Cuando salí de la cancha, todavía podía sentir al escudo y la espada en mis manos. La sangre recorriendo mi piel y pegándose. La seguridad en mí misma y la esperanza.
La realidad era que tanto el escudo como la espada desaparecieron luego de que finalizara el duelo, y no hubiera ningún ataque inminente, como cada vez que utilizaba mi sangre. Primero comenzaba a desprender un humo inodoro, para después de unos segundos esfumarse por completo sin dejar ningún rastro.
Sin embargo, aquella sensación se quedó conmigo mientras caminaba por los pasillos internos de U.A. y me dirigía a las tribunas, ya que los duelos no habían terminado. El público, compuesto por alumnos, estaba concentrado en el duelo de Todoroki y Midoriya. Éste recién comenzaba, y parecía que tendría para rato. Ambos eran muy habilidosos en el arte de no dejarse afectar por los ataques del otro.
Recorrí los asientos con la mirada, en busca de uno disponible, pero no parecía haber ninguno por allí. Supe que tendría que alejarme hasta donde estaban la mayoría de los alumnos de mi clase para encontrar uno, y que no podría sentarme cerca de la clase 1-A y de Todoroki. Caminé hacia allí, intentando mezclarme con los demás alumnos.
Encontrar un asiento disponible en esa parte de las tribunas fue sencillo. Me senté en el primero que vi libre, quedando al lado de dos alumnos de la clase 1-C. Sin embargo, antes de siquiera pudiera verles el rostro y reconocerlos, se levantaron de sus asientos y se fueron.
Intenté convencerme de que no se levantaron porque yo me había sentado junto a ellos. Quizá debían ir al baño, o se habían cansado de ver los duelos... Que tuvieran que ir a una sala de espera sería una posibilidad si no fuera porque Shinso y yo éramos los únicos de la clase 1-C que continuábamos en los duelos.
Luego de unos minutos, mis intentos por convencerme se fueron al traste. Mientras veía el duelo de Todoroki y Midoriya, oí a un chico de mi clase decir:
—¡Eh, villana! —En ese momento sentí que algo me golpeaba en el hombro. Volteé a ver de qué se trataba, y me encontré con un chico de mi clase. Tenía las piernas cruzadas frente a él y estaba casi recostado sobre el asiento. Era alto y tenía anchos hombros, el uniforme de gimnasia que todos llevábamos, y un cabello oscuro revuelto. Había una marca en forma de cruz en su frente, cerca de su entrecejo, que resaltaba por su extrañeza. Lo miré confundida. —Sí, te estoy hablando a ti, pelirroja. —Descruzó sus piernas y encorvó su espalda para poder acercar su rostro al mío. Apoyó sus codos en sus rodillas. —Tu actuación de recién fue grotesca. La tenías planeada, ¿verdad?
Me di la vuelta al instante. Intenté concentrarme en el duelo de Midoriya y Todoroki.
—No me ignores, pelirroja—continuó. Se levantó de su asiento y saltó a los asientos vacíos junto a mí. Se dejó caer en uno de ellos. —¿Cómo puede ser que hayas formado un escudo y una espada con tu sangre, villana? Jamás habías hecho algo parecido en clase. ¿Es que lo querías guardar para ti? Porque ocultar tus habilidades es hacer trampa. Eso es lo que hacen los villanos. —Hizo énfasis en la palabra "eso" mientras bajaba su voz gradualmente hasta que ésta se volvió un susurro. —Di algo, villana. —Continué ignorándolo. —Tu Particularidad es un asco, ¿lo sabías? No sé qué haces en U.A. Deberías...
Antes de que pudiera terminar de hablar, me levanté de mi asiento. Comencé a subir las tribunas, dirigiéndome a la salida que me llevaría a los pasillos internos. Mientras tanto, oí cómo el duelo de Midoriya y Todoroki finalizaba, con Midoriya como vencedor. Debía dirigirme a la sala de espera rápidamente, ya que el siguiente duelo éramos Shinso y yo. Y, además, ya me estaba cansando de escuchar las barbaridades que decía aquel chico de mi clase.
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Tipo O [Todoroki x tú]
FanfictionTodoroki y tú eran vecinos y amigos de la infancia. Cuando Todoroki desarrolló su Particularidad, a los cuatro años, Endeavor le prohibió relacionarse con otras personas para entrenarlo día y noche. Cuando tenías once años, y sin poder despedirte, t...