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Matt.

¿Porqué estoy haciendo esto? es ridículo- me dije a mí mismo, por un segundo pensé en abandonar el café, pero no lo hice, le había dicho que nos viéramos ahí, no iba a incumplir mi palabra.

Sienna, porque rayos no dejaba de pensar en esa chica ¡Dios! Es una niña, solo uns niña, ni siquiera se si tiene los diesciocho años.

Desde que nos conocimos de la manera mas peculiar, ella activo algo en mí que no descifre que fue, me pareció tan graciosa y torpe, pero no de la mala manera, de una muy buena, me hizo reír, me hizo acordar a Hanna, cuando la conocí actuaba exactamente igual que Sienna, a lo mejor fue por eso que quise invitarla a venir al café. esa inocencia en sus ojos, el nervisismo al verme, su tartamudeo, sin duda una gordita muy simpatica.

Recordé el choque que tuvimos, me saco el aire, me miraba con tanta vergüenza, nerviosismo, su manera de esquivar mi mirada. Reconocí al segundo el uniforme ¿Como olvidar el Harrow School? Mi vida se definió ahí, viví lo mejor de mi vida. Hanna, era lo mejor de mi vida.

Me ofrecí a llevarla a casa, no se muy bien porque lo hice, tenía una cita con Camille, la olvide por llevarla a su casa. Intercambiamos un par de palabras, todo iba bien, llegamos a su casa, mi corazón se estremeció, me dijo las mismas palabras que me dijo Hanna, cuando le hable de su vecindario, fue la primera vez que llevaba a Hanna a su casa, estaba nervioso, le recuerdo tanto, sonreí, luego me acorde la frase.


- Aburrido y simple, le faltan colores ¿no cree?-dijo, con la diferencia de que Sienna me hablaba de usted, no podía sostenerme la mirada. Pero yo quería seguir viendo sus ojos cafés con toques rojizos, era un tone de café peculiar. Su rostro no era del todo redondo, su barbilla era un poco más pronunciada y tenía un camanace en medio de ella, sus labios eran gruesos, sus cejas oscuras acentuaban su mirada, tenía unas pestañas muy largas, tocaban a sus párpados, su nariz era pequeña, muy definida como si se la hubiese operado, su cabello bajaba hasta sus hombros en un tono negro, un poco desprolijo y opaco. Si, era una gordita muy linda. Era muy baja de estatura, su cuer...No; basta Matt, no puedes mirar el cuerpo de una adolescente. No puedes idiota.

Algo se movió en mi. Me sorprendí yo mismo como podía recordar cada facción de ella.

- Se necesitaría gente como tú para hacerlo más feliz, eres muy simpática Sienna, una gordita muy simpática- dije cuando llegamos a su casa, ella salió furiosa de mi auto, casi me bota la puerta del auto no entendí que le molesto.

Esto es por tratar con adolescentes- me dije a mí mismo y arranque.

Llegue a casa, pensé en ella, en lo mucho que me recordó a Hanna, no eran parecidas físicamente, pero actuaron de la misma manera la primera vez que las conocí, sacudí mi cabeza, era tonto en lo que pensaba, Hanna se fue de mi vida años atrás, y por más que pasara el tiempo, no podía superarla, ella era todo para mí, era mi mundo, no podía compararla con ella, no lo digo por su físico, sino porque Sienna era diferente, Sienna se miraba inocente y frágil, Hanna nunca fue frágil y mucho menos inocente.

~.~.~.~

Mamá me llamo para que fuese al colegio, quería hablar conmigo del evento que estaba por tener el domingo, estaba emocionada, mamá siempre me apoyó en mi pasión, ella es fundamental en mi vida.

Y la vi de nuevo, estaba discutiendo con un chico, su novio tal vez? no me importaba, pero ella parecía incomoda y un poco miedosa, intervine, sabía que no tenía que hacerlo, pero lo hice, ella me miró perpleja incrédula al verme ahí, su rostro me causo gracia.

El chico furioso salió de nuestras vista, me quería matar con la mirada, me recordó a Tomas, el chico que hacía bullying a los demás, pero en ese tiempo ni siquiera existía la palabra bullying, hasta estos días.

Ella parecía molesta, no entendí porque, le dije que necesitábamos hablar ella se negó, estaba a punto de decirle algo cuando mamá aparecí en el panorama, ya no pude, la buscaría después sin duda, pasó al lado mío, me miró, no sé qué pasó en ese pequeño lapso, pero sus ojos cafés rojizos me hipnotizaron.

Después que termine con mamá, fui directo a la cafetería, todos los alumnos iban ahí después de clases, lo sabia, ahí estaba ella sentada con una chica, jugando con la pajilla de su jugo, tan graciosa, me acerqué a ellas, Sienna me miraba como si hubiese visto a un muerto, la rubia me miró con asombro y Sienna con su típica cara de no saber qué hacer ni decir, la chica rubia se presentó- Tamira, era su nombre, muy expresiva y un tanto excesiva de energía, Sienna aún no hablaba, su amiga dijo que estaba a punto de irse, me dijo que si la acompañaba, claro que acepte.

Sienna se levantó, se despido de su amiga y camino delante de mi, le dije que me esperara, le dije que necesitábamos hablar, ella me dijo que no había nada de que hablar, no entendía su actitud, yo no le había hecho nada malo.

La detuve y ella me miró sería, me explicó porque estaba enojada, ella pensó que yo me había burlado cuando le dije que me parecía una gordita simpática, claro que lo negué, yo jamás me burlaría de nadie y menos de una chica tan linda como ella.

No sé porque estaba tan desesperado porque me creyera, al final ella solo era una adolescente que llego a mi por accidente.
El timbre sonó, ella me dijo que tenía que irse, entonces la invite a salir, a venir a este café, y aquí estoy esperándola, pensando en ¿porque rayos invite a salir a una adolescente?

Miro mi reloj 3:30 pm, estoy desesperándome, ya me tome dos tazas de café.

- Eres un tonto, un ridiculo- me dije, pedí la cuenta, saque mi cartera, deje el dinero en la mesa, me fui de ahí.

¿Decepcionado? ¿Enojado? no lo sé, Sienna me había plantado, ni siquiera le había dado mi número telefónico, ¿Porqué me preocupaba tanto?

- Déjalo así Matt, ya no eres un adolescente para andar haciendo estas cosas.

~.~.~.~

Tenía mucho tiempo de no sentirme así, con duda, pensativo e inseguro acerca de mis emociones, después de Hanna me encerré en mi mundo, solo me dediqué a hacer lo que más amo, la pintura, ahí plasme mis pensamientos y sentimientos, fue mi liberación al dolor, me preocupe por ser un exitoso pintor, lo estoy logrando, el domingo tendré mi exposición, en el salón de artes, estoy nervioso, pero sé que me irá bien, necesito dejar de pensar en esta adolescente que salió de la nada, lo haré.

Puse música, no podía trabajar sin ella, y me dediqué a pintar, lo primero que se me vino a la cabeza fue ella, Sienna dibuje su rostro, me sorprendí cuan grabado tenía sus facciones, solo la había visto dos veces, mire fijamente el dibujo, lo tome con mis manos lo arrugue, lo tire a la basura.

- Esto no me puede estar pasando, no me puede gustar, no, simplemente no.

~.~.~.

Hola! Al fin conocemos lo que pensó Matt de Sienna, le gusta! Pero le recuerda a Hanna, eso no es bueno.
Espero les este gustando, comenten, voten. Besos PAM.

Mi nombre es SIENNA, la GORDA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora