Empecé a contarle sobre el pueblo, los mercados y las gentes, el teatro de marionetas y la historia que aquel señor contaba a los niños. Hasta que llegué a la parte que menos me gustaba del sueño. Se me hizo un nudo en la garganta, no quería ni volver a pensarlo, no quería volver a ver aquella imagen en la que sus cuerpos inertes y llenos de sangre se desploman al suelo cuando él los suelta. Vacíos, inmóviles, fríos...
No quería, me negaba, pero allí estaba Óscar, esperando a que siguiera con la historia que de momento, no le parecía nada preocupante.- ¿Y bien? ¿Ahí se acabó el sueño que tan preocupada te tenía?- Yo negué.- Bueno, pues prosigue.
-...Lo que viene a continuación es lo que menos me gusta...- murmuré lo suficientemente alto para que me oyera. Me cogió de la mano transmitiendome tranquilidad y seguridad
-Yo estoy aquí.- Suspiré y desvíe mi mirada.
- Cuando aquel hombre que explicaba aquella historia terminó, habló alguien detrás nuestra y... ese alguien... los había matado a todos...-Se me empezaron a escapar algunas lágrimas.- Os había matado a ti y a Guillermo... estabais muertos...-Sollocé mientras me tapaba la cara con mis manos.
Sentí como unos brazos me rodeaban y me abrazaban. Dirigió mi cabeza a su pecho y apoyó su mentón encima mia. Suavemente besó mi cabeza. Cuando pude tranquilizarme proseguí.
-Me dijo que lo buscara.-Solté de repente. Parece que a Óscar le costó un poco procesar esa información, se separó de mi lentamente cogiendome de los hombros y mirándome muy desconcertado.
-¿Estás pensando en buscarlo?-Dijo sorprendido. Me quedé callada, la verdad no me lo había planteado hasta que me lo dijo. ¿Debería ir?- Lilianna, es un sueño ¿de verdad vas a hacer caso a un sueño?
- Pero mira- Le mostré el libro- La historia es verdad, Óscar. Puede que ese monstruo o hombre me haya pedido que lo busque porque esta en peligro o porque solo yo puedo hacer algo al respecto.
- ¿Pero Qué estás diciendo? ¿Algo respecto a qué?
- No lo sé, por eso tengo que averiguarlo.
- Lilianna, ¿te estás escuchado?
- Óscar, entiéndeme, no estoy diciendo de escaparme, solo quiero saber quién es y por qué yo. ¿Por qué me pidió que lo buscara?
- Lilianna, por favor, escúchame.
-¿Por qué no viene él a por mi?
- Lilianna.
-¿Tiene algún problema en el qué, por alguna razón, sea yo la única que pueda solucionarlo?
- ¡Lilianna! ¡Escuchame de una maldita vez!-Gritó tan fuerte que me asusté y pegué un bote alejandome un poco de él. Cambió su expresión y se relajó. - Lo siento por gritarte.
- No pasa nada...-Dije un poco asustada y desconcertada. Él extendió sus brazos y yo me acerqué, me estrechó entre sus brazos y acercó sus labios a mi oreja.
- No digo que no te creo, pero estas diciendo cosas... planteandote situaciones de las que posiblemente salgas herida, porque sé que aunque me digas que no vas a irte, te irás y me dejarás aquí con un dolor enorme en el pecho, preocupandome por ti.
- No pretendo eso...- Contradije.
- Sé que en algún momento, lo harás.- Se separó de mi sosteniendo aún mis hombros. Me miraba con seriedad intentando ocultar su preocupación. Yo cogí su mano derecha y me la acerqué a mi mejilla.
- No te puedo prometer que no me iré, pero si puedo prometerte que si me voy, vendrás conmigo.
Empezaron a tocar la puerta freneticamente, fuimos hacía la puerta, saqué la llave y abrí. Vi a Mariam y Guillermo, respirando agitadamente.
- Tus padres han vuelto, te llaman.
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Leyendas de la realeza I: El mito del rey || Editando ||
FantasyCuando el rey decide comprometerla por conveniencia, huye para poder vivir lejos de aquel extraño sitio al que una vez llamó hogar. Sin propósito ni meta más que no ser descubierta, emprende una búsqueda para encontrar aquella criatura que recurre...