómo siempre hacia cuando estaba desesperada, comenzó a mover sus pies de manera extraña.

Yo negué con la cabeza y me cruzé de brazos, indignada.

-No lo puedo creer.... tú. "Mi mejor amiga".- dije haciendo comillas con los dedos.- Apuesto a que estabas conmigo sólo por la maldita fama. Cómo hace todo el mundo...