Capítulo 19

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      Bakugou abrió levemente la boca con sorpresa. Sus ojos comenzaron a arder, mientras su ceño se fruncía y explosiones surgían de sus manos. No dejó de observarme ni por un segundo mientras éstas estallaban entre nosotros, como si de fuegos artificiales se tratara.
      Me alejé unos pasos de él, alarmada.
—¡Bakugou!—grité, esperando a que reaccionara. —¡Bakugou! ¿Qué haces?
      Él bajó la vista a sus manos, y rápidamente apagó las explosiones en ellas. Me quedé donde estaba, sin ánimos de volver a acercarme a Bakugou. Él levantó la vista, esta vez con sus labios como una fina línea y los ojos vacíos.
—¡No puedes dejarme!
—Bakugou...—susurré. —No quiero... continuar intentándolo.
—¿Intentándolo?—repitió, mientras se acercaba a mí. —¡Lo nuestro tenía futuro!
      Negué con la cabeza. Bakugou se terminó de acercar y apoyó sus manos en mis hombros. Desvié la mirada a los autos que pasaban junto a nosotros.
—No siento lo mismo que tú sientes por mí...
—Me odias—dijo Bakugou, acercando su rostro al mío. Él se encontraba a tan sólo unos centímetros de mí. —¿Verdad?
—No. No te odio, Bakugou.
—¿Entonces? ¿Por qué mierda dices que terminemos? ¡Estábamos perfectamente bien!
      Negué con la cabeza, y conté hasta tres antes de mirar a Bakugou a los ojos.
—No quiero estar en una relación contigo. Eso es todo.
      Bakugou me observó durante unos segundos, mudo. Luego, sacó sus manos de mis hombros con agresividad y soltó:
—Vete a la mierda.
      Se dio la vuelta y, con las manos en sus bolsillos, comenzó a caminar.
      Lo observé alejarse durante unos segundos, hasta que su figura desapareció en la distancia.
        Se formó un nudo en mi garganta. Me di la vuelta para regresar a casa, sintiéndome culpable y aliviada por haber sido sincera con Bakugou.

      Los días pasaron y el tiempo comenzó a calmar mi dolor y a hacerme sentir menos culpable. No tuve noticias de Bakugou los días restantes y, para cuando terminaron las vacaciones, ya me sentía bien otra vez.
      Cuando regresé a U.A., el día estaba soleado. Observando el cielo mientras me acercaba caminando al gran edificio, pensé que ese día era perfecto para volver a entrenar con Todoroki.
      Entré a U.A. Cambié mis zapatos y me dirigí a la clase 1-C con tranquilidad y de buen ánimo. Caminando hacia allí, pasé frente a la clase 1-A. Aceleré un poco el paso, ya que no quería encontrarme con Bakugou. ¿Cómo estaba? ¿Había podido digerir la noticia? Aunque no quería cruzármelo, aquellas preguntas continuaban dando vueltas por mi cabeza.
      Cuando estaba llegando a la clase 1-C, distraída en mis pensamientos, noté que había algunas personas frente a la puerta. Me acerqué, curiosa de saber qué había ocurrido. Para mi sorpresa, cuando estaba a tan sólo unos pasos de aquellas personas, un grito de alegría anunció mi llegada.
—¡T/A!—gritó Mina con energía, mientras se acercaba a mí y me saludaba. —¿Cómo has estado?—preguntó.
—¿Yo? Bien, en mis vacaciones he...—comencé, pero fui interrumpida por Mina.
—Me he enterado de que has terminado con Bakugou.
—Oh—solté, sorprendida. —Sí, es cierto. ¿Cómo lo sabes?
—Bakugou le ha dicho a Kirishima, y él me ha contado a mí—explicó, mientras Uraraka, Tsuyu y Hagakure se acercaban a nosotras. —¿Por qué terminaron?—continuó Mina.
—Sí, ¿por qué terminaron Bakugou y tú?—la apoyó Uraraka.
—¡Se veían muy bien juntos!—dijo Hagakure.
—Y Bakugou parecía estar esforzándose para que la relación funcionara...—murmuró Tsuyu.
      Me quedé en silencio durante unos segundos, sin saber qué responder.
—Lo nuestro no estaba funcionando—comencé a decir, con sinceridad. —A mí no me gusta Bakugou...
—¿Entonces por qué comenzaron a salir?—preguntó Uraraka, extrañada.
—Lo estábamos intentando—murmuré, observando el suelo.
      Uraraka y Mina asintieron, mientras sonaba el timbre que indicaba el comienzo de la hora de clases. Hagakure, Uraraka y Mina se despidieron rápidamente, y dijeron que hablaríamos luego, en algún descanso. Prometí que las buscaría. Luego, comenzaron a caminar a un paso acelerado a la clase 1-A.
—He visto a Bakugou hace unos minutos, y está extraño—dijo Tsuyu, todavía a mi lado. La observé sorprendida, pensando en por qué no se había ido junto a Uraraka, Mina y Hagakure. —Realmente le interesas, T/A.
—Tsuyu, yo no siento lo mismo...
—Lo sé—dijo, observándome con sus grandes ojos. —Pero intenta quedar en buenos términos con él.
      Lo pensé durante unos segundos, para luego asentir.
—Lo intentaré. Hablamos luego—dije, mientras saludaba a Tsuyu con la mano. Le sonreí, antes de entrar en la clase 1-C.
      "Tal vez deba escuchar más a Tsuyu", pensé.  "Ella da buenos consejos."

