30. Mi ardiente capitán- Larry Stylinson💛 (Terminada)

-XXXIII-

Harry estaba descansando en su camarote, cuando sintió a sus hombres alborotarse, pensó que los atacaban, se levantó rápidamente, salió y los vio apaleando un bulto.

-Capitán hemos encontrado este polizón a bordo escondido en las bodegas señor, con los bolsillos repletos de nuestro botín-dijo uno de los marineros.

-Está bien muchachos, sueltenlo quiero verle la cara a ese ladrón.

Harry se esperaba un vagabundo o incluso un muchacho famélico, pero jamás se pensaría encontrarle a él.

-¡Matthew!.

-H-Harry, p-primo lo siento, pero pensé que no me dejarían subir a tu barco por eso me escondí, no me mates somos f-familia

-Está bien cuéntame, ¿Qué haces aquí que no estás con Louis?.

Los piratas de la tripulación no entendían nada, ¿ese ladrón era primo del capitán?, ¿habían ido a Irlanda por Louis?, estaba claro que nada había salido bien, pues el capitan estaba muy triste y Louis ni siquiera había venido a saludarlos.

Harry llevó a su primo lejos de su enfadada tripulación, lo llevó a su camarote, para que le contase su versión de la historia.

-¿y bien?.

Matthew adorno su versión echando la culpa a Louis, pues por la cara de Harry muy buena no había sido la charla con Louis.

-Verás primo es que Louis no me quería, se volvió muy controlador y posesivo, se gasto el dinero y me acusó de tomárselo y me fui de su lado.

-¿Por que dices que no te quería?, hasta donde yo sé, estaba muy enamorado de ti y sufre mucho por tu marcha.

-Pues a mi no me lo demostró nunca, siempre presentí que había otro hombre.

-Está bien y ¿que hacías con nuestro botín en tus bolsillos?.

-Pensé que al llegar a Londres no me dejarías vivir en tu casa y no tenía nada, perdóname primo, perdóname-suplicaba Matthew arrodillado u agarrado a la pierna de Harry.

-Vale vale, vivirás con nosotros no dejarte a un familiar a merced de cualquier peligro de muerte en la calle.

-Muchas muchas muchas gracias primo!- decía Matthew riéndose sin que Harry lo viese, había conseguido conmoverlo y ahora viviría a cuerpo de Rey a costa de Harry.

-Ya ya es suficiente, levántate, tengo hambre comamos algo.

A Niall ese primo de Harry no le daba buena espina, parecía manipular a Harry a su antojo, quiso advertir a Harry pero no le escuchó, el Capitán sorprendentemente creía en él.

Y era así, Harry creyó las palabras de Matthew, pues al ver a Louis así de frío y distante con él, era evidente que había cambiado, no era el tierno Louis que el conoció antaño, los años y la vida en Irlanda lo habían cambiado.

Tras días de travesía llegaron a Londres, su familia como siempre lo recibió con mucha alegría y amor, sus hijos habían crecido mucho y estaban preciosos.

-¿Papa quién es este señor?-preguntó Des al ver a Matthew.

-Es nuestro primo de Francia, se quedará a vivir con nosotros un tiempo.

-Bienvenido Matthew hijo, ésta es tu casa-dijo Anna muy sonriente al volver a ver a su sobrino.

-Gracias tía, las extrañé tanto, quería regresar allá en Irlanda se me hizo duro sin mi familia después de haberlos encontrado.

-No te preocupes cariño aquí vivirás feliz con nosotros, pero ¿y Louis dónde se quedó, con los muchachos?.

-No madre, Louis no vino con nosotros, él se quedó en Irlanda.

-¿Y eso porque Harry, no quiso venir a nuestra casa con su novio a visitarnos?-preguntó Anna muy apenada.

-Mamá, Matthew y Louis ya no están juntos, rompieron su relación.

-¿Tú lo has visto Harry?

-Si mamá lo vi y no lo reconocí, pero no quiero hablar de ello.

Matthew escuchaba en silencio a madre e hijo y observandolos, claramente a leguas se veía que a Harry le interesaba mucho Louis

-Vaya es una pena Louis es un chico maravilloso ¿qué os pasó?.

-Te lo contaré todo tía, pero estoy cansado del viaje, ¿me puedo recostar?.

-¡Claro querido!....¡Griselda!... ¡Griselda!- gritó Anna.

-¿Si señora?.

-Griselda acompaña a mi sobrino a la habitación de huéspedes, para que se instale.

-Claro señora, venga joven.- dijo Griselda encaminándose por las escaleras.

-Una vez más, gracias tía.-dijo a Anna, la cual asintió conmovida.

Matthew estaba muy satisfecho había sido muy fácil engañarlos, ahora quitarles la fortuna sería como quitarle un dulce a un niño.