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- No seas así, por favor Sienna ven conmigo a la fiesta de graduación, casi es fin de año, que sea este tu regalo para mi, si?-  Tamira a veces es un dolor en mi regordete trasero...

- NO! ya te dije que no! no insistas, llevas insistiendo mucho tiempo, ve tu con Rob y diviértete- conteste.

- ¿Porqué no quieres? Ni siquiera me has dado una respuesta- dijo molesta.

-Es un día único, no te gradúas del colegio todos los días, además iras con Matt...

- Basta Tami, en serio, sabes que nunca he querido ir, no me importa esa maldita fiesta plástica, además Matt y yo no estamos bien-conteste con pesar.

- Sienna.. te amo amiga, pero acepta que eres demasiado extremista, Matt te amo y confía en ti, no entiendo porque aún sigues molesta con el por lo qué pasó en el colegio, ya pasó mucho tiempo- alegó Tamira.

-Me dolió que no confiara en mí- conteste.

- Entiéndelo Sienna.. perdóname por lo que diré, sabes que tu enfermedad ha sido muy dolorosa para todos, especialmente para ti... y verte vomitar de nuevo ... a cualquiera le podía dar la impresión de que lo sigues haciendo.. pero eso no quiere decir que desconfiemos de ti, sino que nos preocupamos y que queremos que tu confíes en nosotros si algo está pasando.

La mire sería.

- Tienes razón Tami, se que la confianza de ustedes la debo recuperar poco a poco, llevo meses intentándolo, pero no pasa nada malo, creí que mamá me iba a creer, pero no lo hizo, me llevo de nuevo con el doctor, y el le confirmó que voy muy bien, mi corazón está bien, ya la gastritis está casi curada y mis defensas están bien, estoy poniendo todo de mi parte para superarlo de una sola vez, no te digo que aún no siento ansiedad ni angustia, pero las pastillas y las terapias psicológicas me están ayudando, poco a poco voy aceptándome más, el doctor hizo una prueba de sangre para ver si no tenía alguna otra enfermedad deriva de la maldita bulimia... hoy me dan la respuesta.- Mi voz se escuchaba cansada, es que estos días me había estado sintiendo así.

-No te pongas mal SI, sabes que te amamos y estaremos contigo siempre, por eso debes hablar con Matt y ya de una vez dejar tu actitud de niña infantil, demuéstrale a Matt que puedes ser una mujer para el, la mujer que el necesita, búscalo e iremos a la fiesta quieras o no, punto- habló Tamira.

Tamira es tan terca cuando se lo propone.

- No dejaras de insistir nunca ¿verdad?- dije resignada.

- No- contestó con picardía, lo sabía, sabía que había ganado.

- Está bien, iré- dije haciendo un gesto de desagrado.

- Si!- gritó Tamira y me abrazo.

~.~.~.~.~

Estaba en mi escritorio dibujando, era un regalo para Felix, estás dos semanas han sido muy lindas, lo he conocido mucho y el me ha conocido, somos parecidos, le gustan las mismas cosas que a mí, sin duda mamá tenía razón, a pesar de todo lo malo que ha pasado, el siempre le encuentra el sentido a la vida, aunque me dijo que hubo un tiempo donde todo era oscuridad para el, pero que sólo pensaba en mi y su mundo horrible se iluminaba un poco, también he visto como mira a mamá, como si no hubiese mujer más hermosa en la tierra que ella, la ama, lo se, y mamá también lo ama, pasa que ella se siente muy culpable por haberlo dejado, la conozco se culpa, pero nada que el amor de Félix y mío no puedan curar.

- Perdón que te interrumpa Sienna, abajo está tu papá- dijo Mayra, mi rostro se iluminó.

- Gracias- dije y baje rápidamente.

- Hola Felix- dije abrazándolo. Es raro, sé que le dije papá una vez, pero aún tengo que acostumbrarme a decirle papá... se lo digo a veces.

- Hola mi pequeña artista- dijo con una sonrisa.

- Me alegra tanto verte tan bien, me alegra que ahora tengas ese brillo en los ojos, lamento tanto no haber estado en los peores momentos de tu vida, lamento tanto no haber estado ahí para ti, protegiéndote de el dolor- lo decía con melancolía.

- Felix no te sientas mal, no quiero que eso te haga sentir culpable.

- ¿Porqué no me cuentas lo que pasaste? ¿No me tienes confianza?- preguntó.

- No es eso, es porque me avergüenza lo que hice, me da pena que sepas todo el daño que le cause a mamá y el que me cause, pero te juro que me estoy recuperando, estoy progresando mucho- hable con Esperanza.

- Tranquila pequeña, ya pasó, ahora lo importante es el presente, que tú sanes por completo, eres hermosa hija, única y talentosa, nunca olvides que vales por lo que eres, sé que es una frase que escuchas a menudo, pero es tan cierta, tu sonrisa no tiene precio, tu mirada inocente no se compara con nada plástico de lo que puedas ver allá en el mundo, siempre habrá alguien que ame algo de ti, no lo olvides hija- sus palabras me ponían muy feliz y llorona, últimamente me sentía muy sensible.

- Gracias Felix, te extrañe toda mi vida- dije y lo abrace de nuevo.

Estaba en mi habitación con Félix, le estaba mostrando a el algunos de los dibujos nuevos que había hecho, saque algunos que tenía guardados en una caja, y como soy un poco torpe bote algunas cosas que tenía en el armario, y el cofre que mamá me había regalado cayó al suelo.

- Genial Sienna- me dije.

- El cofre- dijo papá y camino hacia el y lo tomo entre sus manos, lo mire extrañada.

- Mamá me lo regalo junto con una collar de...

-Del llave- termino el la oración.

Estos días no había llevado el collar en mi. Lo había guardado porque estaba enojada con mamá, y se me había olvidado ponérmelo de nuevo.

- ¿Como lo sabes?- pregunte asombrada.

- Porque yo sé lo regale a Roseline - contestó.

- ¿Que? Mamá dijo que se lo había regalado su mamá, no entiendo porque me mintió en eso.

- No te enojes con tu mamá, no vayas a enojarte por favor, seguramente lo hizo porque quería que tú tuvieras una imagen un poco más buena de su mamá, conozco a Roseline ella a pesar de el trato que su mamá le dio, la amo mucho y la respeto siempre- contestó Félix.

- ¿Puedo ver la llave?- preguntó el.

- Si claro- dije, me dirigí hacia el baño donde tenía mi joyero, y la busque, me sentía feliz, tenía mucho más sentido ahora la llave, di la vuelta para regresar a donde papá y sentí como si me hubiesen movido el piso, mi visión se nubló, solo recuerdo haber visto a papá y después todo estaba negro.

Mi nombre es SIENNA, la GORDA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora