Mi nombre es SIENNA, la GORDA (COMPLETA)

-100- ( Parte uno)

- Llevas un día entero encerrada y llorando como toda una actriz dramática- habló Alessandro detrás de la puerta de mi habitación.

- Profesor! No seas así! No le hagas caso mi Sienna, ábrenos la puerta, solo queremos estar contigo, amico non piangere per favore- rogó Alda junto a Alessandro.

Estaba en la cama, con la sabana en vuelta hasta mi cuello, y mis lágrimas rodando una tras otra, había perdido la noción de el tiempo, de todo, no sabía cuánto tiempo llevaba llorando, me dolía el corazón, había dejado todo atrás para empezar una nueva vida, creí que estaba viendo la luz, y tuvo que pasar. tuve que encontrarme con el de nuevo, no puede ser!- yo-estaba-bien- remarque.

- Ábrenos Sienna, no nos hagas esto, somos tus amigos- habló Alessandro.

- Váyanse, déjenme por favor, les juro que hablaré con ustedes, pero no ahora, no este día- dije sin fuerza alguna, solo necesitaba a alguien, a mamá.

- Está bien hermosa Sienna, estaré en casa si quieres hablar con alguien, ti amo- dijo Alda y no escuche más su voz.

- Solo recuerda que el destino nunca se equivoca, y que te está mostrando cuál es tu verdadero camino, ti amo bella-habló Alessandro y ya no escuche nada.

Cerré mis ojos,  solo podía recordar el sabor de su beso, sus ojos claros mirándome con asombro, sus manos en mi cuerpo, su aliento inundando mi rostro, mi Matt se miraba tan guapo, Tan hermoso, verlo fue como si el tiempo no hubiese pasado entre el y yo, el amor que siento por el salto de una manera increíble, su voz diciendo mi nombre, todo mi cuerpo tembló.
Al fin creí que estaba encontrando mi camino, y tuvo que aparecer el para hacerme caer en la realidad, lo sigo amando, sigo amando a Matt y por eso me siento así, porque aunque pase la vida entera jamás dejaré de amarlo. Es verdad que he sanado, pero lloro porque lo amo tanto que duele, duele no tenerlo cerca.

Con el pesar de mi corazón, abrí la computadora, y le hice una videollamada a mamá.

Conteste, contesta... por favor.

- Hola hija... oh, estas llorando ¿Que paso cariño?- preguntó preocupada.

- Matt... el está aquí, mamá lo vi, me beso, el ... yo no... dije con el llanto ahogándome.

- Tranquilízate mi amor. Vamos por partes, cuéntame desde el principio ¿si?

Limpie mis lágrimas trate de hablar coherentemente.

- Estaba en una exposición de arte, en una universidad, la universidad en donde planeaba estudiar...

- ¿Como es eso? ¿Porqué no me lo habías dicho? A caso...quieres quedarte en Italia?

Su rostro se desencajo.

- Tranquila mamá después hablamos de eso, escúchame... el punto es que estaba en esa exposición de artes y como asares del destino me encontré a Matt- llore con mi pecho exaltado.

- Mami te juro que fue como si yo jamás hubiera dejado de verlo, el pecho me saltaba de amor por el, casi me desmayo del asombro, Matt y yo nos besamos, luego yo huí, mamá no sé que hacer. Yo estaba feliz sin el! Yo decidí que el y yo ya no estuviéramos juntos! Mamá yo estaba haciendo mi vida, verlo..
sentirlo de nuevo me confundió, me desestabilizó- termine de decir.

- Oh cariño, como quisiera estar ahí para abrazarte, tranquila linda, no llores, no te desesperes, deja que la conmoción y el asombro te pasen y luego piensas claramente, mi vida no puedes huir de Matt para siempre, no puedes huir de tu pasado aunque quieras, lo amas y el té ama, debes hablar con el y arreglar todos los malos entendidos así tú corazón estará en paz, por favor cariño no huyas, se una mujer valiente y enfréntalo, así sea para decirle que no te busque más, sana esa parte con el- aconsejó mamá.