-XXVIII-

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Louis amarlo—pensaba—... no ....no, no podía ser cierto, pero ¿y si era así?, ¿y si Louis lo amaba y por tonto lo perdió?- Harry tenía la cabeza echa un lío.

De repente vio a su cabeza la noche de la que su madre hablaba, Louis estuvo muy raro toda la noche, era cierto, especialmente triste y cabizbajo, luego lo del ramo para Elena, en ese momento no dio cuenta, pero ahora que lo pensaba con detenimiento recordaba perfectamente dejarlo en el mueble de la entrada y de repente apareció escondido en el despacho.

También recordó en el barco cuando se acostó con Elena Louis estuvo días sin hablarle y el creyó que era por otro motivo, también recordó otras ocasiones en las que de repente Louis estaba bien con él pero él metía la pata y Louis ya cambiaba su actitud con él.

-¡Esto es increíble, Louis!, ¿dónde estas amor?, ¡mi pequeño te amo!- se sintió tan bien pronunciando esas palabras, seguía amándolo como el primer día y a pesar de los años su amor seguía ahí.

-Me arrepiento tanto de no haber sido valiente y enfrentarte, ahora quizás estaríamos juntos y felices -dijo Harry en la soledad de su despacho.

¿Qué iba ha hacer ahora?, ¿cómo iba a afrontar la vida?.

Harry unas veces pensaba también en su nuevo bebé, tenía que pensar en sus hijos, Louis estaba lejos, salía con Matthew, ya no estaba en su vida, Louis lo había elegido así, decidió marcharse lejos de él, no sabía que pensar, estaba muy confuso.

En otras ocasiones Harry quería ir a Irlanda y buscar a Louis y traerlo del brazo y atarlo a una silla para que jamás se fuese, le valía una mierdas​ que amase a otro, Louis era de su propiedad, él lo capturó, él lo sacó de esa vida de servidumbre a su Dios.

Cuando bebía se ponía furioso y se preguntaba donde habían quedado sus votos el de pobreza, obediencia y sobre todo el de castidad, cuantas veces había soñado con hacerlo suyo pero no quería obligarlo a nada.

Se sentía un tonto pues si Louis lo amaba hubiese dejado de lado sus votos de monje y se hubiese entregado a él como lo estará haciendo cada noche con Matthew.

Sentía tanta rabia, tanto dolor, el saber de Louis le había abierto viejas heridas, sufría de nuevo por su abandono pero ahora dolía doblemente, pues tenía la duda de los sentimientos de Louis, vivía sumido en una agonía e incertidumbre de la que no sabía como salir.

Los meses pasaron y el tercer hijo de Harry vino al mundo una noche en la que su padre para variar estaba en la cantina y ahogado en alcohol, Gemma fue en su busca y corrieron a casa.

Harry algo más despejado después de unos cuantos cafés amargos y una ducha fría recibió a su precioso bebé, era igual a Daisy y él, con sus ojos verdes, su tez blanca y su pelo rizado color chocolate, además de sus hoyuelos.

Respiró aliviado, pues no estaba del todo seguro si Elena lo habría engañado de nuevo con otro y este sería suyo o no.

Este embarazo fue más difícil que los otros y Elena se quedó muy débil de este parto, perdió mucha sangre y el médico y la partera estaban preocupados por su vida.

Harry puso el nombre de William al niño, era el segundo nombre de Louis, se acordó porque un día él se lo dijo en una de sus charlas del principio y le gustó ese nombre.

Elena no puso objeción más que nada porque siempre estaba dormida por los remedios que el médico le recetó para su recuperación, así que William Styles se le quedó como nombre a su hijo menor.

Todos los esfuerzos del médico y cuidados de la familia fueron en vano, una mañana Elena amaneció muy mal, casi sin vida Harry estaba en su despacho con Liam revisando unas cartas de navegación y unos mapas, cuando Griselda lo avisó.

Corrió a su lecho y Elena con mucho esfuerzo y por sorpresa le pidió perdón, pues aunque nunca se lo dijo, ella notó que Harry supo la verdad antes de matar al miserable de Smith.

Le dio las gracias porque a pesar de todo no rechazó a Des ni a ella, estaba arrepentida de haberlo engañado al principio, pero con el tiempo aprendió a amarlo por ser un hombre y un padre maravilloso.

Harry la perdonó para que partiera tranquila y feliz, sin dolor, sin rencor, de un momento a otro la vida le dio un nuevo hijo pero le arrebató a su esposa.

Sus niños tan pequeños no entendieron que le ocurrió a su mamá, Anna intentó explicárselo diciéndoles que su madre se había ido de largo viaje y que estaba feliz, que algún día se reunirían de nuevo con ella.

Elena tuvo su funeral en el mar como hija de pirata y como ella también lo fue en su día, todo el pueblo estuvo allí y dio su sentido pésame a Harry.

Harry estaba otra vez sólo, ya no tenía a nadie con quien compartir su vida a parte de sus hijos claro, su corazón pertenecía a Louis, siempre lo hizo y aunque quiso mucho a Elena no se comparaba al amor que seguía sintiendo por Louis .

30. Mi ardiente capitán- Larry Stylinson💛 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora