Pude ver a Todoroki en el Festival de Deportes mientras estaba lesionada en mi casa. Él estuvo increíble, aunque no ganó. En el Festival, parecía otra persona. Claramente no se asemejaba al niño que había conocido en mi infancia pero, en esta ocasión, parecía estar teniendo una guerra interna con él mismo. Todoroki no parecía estar peleando con Midoriya y Bakugo respectivamente, sino con su lado izquierdo. Y aquello me producía algo de preocupación.
Cuando terminó el Festival de Deportes, yo estaba lo suficientemente recuperada como para regresar a la academia, aunque no podía realizar actividades físicas complejas. Unos días antes del Festival, villanos atacaron la academia U.A. Algunos de ellos se desplazaron a otras instalaciones, como el villano que me atacó. Yo estaba caminando cerca de unos edificios de entrenamiento, ya que debía llevar unos papeles a la administración, que se ubicaba en la otra punta del campus. El villano era de color negro y tenía un aspecto viscozo, por lo que podía camuflarse en la oscuridad. De un momento a otro, se tiró sobre mí. Intenté librarme sin usar mi Particularidad, pero era muchísimo más fuerte que yo. Busqué a mi alrededor a alguien que pudiera ayudarme, pero parecíamos estar solos. Decidí que debía usar mi Particularidad, o al menos intentarlo. Quité mi mano de debajo de su cuerpo e intenté apuntar mi palma hacia él, y así la sangre de mi cuerpo lo impactaría. Moví mi mano hacia ambos lados, hacia abajo, hacia arriba... Pero no pude dar en el blanco y, aunque la sangre salía de mi palma continuamente, no lograba hacerle ni un sólo rasguño. Era frustrante.
A los segundos, perdí la consciencia.
Me desmayé producto de una hemorragia, y un joven de la clase 1-A me encontró y llevó a la enfermería. Ese es el lado negativo de mi Particularidad: sólo puedo usarla por unos cuantos minutos y, cuando me excedo, me lleva muchísimo tiempo recuperarme.
Al despertar, Recovery Girl me informó sobre lo que aquel joven había visto: el villano ya había desaparecido cuando él llegó. Y aquello fue lo único que pude averiguar sobre lo ocurrido.
El día en el que los villanos atacaron la academia las clases se cancelaron. Regresé a mi hogar sientiéndome débil, tanto en mi interior como físicamente. Al día siguiente, no hubo mejora. Ni al siguiente, por lo que no asistí al Festival de Deportes. En consecuencia, perdí mi oportunidad de darme a conocer por los Profesionales.
Luego del Festival de Deportes, pasaron dos días hasta que las clases comenzaron. Era una mañana lluviosa y yo podía finalmente asistir a la academia.
En general, las clases en la división 1-C no eran interesantes y ese día no parecía ser la excepción.
Pasé mis clases sola. Todos mis compañeros de división sabían sobre mi Particularidad. La mayoría de ellos pensaba que era una Particularidad desagradable, y no querían acercarse a mí. Tampoco podía culparlos: poder sacar sangre de tu cuerpo y utilizarla como arma no era la cosa más linda estéticamente. Por mí parte, nunca había sido buena integrándome a un grupo de personas.
De algún modo, era una marginada dentro de la academia.
Había llegado la hora de volver a casa. Guardé mis cosas en mi mochila y salí de la clase. Caminé por los pasillos de la academia mientras observaba por las amplias ventanas que la lluvia ya había cesado y que el cielo estaba de un color amarillo. Pasé delante de la división 1-B y luego 1-A, las cuales estaban transitadas por muchísimos más alumnos que la 1-C. Pude reconocer los rostros de algunos alumnos que habían participado en el Festival de Deportes.
"Ese cabello..."
Una voz parecía haber dicho aquello. Estaba casi segura de haber escuchado a una persona decirlo, pero había un pequeño murmullo de voces en ambas divisiones, por lo que probablemente había sido mi imaginación.
Mi cabello. Era corto, con ondas y de un color rojo, no como una zanahoria, sino tan oscuro como la sangre oxigenada... lo que tenía mucho sentido. Era excéntrico. En realidad, en un mundo donde las personas nacían con poderes únicos, nada podía ser lo suficientemente excéntrico.
Llegué a los casilleros de la salida. Guardé los zapatos que tenía puestos, me puse los que estaban guardados y comencé a buscar el paraguas que había llevado en la mañana. Observé todos los que habían allí, que pertenecían a otros estudiantes.
"Negro... Mi paraguas es negro, como casi la mayoría de ellos. Fue una mala elección de color", pensé.
Luego de unos segundos, lo encontré. Mientras sujetaba mi paraguas, sentí una mano helada posarse sobre mi hombro. Y ésta me giró bruscamente. El corazón me dio un vuelco cuando vi que la persona frente a mí era Todoroki. Abrí mis ojos con sorpresa, y quizá algo de temor.
Todoroki no era de esas personas que con mirarlas al rostro sabías qué estaban pensando, y el hecho de que me estuviera observando fijamente y con una mirada vacía no ayudaba.
Pasaron unos segundos hasta que habló:
—No sabía que habías vuelto.
Lo único que salió de su boca fueron esas cinco palabras. Comencé a sentir que mi corazón latía cada vez más rápido, no podía saber si Todoroki estaba enojado o no y la incertidumbre me estaba carcomiendo.
—He... regresado en primavera—respondí, mirando detrás de él e intentando esquivar su mirada.
Todoroki quitó su mano de mi hombro. Cuando volví mi vista hacia él, me pareció ver un extraño vacío en sus ojos.
—No te he dicho que he vuelto porque... no he podido hacerlo. Me hubiera gustado hacerlo pero no he podido. Lo siento, Todoroki—dije, y luego hice una reverencia en señal de disculpa.
Fui sincera. Cuando me había mudado de ciudad, no hablabámos muy seguido. Y, cuando regresé, no me sentía lo suficientemente segura para acercarme y decirle.
—Entiendo—soltó, luego de unos segundos de pensar. —Volvamos a casa juntos.
—¿Q-Qué?
Todoroki ya había comenzado a caminar lentamente hacia la salida, con las manos en sus bolsillos y la mirada en el suelo. Sujeté mi paraguas con fuerza y me acerqué rápidamente a él, mientras pensaba en cómo le diría que mi casa ahora quedaba en la punta opuesta de la ciudad.
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Tipo O [Todoroki x tú]
FanfictionTodoroki y tú eran vecinos y amigos de la infancia. Cuando Todoroki desarrolló su Particularidad, a los cuatro años, Endeavor le prohibió relacionarse con otras personas para entrenarlo día y noche. Cuando tenías once años, y sin poder despedirte, t...