-XIII-

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Tras dos semanas más, mientras que Louis se recuperó por completo, el Capitán y la tripulación llenaron con ricos tesoros las bodegas del Alma Furiosa y zarparon rumbo de vuelta a Londres.

Cuando ya llevaban días sin toparse con nadie, una mañana de niebla se cruzaron con una embarcación nueva, nunca antes vista por ninguno de ellos.

Era galeón muy parecido al Alma Furiosa pero más nuevo y llevaba por nombre «El Sirena», el cual ondeó la bandera blanca en son de paz, entonces Harry ordenó acercarse con cautela.

De repente fueron sorprendidos por una dulce voz femenina, ya que el capitán del «Sirena», no era otro que una preciosa mujer, hija del legendario capitán "Dientes de sable", un viejo y fiero pirata, muerto en una terrible lucha con su mortal enemigo, Raikko Barbosa "el temible", capitán del «Trampeador».

La joven capitana pasó al Alma Furiosa para charlar con su capitán y presentar sus respetos, el cual se quedó impresionado por la belleza de la mujer pues esta se veía muy delicada y a la vez segura y valiente.

Sin duda era la digna hija de su padre, del cual Des, le había contado a Harry en varias ocasiones, las múltiples hazañas del bravo pirata.

-Vaya... no sabía que el Alma tuviese tan apuesto Capitán...mis respetos... soy Elena Barbosa, mucho gusto- habló la mujer muy cautelosa.

Harry cogió su mano gentilmente y la besó sin dejar de mirarla, mientras que Louis, desde su puesto lo observaba todo y sentía muchos celos

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Harry cogió su mano gentilmente y la besó sin dejar de mirarla, mientras que Louis, desde su puesto lo observaba todo y sentía muchos celos

Tras ese primer encuentro, Harry y Elena se encerraron durante horas en el camarote del Alma, supuestamente para discutir asuntos de leyes pirata y lindes para piratear.

Los hombres de Harry esperaban ansiosos por retomar el rumbo de regreso a casa, mientras que el ojiazul solo pensaba en tirar la puerta y  descubrir que estaban haciendo.

No le hizo falta adivinar mucho pues las sonrisas mutuas y los cabellos alborotados de ambos dejaron ver que la reunión había llegado a lo que él se había imaginado, habían estado follando.

-Maldita zorra...ojalá te hundas con tu barcucho- susurró para sí Louis, el capitán lo estaba volviendo loco y le hacía desear cosas que su religión no lo permitían y mucho menos sus votos.

Estaba furioso y no sabía que hacer, la vida de pirata y siervo de Dios no era compatibles y mucho menos, si Harry y sus jodido rostro y cuerpo perfectos andan cerca, torturándole.

-Nos volveremos a ver Capitán Styles- dijo Elena muy satisfecha, subiendo a su navío.

—Será un placer, señora mía—le habló el ojiverde besandole la mano nuevamente para despedirla.

Tras ordenar reanudar la marcha, desde su barco, Harry le hizo un ademán con la mano, acompañado de una amplia sonrisa, la cual enfureció aún más a Louis.

—Maldito.

Ajeno al malestar de su aprendiz, Harry se encerró en su camarote el resto del trayecto, dejando entrar tan solo a Liam, el cual entraba y salía con órdenes directas, además de las bandejas vacías de comida y bebida.

La noche antes de llegar a puerto, los hombres celebraron el regreso y también las riquezas que se repartirían, mucho ron y cerveza corrían como ríos, bailaban y cantaban felices, frente a otros que yacían dormidos completamente borrachos.

El ojiazul muy herido bebió hasta embriagarse y reía y bailaba con ellos, aunque finalmente, en un momento de la fiesta, se apartó y llegó tambaleante hasta la puerta del capitán.

Sin llamar, la abrió y entró mirando a su alrededor y entonces vio a Harry dormido en su hamaca, el cual tenía una botella de ron casi vacía posada sobre su pecho, ya que estaba completamente borracho también.

El ojiazul se acercó sigiloso para poder verlo mejor, este estaba con solo unos pantalones y su perfecto pecho tatuado estaba descubierto, mostrando toda su belleza.

A Louis se le hacia la boca agua pensando en morder esa tentadora  piel, además la boca de este hacía un ligero puchero, entonces algo llamó la atención de Louis y eso fueron sus mejillas, las cuales estaban húmedas.

El aprendiz pensó que quizás su capitán se había mojado la cara con el ron pero extrañamente el resto de su cara y pelo estaban secos.

—¿A-Acaso serán lá-lágrimas?—se preguntó.

De repente Harry se removió y murmuró algo que Louis no alcanzó a entender, su capitán se veía tan vulnerable, tan sensual y tan ardiente que este no pudo resistirse a volver a probar sus labios.

El ojiazul se inclinó y besó los carnosos labios del rizado capitán, presionando ésta vez un poco más, entonces Harry respondió al beso haciéndolo sentir en el cielo.

Era un beso ardiente, húmedo y jodidamente perfecto pero de pronto el ojiverde cesó, Louis entonces se apartó y lo miró embobado, este seguía dormido.

Su mano cobró vida propia y le acarició su rizado cabello y luego su hermoso rostro, aunque paró rápidamente pues éste murmuró algo que lo molestó.

-Ele...Elena...E-Elena.

—Mierda...Harry está soñando con esa perra.

El ojiazul se sintió como un estúpido, ya que estaba allí acariciándolo,  mendigandole un poco de contacto y su capitán había creído estar con la mujer que se habían encontrado semanas atrás, al parecer, su capitán no la había olvidado.

Rápidamente y aun más molesto salió  de allí y siguió bebiendo con la intención de olvidarlo todo, ya no quería amar a Harry pues este jamás se fijaría en él.

Lo que Louis no sabía, era que cuando cerró la puerta, Harry se volvió a mover y susurró algo de nuevo.

-E-Elena quiero s-solo sexo... L-Louis... mi amor, per-perdóname.

 mi amor, per-perdóname

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30. Mi ardiente capitán- Larry Stylinson💛 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora