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Frustrada, así me sentía, corrí tras Matt, no podía permitir que esta noche terminara así, simplemente no podía.

- Espera Matt! Espérame ¿Piensas dejarme aquí?- grite a sus espaldas, el se detuvo, se dio la vuelta y me observó.

- No lo entiendes Sienna, no has entendido nada, tú no sabes que es amar, no lo sabes. Te conté mi historia, lo que he sufrido, sabes de mi muchas cosas, y yo de ti ¿Que es lo que se? Tu nombre y tu pasión por el dibujo, que estudias en él Harrow scohool, que tu mejor amiga es Tamira, crees que me es suficiente eso? Crees que soy tonto y no me doy cuenta que evades hablarme de tu vida? Pensé y creí que si tenía paciencia tú me ibas a tener confianza para contarme todo lo que estás pasando, por eso no toque el tema de tu desmayo en el colegio, creí que confiabas en mí, pero veo que no, te cierras a mi, y no puedo creer que a pesar de eso no puedo dejarte de ver y sentir que te quiero, que eres mía, que necesito cuidarte pero, no sé cómo, no me dejas entrar en tu corazón y en tu vida, no sé cómo lo haces Sienna, no sé cómo puedes vivir escondiendo todo lo que pasas, que creas estar sola cuando no lo estás.

ESPEREN. Escuche bien ¿Me quiere?

Su respiración estaba agitada, se había desahogado, lo sabía, luche por no llorar, lo entendía, entendía cada una de sus palabras, el me quiere, porque no puedo corresponderle de la misma manera, no me refiero al amor, sino a la confianza.

- Dime algo Sienna ¡no te quedes callada! Por favor.

No hable, no podía, me corte. Su "Te quiero" me zumbaba los oídos aún.

Matt se desesperó, se dio la vuelta y camino.

- Espera. No te vayas, está bien, ¿Quieres escucharme? Pues me escucharas, pero no aquí, no en la calle.

Supliqué con mi mirada. Estaba muy angustiada, incierta por lo que podía pasar, pero yo también lo quería, no quería perderlo, no así.

lo haremos en mi bodega- dijo y siguió caminando, lo seguí, subimos a su auto, Matt no dijo nada, ni yo, el ambiente era tenso, el bajo del auto muy enojado, tiro la puerta de su auto bruscamente, luego baje yo, me sentía mal, triste y decepcionada, porque siempre tenía que arruinarlo?

Entramos a su bodega, el olor a pintura rápidamente inundó mis fosas nasales, todo estaba de la misma forma que recordaba, a excepción de algunos cuadros a medio pintar y otros que habían desaparecido.

¿Quieres tomar algo? No, espera mejor no, puedes vomitarlo- mi corazón dio un vuelco, me sentí peor.

Eso no era justo.

- No seas duro conmigo Matt, tú no sabes...

- Exactamente carajo! No sé nada! Nada! N-A-D-A! - gritó. No, ese no era el Matt que había conocido.

- Matt yo...

-¿Qué?

Ese grito me dio un vuelco al corazon, sus ojos se miraban oscuros, solo pensé en Rubí, en cuando me gritaba y humillada, en cuanto dolor había pasado, Matt no entendía, me harté, lleve mis manos a mi cabeza, cerré mis ojos, las voces me estaban matando, todo venía tan rápido que me mareé ya no quería sufrir, ya no.

- Yaaa! Basta! No grites! No me grites, no me humilles más, ya basta! Rubí basta!- dije al aire.

¿Rubí?- dijo Matt como un suspiro, yo abrí mis ojos y lo vi, su cara de confusión, mis ojos estaban a punto de estallar con las lágrimas, no podía más con este peso y dolor, entonces explote.

- Quieres saber la verdad? Mi verdad? Entonces escúchame Matt...

Oh no. Aquí viene el impulso de nuevo.

