- Sienna...hija... esta reaccionado, está reaccionado- escuche decir a lo lejos.
Lleve mi mano a mi cabeza, hice un gesto de dolor, dolía mucho mi parte izquierda de la cabeza.
- Hija ¿Estás bien? Sienna háblame- escuche decir a Félix.
Al fin pude aclarar mi visión, observe el rostro de Félix preocupado.
-¿Estás bien?- volvió a preguntar Félix.
- Si... un poco mareada, pero estoy bien- conteste.
- Me asustaste mucho hija, no supe que hacer, debemos ir al hospital, tu mamá debe saberlo- habló Félix.
-No!- grite.
- No quiero alarmarla, además está tarde me entregan el resultado del examen de sangre, tranquilo papá, estoy bien, lo prometo- conteste.
Papá tomo mi mano y sonrío.
- Me llamaste papá... es la segunda vez que me lo dices, se escucha perfecto- dijo emocionado.
Sonreí.
- Estoy aprendiendo a decirlo, además en poco tiempo te has ganado mi respeto y cariño, gracias por estar aquí... papá.
Su rostro cambió radicalmente a uno serio.
- ¿Pasa algo?- pregunte.
- En realidad si- respondió.
- ¿Es malo?
- Cuando salí de la carcel lo primero que quise hacer es buscarte, ahora que te encontré tengo que definir mi situación, Italia fue mi hogar toda mi vida, extraño mucho la belleza de mi ciudad, no sé que hacer, en Italia mi amigo Marco me ofrece trabajo en su empresa y una casa donde vivir, pero estás tú, mi tesoro, tu vida está hecha aquí y yo no quiero arruinarla, si decido mudarme no tengo nada que ofrecerte, estoy en un hotel que apenas puedo pagar, tuve que vender la casa que era de mamá, alguna que otra cosa de valor que había en ella para pagar el detective y el viaja hasta acá, quiero tanto estar contigo, pero no encuentro la manera de estar estable aquí.
Su voz era de pesar.
- Si te dijera que te quedes, sería egoísta y estuviera robándote la oportunidad de reiniciarte en la sociedad, y además que te sientas util, pero a la vez siento la necesidad de decirte que no quiero que me dejes ahora que me encontraste, te necesito, pero no quiero que decidas solo por mi, piensa en ti papá, en lo que es mejor... además piensa en mamá, aunque no lo digas sé que aún la quieres, si es así antes de luchar por mi, lucha por ella, sabes que yo ya te quiero y te admiro, a mamá es a quien necesitas recuperar- me sentía segura de mis palabras.
Papá suspiro profundamente.
- Rosaline y yo tuvimos nuestra historia, tiempo pasado, ella ya no me quiere, sin embargo yo ... yo la veo y mi corazón bombardea amor.
Sonreí aún más.
- Lo sabía, sabía que aún la amabas, no seas terco papá, si mamá estuvo sola todos estos años es porque nunca pudo superarte, ella aún te quiere, encárgate de enamórala de nuevo, y sé feliz con ella, no importa dónde sea mi como sea. Juntos siempre será mejor.
- Eres impresionante Sienna, que hija más hermosa me regalo Dios, eres un tesoro invaluable y espero ese muchacho Matt te esté cuidando.. hablando de el, necesito una platica de hombre a hombre con el- dijo serio.
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Mi nombre es SIENNA, la GORDA (COMPLETA)
Ficção AdolescenteMírame... Mírate ¿notas la diferencia? ¡Exacto! Yo soy hermosa, tú eres un adefesio, Sienna, La GORDA. AVISO IMPORTANTE: Esta historia contiene temas sensibles, como los desórdenes alimenticios, gordofobia, maltratos, etc. Si no estás apt@ para leer...