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Matt

Estaba conduciendo mi auto y junto a mí estaba Tamira, Dios está niña no se calla nunca, pero me divierte, le hace tan bien a Sienna tener a alguien como Tamira.

- Como supiste dónde vivía?- pregunte a Tamira.

- Sienna me lo dijo madurito...- contestó.

- Me llamó Matt, Tamira.

- Ok.. Matt el madurito- dijo ella riendose de mi.

- Eres un caso Tami. Haber dime ¿Tienes novio?

- ¡Que asco! No. Nadie esta a mi altura.

Me reí.

- ¿Porqué nadie está a tu altura?

- Porque nadie tiene lo que me gusta, o son muy tontos o muy inteligentes.

- ¿Ser inteligente es malo?

- Obvio no, pero son tan inteligentes que creer que los chistes de números son graciosos.

Volví a mirarla. Esta chica es extraña.

- ¿Que? No me mires así, me estas juzgando madurito. Me señaló con el dedo, entrecerrando sus ojos.

- Claro que no. Solo fue una pregunta.

Llegamos al hospital, bajamos del auto y caminamos hacia el piso donde se encontraba Sienna, al llegar creí que vería a su mamá, pero no estaba, me pareció muy raro.

- Creí que Rose iba a estar aquí, qué raro le llamaré- dijo Tamira. Yo asentí.

Camine hacia una de las enfermeras que atendía el piso y pregunte si podía ver a Sienna. Ella me dijo que esperase, Sienna estaba tomando su baño y aseo personal. Entonces me alejé y me senté a esperar, cuando vi venir a Tami.

- Haz hablado con Rose, Matt? Es que no me contesta el celular en su casa tampoco contestan tampoco.

Note su tono de voz preocupada.

- Quizás esta descansando, o esta ocupada con el trabajo.

- Ummm no lo sé, Rose no dejaría sola a Sienna, ella es muy protectora con SI, siempre lo ha sido,no lo sé... iré a buscarla- dijo Tamira.

- ¿Estás Segura? Porque no esperas a que  regrese. Quizás ya está en camino, y tu vayas a su casa por gusto.

- Tienes razón Matt.

Estaba platicando con ella cuando escuchamos decir su nombre.

- Tam- gritó alguien, ambos condujimos la cabeza hacia el lugar de donde provenia la voz.

- ¿Rob?

Tamira lo miró extrañada. Yo, me tense. Tense mi mandíbula e hice puño mis manos, tenía que contenerme, el era menor, pero las ganas de romperle la cara no faltaron.

Se acercó a nosotros.

- ¿Qué haces aquí Robert?

El me miró fijamente, yo también lo rete con la mirada.

- Disculpe señor, ya puede pasar a ver a la paciente- dijo la enfermera dirigiéndose a mi.

- Muchas gracias- conteste, que bueno que llego en ese momento, estaba a punto de ir y echar a patadas a ese desgraciado.

Entonces camine hacia la habitación de Sienna, un poco ansioso, quería que saliese bien, quería recuperar su sonrisa.

Tamira

Rob y el madurito se lanzaron miradas retadores. Tense mi cuerpo, odiaba a Rob. Matt paso a ver a Sienna, solo quedamos Robert y yo.

Mi nombre es SIENNA, la GORDA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora