Mi nombre es SIENNA, la GORDA (COMPLETA)

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Días después...

Matt

Sienna estaba fuera de peligro. Estaba feliz, pero me sentía drenado emocionalmente.

La psiquiatra, la doctora Alicia Gottier, nos sito a Rose, Tamira y a mi hace unos idas, para hablarnos del trastorno alimenticio de Sienna. Fue un momento demasiado difícil para mi, muy tenso.

Nos habló de la Bulimia nerviosa, como ataque a la psiquis de Sienna, los problemas de salud que acarrea, la complejidad de una mente desvalanceada, la dismorfia corporal, básicamente es cuando una persona se mira al espejo y distorsiona lo que ve; puede verse gordo, muy delgado, muy alto, muy bajo. Además, los posibles padecimientos de Sienna también incluyen ansiedad, depresión, pensamientos suicidas. Digo posibles, porque hasta hace dos días la psiquiatra ha querido hablar con ella, pero Sienna no dice nada.

Estoy cansado, yo daría todo por ella; la amo, pero estoy cansado.

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Tamira.

Caminaba por los pasillos del colegio cuando Robert me habló.

- Tam... Oye no camines rápido... esperame- gritó Rob.

- ¡Lárgate Robert! Deja de seguirme.

El me alcanzó, y me detuvo de golpe.

- No tan rápido Tam.

Lo odio.

- Primero, soy Tamira, segundo ¿Qué quieres? Déjame caminar en paz.

- Podrías dejar de ser tan pesada conmigo, porfavor.

Rodé mis ojos.

- Mmm no, bye- dije pero Rob me sostuvo por el brazo.

- Espera, quiero saber ¿Porqué Sienna no ha venido al colegio? Le pasa algo? Está bien? - preguntó Rob.

Lo mire molesta. Me solté de su agarre.

- Que te importa- dije cruzando mis brazos, retandolo con la mirada. Rob era muy alto, así que me tocaba verlo con mi rostro elevado.

- Eres un dolor en el trasero Tamira, tienes una actitud de mierda, eres tan pesada y tan grosera ¿Porque siempre estás amargada?

Lo odio. 

Me acerqué más a él. Estaba enojada, jale de su corbata, para que su rostro quedara cerca del mío.

- ¡Hey! Sueltame loca!

- Yo puedo ser todo eso, pero no soy una basura con tu, eres un estupido, tú jugaste con Sienna, tú le hiciste creer que la querías, te acostaste con ella sabiendo que era una maldita apuesta! Eres una basura Robert! Ni siquiera eres tan guapo como te hacen creer.

Solté su corbata. Su rostro se tenso, arreglandose la corbata.

- Se lo que le hice a Sienna, estoy arrepentido, por eso la busco, quiero intentar algo con ella.

Me reí. Genuinamente me reí.

- ¿De que te ríes loca?

Basta. Lo odio. Es que, lo dio.

- Olvídalo! Sienna ya tiene quien la ame, quien la cuide, tú deberías estar buscarte a alguien como...como...

¿Como tú?

Me carcajee.

- ¡Eres un idiota! Sal de mi camino.

- Insultame, pero se que te pusiste nerviosa.