-Toda mi vida he luchado con lo que soy, toda mi vida me he odiado, odio mi cuerpo, odio mi rostro, odio todo de mi, odio ser insegura, odio que me vean, odio que me toquen, odio que todos me digan que soy hermosa o que soy inteligente cuando yo me siento lo contrario, no importa cuánto lo intentes, yo seguiré pensando que soy un desastre, desde pequeña he recibido burlas, la gente piensa que decirle gorda a alguien es poca cosa, pues no, duele, te destroza, cuando tú al fin puedes sentir un poquito de paz, viene alguien y te destruye con una palabra, diciéndote que te ves mal, que porque no haces ejercicios?  O te comparan con alguien más, en mi caso con mamá y con las demás chicas, creen que nosotras las gordas no tenemos sentimientos, pero la verdad es que somos las personas más vulnerables y sensibles que puede haber.
Sabes? Es tan difícil saber que nadie te quiere por lo que eres, si no que para ellos vales por tener un buen físico, que te excluyan de grupos de trabajo o de amigos, que te dañen tanto físicamente como mentalmente.

Y sabes que es lo peor de todo? Es que no puedes entenderlo, porque tú nunca recibiste burlas ni maltratos, a ti nunca te golpearon, a ti nunca te engañaron, a ti nunca te hicieron creer que estaban enamorado de ti, tu nunca te entregaste por amor, y al día siguiente colgaron el video en las redes de ti perdiendo tu virginidad con el chico más guapo y popular de el colegio, tratándolo a el como un héroe por haberse acostado con una gorda, porque era una apuesta, a ti nunca te llamaron zorra, puta, a ti nunca te dijeron que era preferible que estuvieses muerto a vivir condenado a ser una gorda para siempre.

Estaba destrozada, miraba y gritaba como una loca, mi cuerpo temblaba, Matt me miraba sin expresión, no sabía que pensaba.

Seguí hablando.

Tu no sabes que es tenerle pavor a la comida, verla y sentir que vas a engordar con solo estarla mirando, tú realmente no sabes que es luchar con tu mente y corazón, todo el tiempo me muero de hambre, pero me da miedo comer, y a veces pierdo la cabeza y como como loca, entonces vomito para sentirme mejor, pienso que eso me hará adelgazar, estoy harta que me preguntes si estoy bien, porque siempre digo que lo estoy, cuando realmente me estoy cayendo a pedazos por dentro, realmente no lo sabes Matt, no sabes que es ser Sienna, la gorda.

Estaba temblando. Había tenido otro episodio de una euforia rara, caminaba de una lado a otro, llorando sin contenerme.

Matt

El caparazón de Sienna se había caído, la vi desplomarse, desmoronarse, no sabía cómo reaccionar, mi corazón se sentía destrozado, verla así de mal me hizo querer ir y matar a todos los que la habían hecho sufrir, estaba enojado, estaba asustado mi niña, mi gordita, mi pequeña inocente tenía tanto dolor guardado, tantas heridas abiertas, estaba rota.

Me acerqué a ella, trate de abrazarla pero al principio se negó. Pataleo, me empujó, pero no la iba a soltar, entonces se desplomó en mis brazos, comenzó a llorar desmedidamente.

- Llora princesa, llora, sácalo todo, sácalo- dije tratando de ser fuerte, lo menos que podía ser era fuerte, el amor de mi vida estaba destrozado, la pegue a mi pecho, ella se aferraba a mí como si yo me fuese a escapar, su cuerpo temblaba, mi Sienna.

- Saldremos de esto juntos, lo prometo vida mía, lo prometo, no des todo por perdido, no importa cuán oscuro este, no importa si no me crees, te quiero, voy a hacerte sentir el Amor como nadie, a acompañarte, a estar contigo en la oscuridad, de día y de noche, voy a tomar tu mano, vamos a salir juntos, shhhh...no estas sola, nunca mas estarás sola- Su pecho se calmo, su llanto seso un poco.

- No-no me siento bien ... Matt...

Mire su rostro, le estaba sangrando la nariz, un sangrado muy potente, me asuste, entonces se desmayo.

- Dios mío mi amor! No me hagas esto corazón, tú no! Sienna resiste mi amor! Resiste.

Me levante y con esfuerzo la levante a ella, la tome entre mis brazos, estaba helada, salí con ella rápidamente y la coloque en la parte de atrás de mi auto, me subí rápidamente, ni siquiera podía introducir la llave, estaba nervioso, estaba asustados, no podía perder a Sienna, la queria mucho, no podía perderla.

- Resiste pequeña, resiste.

Mi nombre es SIENNA, la GORDA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora