13. Adriana.

6.4K 226 30
                                    

-Ooh, vamos. ¡No fue para tanto Rubén!- dije mientras lo alcanzaba.

El me miró con la rabia aún en sus ojos.

 -¡¿QUE NO FUE PARA TANTO?!- me gritó el, algo borracho.

 Lo habia estado persiguiendo, corriendo prácticamente (ya que el tenia las piernas largas y caminaba mas rápido) durante media hora. Estaba muy cabreado por la broma que le habia hecho... ¡cuando fue el, el que comenzó todo esto, déjandome alli afuera!. Miré el cielo: calculé que en tres horas amanecería.

 -Rubén, mírame.- le ordené. Pero el se negó. -Rubén, por favor. Acéptalo, solo fue una tonta broma y ya. No hace falta dramatizar tanto.

 El se dió la vuelta y me miró, fijamente. Se quedó así por al menos 5 segundos.

 -Me has asustado, coño. Mi broma no fue tan grave como la tuya.

 -Para mi si.

 -Pues no fue así.

 Y continuó caminando, con paso acelerado.

 -¿Al menos sabes a donde vas?- le pregunté.

 -A algún lugar donde tú no puedas seguirme.

 Bufé. Esta situación ya me estaba tocando los cojones... en cualquier momento lo golpearia.

 -¿Que demonios tengo que hacer para que me perdones?- esto está mal. ¡Yo no tendría que estar disculpándome, si no él, por hacer las cosas tan complicadas entre nosotros!

 Se detuvo y se giró, para encontrar nuestras miradas. Seguido a ello, sentí un toque eléctrico; era algo extraño, jamás habia sentido algo asi por tan solo mirar a alguien a los ojos. ¿Que mierda estaba pasando aqui? No entendía nada, hasta que me di cuenta de que ese toque eléctrico no solo lo habia causado su mirada posada en la mia, si no que el había cogido mi brazo, como un gesto amistoso.

 Ahora mi pregunta era, ¿por que me pasaba esto? ¿Por que el causaba ese efecto en mi? No queria enrrollarme en ello, asi que segui estableciendo conversación.

 -Rubén, yo solo...

 Posó un dedo en mis labios, haciedome callar. Abrí los ojos como platos, impactada por su nuevo gesto.

 -Todo está bien, Rubí.- me dijo, comenzando a caminar.

 ¿Que?

 -¿A caso eres bipolar o qué? ¿Y por qué me llamas Rubí ahora? - pregunté confusa. No lo entendía. Hacia un rato estaba cabreadísimo por mi intento de broma-venganza y ahora me decía que todo estaba bien. ¿Quien le entiende?.

 -Los famosos son como joyas, ¿no?- dijo aún algo borracho. ¿Que tenia que ver una joya conmigo? Dios, ¿en que rollo me habia metido al tomar con el? Sacudí la cabeza y esbozé una sonrisa.- Asi que ahora, te llamaré asi. Rubí. Eres rubia, pero a la vez una joya. Un Rubí.

 Reí con fuerza mientras Rubén me miraba sin entender.

 -Deja de deci la palabra Rubí. Ya estoy comenzando a odiar esa palabra. -dije aún riendo.- Venga, vámonos a casa, tonto.

 El se detuvo y me quedó mirando, con cara de violador de bosque.

 -Oh, Oh, OH. ¿A caso escuché lo que acabo de escuchar?- dijo mirandome de una forma extraña y graciosa a la vez- ¿Me estás invitando a CASA, a pasar la noche?- alzó sus cejas.

 Lo miré con el ceño fruncido, al borde de la risa. Se veía tan idiota borracho. Aunque cuando no lo estaba, actuaba igual, asi que imaginaros lo que es borracho.

Una Nueva Vida. [El Rubius y Tú]. ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora