-XXII-

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Y sin más los días y meses para Harry pasaron como si fuesen horas y de repente el pequeño Des cumplió un año, entre risas, juegos, los primeros pasos, las primeras palabras, Harry se lo hubiese perdido si hubiese zarpado pero no fue así, Harry se quedó con su famila y puso el barco y la campaña en manos de Liam y los hombres.

El capitán no fue capaz de abandonarlos, no se sintió con fuerzas y las cosas con Elena mejoraron y empezó a apreciarla, aunque su corazón seguía siendo de Louis donde quiera que estuviese.

Elena volvió a quedarse embarazada y éste si era de Harry, aunque él no sabía nada, para él Des era su hijo.

Nueve meses después nació una preciosa niña de ojos verdes y pelo rizado como su padre, era la niña de sus ojos y pequeño angelito el cual llenó aun más de alegría a Harry.

En la casa de los Styles ahora había risas y gritos, había vida, había amor, pero Harry seguía recordando al pequeño y frágil muchacho que un día raptó y castigaba en la bodega dejándolo sólo y durmiendo en unos trapos viejos, de lo que el pobre jamás nunca se quejó, al cual atemorizaba para que le dijese todo sobre los tesoros de su país.

Harry creía que su castigo por todo aquello era no tenerlo en su vida amándolo por siempre, el Dios católico del que Louis tanto hablaba lo estaba castigando por haberle echo tanto daño a uno de sus siervos.

(....)

El tiempo también pasó en un suspiro para Louis, solo que pasó de distinta manera, pues a pesar de los éxitos que cosechó en el Castillo del Conde, no pudo quedarse mucho tiempo más.

Sin pretenderlo los hijos del Conde se enfrentaron por el amor de Louis, el cual él no prometió a ninguno, pero el Conde no podía permitir que sus hijos volvieran a enfrentarse así, por lo que decidió echar a Louis del Castillo.

Poco tiempo después Louis encontró su lugar en el teatro del pueblo cercano, no era grande, no tenía lujos, ni muchos disfraces, pero la gente era amable y lo acogieron con cariño.

No tenían mucho público, pero pronto se corrió la voz de que el actor del Conde Cowell estaba allí y poco a poco se fue llenando.

Con los meses el viejo teatro renació y consiguió dinero para adecentarlo, comprar telas para los disfraces, gracias a Louis aquello se convirtió en el lugar favorito de muchos.

Gentes de todas partes venían para verlo actuar y la voz se corrió, Louis volvía a sonreir hasta que un día sin más se topó con uno de los hombres de Elena, el albiazul no lo recordaba, pero él a Louis si, pues un exmonje de Hispánia de ojos azules como el mar y bonito cuerpo no era facil de olvidar.

Ese hombre empañó de lágrimas la vida de Louis y sin pretenderlo lo hundió en una gran tristeza.

Ese hombre le contó que Elena ya no era pirata, ahora era esposa de su antiguo capitán o sea de Harry, según le dijo eran muy felices y hasta tenían dos preciosos hijos.

Louis se esperaba cualquier cosa menos que sus sospechas se hubiesen echo realidad, si se hubiese quedado hubiese tenido que presenciarlo, pero igualmente le dolía enterarse después de mucho tiempo, su corazón estaba hecho añicos, estaba claro que para Harry nunca existió, nunca lo buscó y no tardó mucho en hacer a Elena su esposa.

También le dijo que ahora el Capitán era Liam pues Harry no volvió a navegar aunque tenía su parte del botín como siempre pues el Alma Furiosa era suyo, prefería quedarse con su familia.

Eso ya terminó por romper a Louis del todo, pues el Capitán dejó su gran pasión el mar, dejó la piratería, dejó su venganza, lo había dejado todo por su familia, no cualquier pirata haría eso, sólo Harry Styles, sólo un buen hombre, sólo un buen padre y amante esposo.

30. Mi ardiente capitán- Larry Stylinson💛 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora