Tipo O [Todoroki x tú]

Epílogo

   —¡T/N! ¡T/N!—me dijo Uraraka. —¡Estamos llegando tarde!
   —¡Tienes razón!—dije. —¡Corramos!
   Trotamos hasta llegar a U.A. Nos cambiamos los zapatos, pasamos por los casilleros y corrimos por el pasillo. Entramos en el salón de la clase 1-A justo en el momento en que sonaba la campana. Cerraron la puerta detrás de nosotras y nos acercamos a nuestros asientos respirando pesadamente y con la lengua afuera.
    —Las únicas que faltaban—dijo Aizawa. —Daremos comienzo al recuperatorio del último examen de biología.

   —¡T/N!—dijo Uraraka, mientras me abrazaba con fuerza. —¡Aprobamos!
   Asentí y le sonreí. Estábamos viendo la pizarra con las notas del recuperatorio.
   —Sí—dije. —Me avergüenza haber desaprobado un examen tan fácil...
   —¡No lo pienses así!—me contestó Uraraka, siempre positiva.
   —Es cierto—dijo una voz familiar, y ambas volteamos a ver. —Todas sabemos que no desaprobaste porque te resultó difícil, T/N—continuó Yaoyorozu.
    —Claro—dijo Jiro, que estaba junto a Yaoyorozu. —Fue por culpa de Todoroki. No puedes dejar de pensar en él...
     —¡Eso no es cierto!—dije, y me sonrojé terriblemente.
     Tsuyu bajó las escaleras, nos saludó y nos preguntó si queríamos subir a la terraza con ella. Las cuatro aceptamos.
     Cuando llegamos, Mina y Hagakure ya estaban allí. Dejamos nuestras mochilas a un costado y nos tiramos en el suelo a tomar sol.
     La tarde estaba fantástica. Había pocas nubes en el cielo, y el sol brillaba con intensidad. Unos pájaros pasaron volando por sobre nuestras cabezas. Sonreí y cerré los ojos, disfrutando del calor.
     —¿En quién piensas, T/N?—me preguntó Mina. Yo me reí. —¡En Todoroki!
     —¡No!—dije con una sonrisa. —¡Lo juro!
     —T/N desaprobó el examen sobre células procariotas y eucariotas por culpa de Todoroki...—murmuró Jiro.
    Todas reímos.
     —Aunque yo no le echaría la culpa—dijo Tsuyu, de pronto. —Todoroki es... único.
     —¿Por qué lo dices?—pregunté.  
     —¿Acaso no lo ves, T/N?—siguió ella.
     —¿Qué cosa?
     —Eres muy afortunada de tener a Todoroki. Eres la envidia de todo U.A.
      —No creo...—balbuceé.
      —Es cierto—dijo Mina. —Mira a Nejire. ¿La ves? 
      —Sí, está sentada bajo la sombra.
      —Te está mirando.
      —Sí.
      —Con envidia—siguió Mina. —Le gusta mucho Todoroki: me lo dijo. Y no puede dejar de pensar en todo lo que daría por ser tú.
      Yo no podía creerlo. Me quedé callada por un par de segundos, y luego dije:
      —Tienen razón. —Volví a mirar a Nejire, quien no dejaba de observarme. —Soy muy afortunada.

      —¡Por favor!—dije e hice un puchero. —Quiero un helado.
      —No—me respondió Todoroki, y se recostó en la cama con los brazos detrás de la cabeza. —Desaprobaste el examen de biología, después de todo.
     Solté un resoplo. Entonces, comencé a hacerle cosquillas a Todoroki. Yo me reí al verlo tan indefenso, y él tampoco pudo resistir una carcajada. Yo amaba verlo reír.
     —¡Está bien! ¡Basta!—dijo Todoroki y me detuve. —Iremos a comprar un helado.
       Me acerqué a su precioso rostro, acaricié sus mejillas con las yemas de mis dedos y le di un beso en la punta de la nariz.
       —Gracias—dije. —Gracias por todo.