      Las horas pasaron y mis clases transcurrieron con tranquilidad. Pasé mis descansos conversando con Mina, Uraraka, Hagakure y Tsuyu. Aunque, extrañamente, no encontré a Jiro y Yaoyorozu por ningún lado. No fue hasta cuando llegó la hora de irme que me enteré qué estaba ocurriendo.
      Me dirigí a la clase 1-A, ya que iba a preguntar a Todoroki si continuaríamos entrenando, y esperé a que saliera durante unos minutos. Como siempre, Todoroki no era el primero en salir de la clase. Mientras lo esperaba, Yaoyorozu apareció en la puerta.
      Me sorprendí al verla salir rápido de la clase, y la saludé inmediatamente con una sonrisa. Ella me observó, muda. Pasaron unos segundos en los que Yaoyorozu no decía una sola palabra. Mi preocupación creció, mientras la sonrisa en mi rostro desaparecía y mi mano alzada caía a un lado de mi cuerpo.
—Yaoyorozu...—dije, mientras me acercaba unos pasos a ella. —¿Está todo bien?
      Me observó durante otros segundos, y yo comenzaba a desesperarme.
—Sí—respondió, firme.
      Luego, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida con tranquilidad. La observé alejarse, para luego apoyarme sobre la pared.
      "Qué extraño", pensé. "Habrá tenido un mal día."
      Sumida en mis pensamientos, escuché cómo un revuelo se formaba dentro de la clase 1-A. Oí a Mina exclamar el nombre de Yaoyorozu y preguntar dónde estaba ella.
—¿Momo?—dijo. —¿Han visto a Momo?—preguntó, aunque no podía saber a quién. Yo no quería entrar a la clase 1-A por miedo a que siguiera Bakugou allí. —¡Ella estaba justo aquí! ¿No la han visto?
—Se acaba de ir—dijo una voz, y parecía ser Kirishima el dueño de ésta.
—¡No puede ser!—continuó Mina, mientras yo la escuchaba acercarse a la puerta.
      Mina, efectivamente, salió de la clase a toda velocidad. Miró a ambos lados del pasillo, y a los segundos notó que yo estaba allí.
—¡T/A!—dijo, mientras se acercaba a mí. —¿Has visto a Momo?
—Sí, recién ha salido de la clase...
—¿Fue hacia la salida?
      Asentí, confundida. El rostro de Mina estaba a unos centímetros de mí, y sus ojos mostraban una profunda preocupación.
—Mina—comencé—, ¿qué ocurre?
—Momo necesita apoyo.
—¿Apoyo? ¿Por qué?
—Todoroki ha terminado con ella.
     

Tipo O [Todoroki x tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora