12. Por existir

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Habíamos estado distanciadas esos días, a pesar de que dormíamos juntas, pero nada de sexo ni muchos besos.

Llegué a casa temprano, no iba a salir en todo el fin de semana, ya las cargas de droga estaban resueltas, que estaba tranquila, hasta dentro de tres meses.

Ella no me sintió, tenía a Radiohead a todo volumen, en lo único que Lillian y yo coincidimos es en los gustos de musica. Mi princesa es una rockera nata.

-Soy una cretina, soy un bicho raro*- cante acercándola a mi cuerpo, estaba cocinando de espaldas.

Dio un brinco y volteó a verme. Siguió en lo suyo, ignorándome.

-Tu eres tan jodidamente especial, desearía ser especial- cante mordiéndole el cuello y ella se estremeció-, te extraño - susurré en su oído.

Acaricié su cintura y ella acarició mi mano con la de ella.

-Yo también te extraño - susurró y me di el privilegio de besarla.

La alce y la puse en la encimera, tome su muñeca y ella siseo.

Mire su muñeca y vi una quemada de aceite ahí.

-¿Cuando te hiciste esto?- pregunté preocupada.

-Ayer- negué y la deje ahí.

-Yo termino de cocinar- le dije dándole un beso en la nariz.

Termine de cocinar la carne y el pollo, busqué tomate, cebolla y algo de lechuga.

La pique y lo aderece, para luego armarle el enrollado a Lilly.

-¿Como sabias que era eso lo que hacía? - sonreí.

-Porque soy una mujer con sexto sentido- dije riendo.

Ella entrecerro los ojos.

-¿Y eso que llegaste temprano, Ty?- me preguntó.

-Porque mañana es el cumpleaños de mi princesa - le recordé -, quiero recibir su día de cumpleaños junto a ti y bueno, también qué, te extrañé infinitamente, estuve todo el día pensando en ti - ella sonrió.

Me acercó a ella y me rodeo el cuello con sus brazos.

-Yo te extrañé más, he extrañado mucho tu cercanía estos días - susurró y le bese el cuello.

-Yo también necesito tu cuerpo, princesa- dije entendiendo a lo que se referia-, nuestro fin de semana pasado fue solo para dedicarme a hacerte el amor y este va por el mismo camino.

-¿En serio? - asentí, besando su cuello.

-Obvio, mi princesa, yo quiero estar hundida en tu cuerpo este fin de semana, dedicartelo, para que sientas bien, sientas todo lo que siento por ti- susurré metiendo mis manos bajo su blusa-, volviéndote loquita de placer, haciéndote mía- le apreté las nalgas.

-Ty- me susurró -, te necesito - gimió cuando posé mis labios en sus pezones.

La atraje mas hacia mi y baje sus short, atacando su sexo.

Jugué con clítoris y le penetre con mi lengua, jalo mi cabello y sus piernas las puso en mis hombros.

-¡Ty!- gimió cuando la comencé a penetrar una y otra vez-, Ty, si- jadeaba bajo.

Ese sonido, me nublaba la consciencia, toda ella me nublaba.

Se corrio en mi lengua, no mucho, solo un poco, dio un grito cansado y suspiro con pesadez.

Me le quede mirando y ella se sonrojó. Estaba desnuda sentada sobre la encimera de la encimera.

-Te ves de foto así- comenté mordiéndome el labio con una sonrisa, apoyada en la otra encimera.

YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora