Capítulo 31

20.8K 2K 255
                                    


—Perfecto—había dicho Endeavor. Tenía una pequeña sonrisa burlona y hablaba con un deje de soberbia. —Hoy comienza tu entrenamiento.
   Y yo había asentido, segura de que podría con todo. Pero fui ingenua, y no supe ver que aquella decisión me iba a cambiar la vida.
   Nunca antes me había sometido a un entrenamiento como aquel. En la clase 1-C, los profesores se tomaban los ejercicios con calma y nos daban tiempo para resolverlos. Aunque entrenar con Todoroki era agotador, él no podía compararse con su padre: Endeavor nos llevaba al límite. Yo regresaba tan cansada a casa que tiraba las llaves sobre una mesita en la entrada y me acostaba a dormir sin cenar.
   Además de Todoroki y yo, Endeavor había reclutado a cinco estudiantes más: Denki Kaminari, Eijiro Kirishima, Fumikage Tokoyami, Tsuyu Asui y Tetsutetsu Tetsutetsu. En consecuencia, yo era la única alumna de la clase 1-C.


   Una tarde estábamos entrenando en la agencia cuando sonó el teléfono. Endeavor atendió.
—¿Dónde?—se le oía decir. —¿Cuántos son? Sí, sí, ahí estaremos... ¡Héroes! —nos gritó. —Prepárense.
   Como estábamos usando nuestros trajes y no el uniforme de U.A., simplemente corrimos a la puerta y, con paso acelerado, caminamos por la calle: el villano que buscábamos estaba a tan sólo un par de cuadras.
   Un transeúnte había llamado a la agencia desde una cabina telefónica. Un villano estaba persiguiéndolo y en el medio de la desesperación se había escondido allí. Marcó el número y con voz temblorosa habló con Endeavor.
   Cuando llegamos, nos encontramos con un hombre, de alrededor de 30 años, resguardado en una cabina telefónica junto a un edificio abandonado. El villano, que parecía ser una mezcla entre un cangrejo y una cucaracha, golpeaba el vidrio con sus patas crujientes e intentaba romperlo. Estaba a punto de estallar y hacerse añicos cuando Kaminari y Tetsutetsu se lanzaron sobre él. Lograron aturdirlo por unos segundos, pero no vencerlo: era un villano gigante, de unos cinco metros de altura. El villano se los quitó de encima, los tomó con sus patas y los revoleó dos o tres cuadras más lejos.
—¡Denki! ¡Tetsutetsu! —gritó Kirishima, y salió corriendo detrás de ellos.
—¡Eijiro Kirishima! ¡Ven aquí! —dijo Endeavor con enojo, pero fue demasiado tarde: Kirishima no llegó a oírlo. —Fumikage Tokoyami, atácalo.
—Sí, señor —dijo Tokoyami, y obedeció las órdenes de Endeavor.
   Con su Particularidad atacó al villano y esta vez sí fue un golpe duro: cayó al suelo sobre su espalda y eso dio tiempo a Todoroki de acercarse y lanzar una ola de hielo.
   El villano se sacudió y convirtió el hielo en pequeños pedazos filosos. Todoroki se alejó un segundo antes y evitó ser lastimado.
   Tsuyu aprovechó y tomó aquellos pedazos filosos: los lanzó con su lengua, mientras Tokoyami lo atacó con su Particularidad una vez más. Con mi sangre yo formé una navaja gigante y se la pasé a Tsuyu, quien se la arrojó al villano. Esta vez le formó una herida en el estómago. Furioso, decía:
—¡No les tengo miedo! ¡Atáquenme! ¡No les tengo miedo!
    En ese momento tomó la cabina telefónica y, con el hombre dentro, la revoleó por aire como había hecho con Kaminari y Tetsutetsu. El hombre gritó y lo vimos desaparecer detrás de unos edificios.
—¡Tokoyami y Asui! ¡Ya han hecho suficiente! ¡Vayan a buscarlo!—espetó Endeavor. Con sus manos formó una ráfaga de fuego enorme. —¡Hijo, ayúdame! ¡Ahora!
    Tsuyu y Tokoyami se fueron corriendo. Todoroki formó otra ráfaga de fuego y las unieron en un sólo ataque. El villano volvió a caerse y esta vez se levantó con dificultad.
   —T/A, acércate —me dijo Endeavor. —Atácalo de cerca.
   Entonces tuve una idea.
   Asentí y me metí en el edificio abandonado. Subí las escaleras corriendo y me acerqué a la ventana. De ese modo el villano y yo estábamos a la misma altura.
—¡Pelirroja! —me gritó el villano. —Atácame si te atreves.
   Fruncí el ceño. Concentré todas mis fuerzas y creé otra navaja gigante. La lancé a su ojo izquierdo.
    Entonces ocurrió algo extraño: el villano comenzó a reírse. Se quitó la navaja del ojo y la revoleó. Esquivó el ataque siguiente de Todoroki y Endeavor. Comenzó a acercarse al edificio y metió sus patas. Yo intenté correr, pero él me persiguió hasta tomarme por la cintura. Me acercó a su ojo derecho, el único por donde podía ver.
—¡Hija de puta! —gritó.
   Se preparó para lanzarme por el aire y yo cerré los ojos. Podría caer en cualquier lado y fracturarme todos los huesos, o cortarme con una cerca de púas y vidrios, o caer frente a un auto en movimiento. Sentía mi corazón latir con fuerza.
   Entonces Todoroki formó otra ola de hielo y se subió a la punta de ella. Cuando estuvo frente a frente con el villano, lo miró fijo y le congeló el ojo derecho hasta dejarlo ciego.
    Yo abrí los ojos. El villano se tambaleó y me soltó. Creí que caería sobre la acera y me lastimaría.
    Sin embargo, Todoroki formó una ola más baja y me atajó con sus brazos. Sentí su cuerpo alrededor del mío y al instante me tranquilicé. Lo miré a los ojos y, por un segundo, me perdí en su mirada y en la magia de sus ojos.
—Gracias—balbuceé.
—¿Estás segura que estás bien?
—S-Sí.
    Todoroki asintió y me bajó. Me paré sobre su ola de hielo y juntos observamos cómo el villano se alejaba corriendo.

Tipo O [Todoroki x tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora