—¿Estás segura que quieres usar tu Particularidad?—me preguntó Todoroki, por enésima vez desde que le había tirado la bomba.
—Sí.
Me observaba inseguro, sin tener la certeneza de que fuera buena idea. De todas formas, no importaba cuántas veces me preguntara si estaba segura porque yo no iba a cambiar de opinión.
—Está bien—dijo finalmente, luego de algunos minutos.
Me levanté del suelo, sacudí el pasto de mi ropa y me preparé para atacar. Todoroki me observaba, atento, con sus brazos a ambos lados del cuerpo. Respiré hondo, y dejé salir la sangre de mi cuerpo.
Con mis brazos estirados frente a mí, dejé salir sangre de las palmas de mis manos, directo hacia Todoroki. Él esquivó mi ataque moviéndose a la izquierda y, como respuesta, volví a dispararle. Todoroki logró moverse rápidamente hacia la derecha, mientras yo apuntaba a su cuerpo en movimiento. Volví a disparar mientras él corría hacia mí. Esta vez fui más rápida y golpeé el hombro izquierdo de Todoroki, el cual quedó sucio de sangre. Él se tambaleó levemente, pero continuó avanzando hacia mí. Retrocedí torpemente. Cuando Todoroki me alcanzó, quedando a mi derecha, apunté a su cuerpo y disparé. Esta vez logré darle. Su mejilla derecha y cabello quedaron llenos de sangre, justo alrededor de su quemadura. Todoroki se paralizó por unos segundos y, como estábamos a unos centímetros de distancia, aproveché esa oportunidad para tomar su brazo derecho y jalar de éste. Intenté tirar a Todoroki al suelo, pero él se adelantó: tomó mis dos brazos y tiró de mí, haciéndome dar una vuelta sobre él hasta caer. Solté un gruñido de dolor. Desde el suelo, podía ver la espalda de Todoroki. Él estaba respirando pesadamente. Esperé unos segundos a que se diera la vuelta y volviera a atacarme, pero Todoroki parecía haber considerado que la batalla estaba terminada. Pero yo no me había rendido.
Sin moverme de donde estaba, levanté mi brazo derecho y me preparé para que la sangre saliera de la palma de mi mano. Apunté a la espalda de Todoroki, cerca de su cuello, y disparé.
Todoroki se tambaleó, y cayó al suelo de rodillas. Tocó su cuello con su mano derecha y, sorprendido, se dio la vuelta para observarme. Miré a Todoroki con una sonrisa de victoria, y él me sonrió de vuelta.
No podía creer lo que estaba viendo. Todoroki se veía realmente hermoso. Lo único que deseaba en ese momento era que esa sonrisa no desapareciera de su rostro.
—Me rindo—soltó, imitando lo que yo solía decir cuando no podía vencerlo.
—Entonces he ganado—murmuré.
Todoroki asintió, mientras se acercaba más a mí, quedando cara a cara. Ambos continuábamos en el pasto.
—Manejas tu Particularidad muy bien.
—Debías tener expectativas bajas de mí.
Todoroki negó con la cabeza.
—No te estaba subestimando—dijo—, pero no esperaba ese último ataque.
—Habías bajado la guardia...
—Sí. No le cuentes a nadie que he hecho algo así.
—No lo haré.
—Lo sé.
Sonreí a Todoroki una vez más. Luego, observé al cielo, el cual estaba de un color anaranjado. Ya casi llegaba el atardecer.
—¿Continuamos entrenando mañana?—dijo Todoroki, casi leyendo mis pensamientos.
—Sí, se está haciendo tarde.
Recogimos nuestras mochilas y caminamos sobre nuestros pasos, por el camino de tierra. Pasamos donde anteriormente estaba aquel pequeño gato, aunque esta vez no se encontraba allí. Todoroki me acompañó hasta la estación de tren, donde nos despedimos. Y regresé a mi hogar, sintiéndome mejor respecto a mi Particularidad
¿Llegaría el día en el que podría sacar provecho de ésta completamente?Al día siguiente, llovió desde el amanecer. No era una tormenta fuerte, pero sí duró todo el día. Y, cuando terminaron las clases, la situación no había cambiado.
Salí de la clase 1-C y fui directo a la división 1-A, sin pasar por los vestuarios. Lo más probable era que ese día no pudiera entrenar con Todoroki, por lo que no tenía sentido que me pusiera el uniforme de gimnasia.
Esperé durante unos minutos a que la clase terminara. Cuando la puerta se abrió, uno de los primeros alumnos en salir fue Kirishima. Me saludó antes de dirigirse a la entrada, caminando con tranquilidad. Luego de unos minutos, salió Todoroki.
Notó rápidamente que yo seguía vestida con el uniforme de clases y entendió lo que estaba ocurriendo. Todoroki dijo que al día siguiente entrenaríamos, y que aprovechara aquella tarde para descansar. Él me comentó que tenía cosas que hacer, y que debía irse rápidamente de allí. Asentí y nos despedimos. Luego, Todoroki se fue caminando hacia la salida a un paso acelerado.
Observé por el ventanal a mi lado la lluvia. Me alegraba de haber llevado paraguas ese día.
Mientras pensaba en qué podría hacer en la tarde, y me dirigía a la entrada, una mano tomó mi muñeca. Me volteé con sorpresa para ver de quién se trataba, y me encontré con una chica de piel y cabello rosa, con cuernos y ojos negros y amarillos. Ella sonrió.
—Hola, ¿estás libre hoy?
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Tipo O [Todoroki x tú]
FanficTodoroki y tú eran vecinos y amigos de la infancia. Cuando Todoroki desarrolló su Particularidad, a los cuatro años, Endeavor le prohibió relacionarse con otras personas para entrenarlo día y noche. Cuando tenías once años, y sin poder despedirte, t...