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Louis abrió los ojos lentamente, Anna, Gemma y Griselda lo miraban angustiadas.

—¿Qué me pasó?, ¿Qué hago en el suelo?.

—Cariño, estábamos hablando y te desmayaste, ¿no lo recuerdas?—dijo Anna.

De pronto todas las imágenes y palabras azotaron la mente de Louis.

—Ah si ya me acuerdo—dijo mirando Anna.

Ya sentado en sofá, él y Anna prosiguieron con su charla.

—Traeré café —dijo Griselda.

—Te ayudaré— le dijo Gemma, pues sabía que ellos estaban tratando algo delicado.

Louis miró de nuevo a Anna y aunque quiso parecer fuerte no pudo y se echo a llorar.

—No llores mi niño, encontraremos otra manera de ayudar a Harry, ya sé que es pedirte demasiado.

—Anna tengo algo que contarte y entonces verás mi postura.

Louis le relató todo lo que le ocurrió con Matthew desde que se encontraron, hasta que ese desgraciado lo había violado.

Anna estaba horrorizada, no podía creer que ese muchacho fuese de su sangre, como había sido capaz de hacerle eso a Louis.

—Anna, yo quiero que Harry salga libre pero ese precio es muy alto, además no sé si lo podré cumplir, odio que me toquen, temo volver a estar en intimidad con otro hombre, Matthew me desgració la vida, me aterroriza el sexo.

— Lo siento Louis, si la vida no los hubiese separado, quizás hubiese sido muy distinta.

Harry pensaba en la soledad de su celda, extrañaba a sus hijos, a su madre, a su hermana y extrañaba a Louis.

—Vaya.. vaya.. vaya capitán, que calladito se lo tenía.

—¿A qué te refiere​s Labort?, ¡déjate de misterios!.

—Me refiero a ese caramelo que tienes de amigo, ese tal Louis!.

Harry se levantó de repente y se acercó a los barrotes y a la cara de Labort.

—¡Si lo es!....¡no se te ocurra ni tocarlo o te mataré!.

—¡Eso dependerá de él!... ¿no crees?...él me dirá que lo toque o no

—Él no querrá...tiene su vida en Irlanda nada de aquí le ata.

—¿Vino por vosotros no?, Quizás se quede no sé....por mi.

Harry se enfureció más e intentó agarrar a Labort, quien se apartó rápidamente y se fue riéndose burlonamente.

El ojiverde se quedó pensando a qué era debido el que prefiriera a ese tipo... porqué Louis se fijaría en Labort pues aunque era atractivo y de buena posición, no dejaba de ser un grandísimo hijo de puta, además, Louis no lo traicionaría así.

Al día siguiente Anna y Louis fueron de nuevo a la Comandancia, tenían que hablar con Labort, Louis lo había estado pensando toda la noche, tenía que haber otra forma de ayudar a Harry.

Labort los atendió con gusto, ver a Louis le ponía contento, cada vez le parecía más bonito y lo deseaba más.

—Hola hermosuras, ¿otra vez por aquí?.

—Si, venimos a negociar, queremos que cambies tu propuesta, tiene que haber otra cosa que quieras—dijo Anna.

Labort los miró riéndose y negando con la cabeza, luego se paró frente a Louis y se relamió pensando en como se vería el chico, todo sudado y gimiendo empotrado contra​ la mesa de su despacho.

—No, lo siento, lamentablemente eso es lo único que deseo, ya tengo dinero suficiente, posición, propiedades, mujeres y hombres no me faltan en mi cama, pero ninguno es tan hermoso como tú, ¡te quiero a ti Louis!—dijo señalándolo y volviéndose a acercar más.

—¡P-Pero no es justo!...¡es demasiado!... ¡si no aceptamos!... ¡mi hijo se morirá en la carcel!—gritó Anna desesperada.

—Lo sé, la vida no siempre es justa querida Anna.—dijo Labort.

Louis se quedó pensando, no podía permitir que Harry se pudriese en la cárcel, su conciencia no se lo permitiría, condenaría a una madre y unos pobres niños sin culpa de nada, a no verlo más en libertad.

Además él sabía que Harry no lo amaba y que ni nunca lo haría y si la única solución para liberarlo era casarse con Labort pues tendría que hacerlo, aunque con condiciones claro.

—Eres despreciable.—dijo el ojiazul finalmente.

—No sólo pido algo que es just...

—Está bien, me cansaré contigo, pero yo tengo mis condiciones.

Anna lo miró horrorizada, mientras Labort sonreía triunfante

—No Louis... no aceptes, hijo.

—Tranquila Anna... estaré bien, en cambio tú y los niños no lo estaréis, si Harry sigue encerrado aquí.

—Bien cariño, dispondremos todo, quiero que seas mío cuanto antes—dijo triunfante.

—Espera no tan rápido, te he dicho que tengo mis condiciones.

—A ver querido, desembucha

—Quiero que sueltes a Harry lo más pronto posible aunque aún no nos casemos te firmaré un papel, incluso ocuparé su lugar si lo que deseas, quiero que Matthew se le juzgue por todos los cargos de Harry y se pudra en la cárcel de por vida y quiero que en el sexo tengas paciencia, fui violado y estoy aterrorizado.

Labort estaba impresionado, Louis tenía las cosas muy claras y no se andaba con rodeos, era increíble ahora aún lo deseaba más.

—Está bien cariño, acepto todas tus condiciones.

Ya en casa Anna y Louis, se miraron sin hablar hasta que Gemma preguntó.

—¿qué ha pasado y esas caras tan tristes y preocupadas?

—Gemma saca tu pamela, ¡nos vamos de boda!— dijo sarcástico Louis.

—¡Oh mierda!...

30. Mi ardiente capitán- Larry Stylinson💛 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora