Capítulo 33

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   Habían pasado dos semanas desde que yo ascendí a la clase 1-A, y el proceso de adaptación no fue difícil. Gracias al entrenamiento con Endeavor, estaba más que preparada para las actividades. Además, lo teórico siempre se me había dado bien, pues se basaba en tomar muchos apuntes y estudiar un poco cada día. Y yo mantenía aquella rutina. Por eso mismo, me llevó poco tiempo consagrarme como una de las mejores alumnas de la clase.
   Un día estaba en un recreo, sola en mi asiento, leyendo una historia en mi celular cuando Todoroki se acercó y se sentó en mi escritorio.
   —Hola—me dijo, y yo levanté la vista del celular.
   —Oh, hola—dije.
   Se formó un silencio incómodo. Le sonreí y, para romper el hielo, le pregunté:
   —¿Cómo estás?
   —Bien, ¿y tú?
   —Bien.
   Se formó otro silencio incómodo.
    —Bueno, me estoy adaptando a la clase 1-A—balbuceé. —Pero creo que voy por buen camino, ¿no?
    —Por supuesto. Los profesores están gratamente sorprendidos con tu progreso. Tienen mucha fe en ti.
    —¿Así lo crees?
    —Por supuesto.
    —¿O lo sabes con certeza?
    —En realidad... —Todoroki bajó el tono de voz. —Mi padre me lo contó anoche. Oyó hablar a los profesores hace unos días.
      Yo sonreí, orgullosa de mí misma. De solo pensar en que lo estaba logrando me levantaba el ánimo.
    —Gracias por contarme—dije.
    —No hay de qué.
    Se formó otro silencio incómodo.
    —¿Sabes...? —murmuró Todoroki, en un intento de decir algo. —Yo...
     —¿Sí?—dije, mientras Todoroki se ponía rojo como un tomate.
     ¿Está por preguntarme lo que tanto espero que me pregunte?, pensé.
     —Yo... Me preguntaba si querías seguir entrenando conmigo. Por las tardes, en el parque. Como hacíamos antes.
     Rayos, me dije a mí misma.
     —Me parece perfecto—respondí. —¿Empezamos hoy a la tarde?
     —Sí, hoy a la tarde. —Todoroki se levantó del escritorio y caminó hacia su asiento.
    En ese momento entró Izuku Midoriya al salón de clases y comenzaron a conversar.
     Yo me levanté y caminé hacia la puerta, con la intención de ir al baño. Entonces oí a una voz exclamar:
    —Qué hermosa sonrisa.
    Yo seguía sonriendo después de la conversación que había tenido con Todoroki.
     Volteé a ver de quién se trataba y me encontré con aquel cabello puntiagudo y aquellos ojos rojos que ardían con una llama de fuego. Tenía una mueca de superioridad en el rostro.
    Era Katsuki Bakugou.
     Intenté ignorarlo, pero él se levantó de su asiento y se paró en frente de mí.
    —¿Adónde vas?
    —Solo quiero ir al baño.
    —No voy a dejarte pasar.
    —¿Por qué no?
    —Porque quiero hablar contigo.
    —Pues dime lo que tengas que decirme.
     Bakugou gruñó.
     —Quiero hablar contigo, pero a solas.
     Su tono de voz, tan serio y obstinado, me asustó.
    —No quiero—respondí.
    —Entonces me oirás aquí.
    —¡Solo déjame pasar!
    —¡No! Escúchame. —Lo miré a los ojos, y me encontré que su mirada ardía: eran llamas de un fuego descontrolado. —Creo que cometiste un error al romper conmigo. Y yo ya te he perdonado por ello. Pero quiero una segunda oportunidad.
     —¿Una segunda oportunidad?—repetí, anonadada.
    —Sí.
    —Olvídalo.
    —¿Que lo olvide? ¿Me estás rechazando?
    —Bakugou, no quiero nada contigo...
    Bakugou apretó los puños a ambos lados de su cuerpo. Noté que el salón estaba en silencio, y que todos nuestros compañeros estaban observándonos.
    —¡Tú estás enamorada de mí, solo que aún no lo sabes!—me gritó.
    —Déjame en paz—dije.
    En ese momento Bakugou me tomó por la muñeca. Pero solo duró un instante, pues alguien le pegó una cachatada y lo hizo tambalearse. Yo me alejé unos pasos, shockeada y confundida.
    Antes de que pudiera darme cuenta, Todoroki estaba sobre Bakugou, golpeándolo. Bakugou gritó de la furia e hizo explotar una bomba, que Todoroki pudo esquivar. Continuó explotando bombas pequeñas pero peligrosas hasta desestabilizar a Todoroki. Cayó al suelo y Bakugou se tiró sobre él, para luego romperle la nariz de un golpe. Todoroki se enfureció aún más y utilizó su Particularidad: congeló las manos de Bakugou hasta convertirlas en dos bloques de hielo. Sin embargo, él utilizó aquellos bloques para continuar golpeando a Todoroki.
    En ese momento Tsuyu y Tokoyami intervinieron. Ella tomó a Bakugou con su lengua y envolvió su cuerpo hasta dejarlo inmóvil, como si de una soga se tratara. Tokoyami, por su lado, agarró a Todoroki por la cintura y lo atrajo a su cuerpo.
    —¡Déjame ir! —decía Bakugou a Tsuyu. —¡Déjame que me defienda de ese hijo de perra!
     —Voy a matarlo—dijo Todoroki. —¡Voy a matarlo! ¡Ella te dijo que la dejaras en paz!
    —¡A ti te molesta saber que ella está enamorada de mí!
    —¡Mentira! ¡Déjala en paz!
    —¡No! ¡Ella me dará una segunda oportunidad!
    Entonces yo irrumpí en la escena.
    —¡Paren!—dije. —Basta de pelearse.
    —Diles lo que sientes por mí, T/A—me decía Bakugou. —Diles.
     —No siento nada por ti, Bakugou. Así que cállate. —Me acerqué a Todoroki y toqué su nariz ensangrentada. —Creo que está rota...
     Todoroki soltó un quejido de dolor.
    —Duele—murmuró.
  —Lo sé. Te llevaremos a la enfermería, ¿sí? Estarás bien.

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¡Aviso importante! Me preguntan constantemente cuándo actualizaré, así que quiero decirles que voy a subir capítulo cada miércoles <3
Además, estoy planificando otra historia, que pienso publicar después de que finalice Tipo O. A ver si adivinan de qué personaje se va a tratar...

Tipo O [Todoroki x tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora