Narrador en tercera persona.
Sienna estaba como loca, le dolía mucho, estaba quemando la traicion de Matt y Tamira la estaban matando, solo quería sacar ese dolor.
- Sienna ¿Está bien? ¿Que le pasa? En que puedo ayudarla-preguntó Mayra acercándose a la habitación de Sienna, ella miraba todo el desastre que Sienna había causado.
- Nadie puede ayudarme... entiéndanlo... entiendan de una maldita vez solo quiero dejar de sentir este dolor que está quemando como un infierno- gritaba Sienna.
- Cálmese Sienna... por favor... decía Mayra. Trató de acercarse a ella pero Sienna la empujo.
- ¡No quiero tu lastima! Lárgate de aquí! Lárgate de mi vista!- gritó Sienna.
- Pero...
- ¡QUE TE LARGUES MALDITA SEA!- Sienna tomo de el brazo a Mayra la arrastró hacia afuera y la empujo.
Nerviosa, alterada y demasiado eufórica corrió al baño, las emociones mezcladas, la hucieron querer vomitar, sin controlarlo lo hizo. Comenzó a vomitar, estuvo un buen rato así. Hasta que pudo parar. Se sentó en el suelo.
Mayra afligida corrió hacia dónde se encontraba el teléfono de casa, nerviosa le marcó a Rose.
- ¿Alo?
- ¡Señora! Venga a casa. La señorita Sienna está como loca, rompió todo en su cuarto, está llorando y está muy mal temo por su vida, venga pronto.
-¡No la dejes sola! Dios mío, voy para allá.
Colgó.
Rose se paralizó por un momento, todo volvía a empezar de nuevo, el dolor se volvía hacer presente, el corazón de Rose volvió a dolerse.
- No otra vez mi niña, por favor no Sienna- dijo para ella mismo, y salió corriendo de su oficina.
Sienna se sentía débil, pero no paraba de llorar. Sentía su pecho arder, apenas podía respirar. El dolor de haber visto a Matt con Camille desnuda le rompió el alma, no podía parar de pensar en eso.
Sus manos comenzaron a temblar, la vaga idea de cortarse volvió a su cabeza. Se levantó del puso, temblando, tomó un adorno de su cuarto de baño, lo lanzó al espejo, lo quebró.
- ¡Sienna! No lo haga señorita, porfavor- Mayra de nuevo.
Sienna tomo en pedazo de vidrio entre sus manos, se cortó dos dedos.
- Porfavor, usted ha cambiado, no puede volver señorita Sienna ¡Porfavor!- suplicaba Mayra.
Sienna no podía pensar en algo más que cortarse. Sollozaba de manera constante y fuera de control. Apretó el vidrio entre sus manos, cortándose la palma de la mano, la sangre comenzó a gotear.
Mayra se acercó a ella.
- Señorita Sienna, usted vale más que esto. No lo haga.
Tamira, Matt... dolor, punzadas en el pecho, poco aire, dolor. Cortarse. Mayra estuvo a escasos centímetros de Sienna, cuando ella volvió a empujarla, tan fuerte que Mayra se cayó. Sienna corrió al cuarto de su mamá y se encerró. Llevaba el pedazo de vidrio en la mano aún.
-¡Me odio! ¡Odio a todos! Me quiero morir!
No, no Sienna no quieres morirte, tienes un ataque de ira. Piensa Sienna, piensa.
Busco su mi celular. Gracias a Dios lo llevaba el el bolso del pantalón. Solto el vidrio, saco el celular temblando. Marcó el número de la doctora. Primer tono, segundo tono hasta que ella comtesto.
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Mi nombre es SIENNA, la GORDA (COMPLETA)
Roman pour AdolescentsMírame... Mírate ¿notas la diferencia? ¡Exacto! Yo soy hermosa, tú eres un adefesio, Sienna, La GORDA. AVISO IMPORTANTE: Esta historia contiene temas sensibles, como los desórdenes alimenticios, gordofobia, maltratos, etc. Si no estás apt@ para leer...