Y si esto es lo que el destino quiere, que así sea...
Me lleve a Lilly al hotel donde yo me estaba quedando.
—¿Quieres beber algo?— ella negó, pero después asintió.
—Si tu bebes conmigo— me dijo y yo asentí con una ligera sonrisa.
Le serví un ron con hielo y algo de coca cola y me serví lo mismo pero puro.
Me senté frente a ella en la sala de la habitación.
—¿Que te trajo hasta aquí? — pregunté y ella sonrió girando un poco su trago.
—Tengo un par de amigos por aquí y un primo —mencionó y yo alce mis cejas revolviendo el trago— ¿y a ti? ¿negocios?— negué.
—Digamos que placer— dije riendo.
Ella sonrió y asintió.
—¿Y que resolviste con respecto a Travis?— Sonreí de lado y me reí un poco.
—No era mi hijo, solo otro juego mental de mi ex— comenté y ella suspiro, me miró preocupada y yo le guiñe un ojo— ¿y qué haces aquí para mantenerte?— pregunte llena de curiosidad.
—¿Por qué la curiosidad? — fruncí un poco el ceño y me encogí de hombros.
—Es como tu dices, curiosidad, princesa — mencione tranquila.
Lillian asintió.
—Pues, le trabajo a un narcotraficante —me dijo.
Hice una mueca.
—¿De qué? ¿Vendes droga? — negó.
—Nop, es algo complicado — me dijo y yo reí.
Me acerque y me senté a su lado con una sonrisa amarga.
—Yo soy traficante también y se lo que significa ese “es complicado”, ¿le bailas o te acuestas con él?— pregunté y Lillian suspiró.
—Soy su stripper— me reí y asentí.
—Yo también tuve niñas que me hicieran strippers, tuve dos fijas por bastante tiempo, entiendo de eso, pero ellas tenían sexo conmigo, cosa que dudo que tu hayas aceptado — mencione lo último tratando de no molestarme al imaginarlo y ella suspiró.
—¿Cual es el problema si lo hubiese hecho?— reí y le acorrale contra el mueble.
—Que tu eres mía, que sabes que el hecho de que otro hombre te pudo mirar me importa, que me dan celos, que te extraño demasiado y no quiero aceptar el hecho de que vas a estar con otra persona que no sea yo —susurre y quite su cabello de donde se encontraban sus senos.
—Sabes que lo hice por ti, que por eso te dejé — me dijo con ojos entrecerrados, yo comencé a desabrochar su camisa y ella respiraba entrecortado.
Ella detuvo mis manos a la mitad y me jalo hacia el cuarto.
Ya dentro enrolló sus brazos en mi cuello y atrajo su cuerpo al mío y me beso.
La apreté fuerte contra mi, ella no sabia ni tenia una idea de cuanto la extrañaba.
Lillian Neff
Yo quería volver con ella y si la oportunidad se daba no la iba a desaprovechar.
Sabia que pasar la noche con Tyana era sexo seguro y no me iba a negar.
Tya Aubriot
Su lengua y la mía rozaban, jugaban y mis manos apretaban su culo con fuerza.
—Ty— susurró —, hazlo ya— pidió mirándome.
Yo la besé y ella se enrolló con aun mas fuerza a mi.
Tome de mi bolso como pude el consolador y comenzamos a hacer el amor.
Cada una se movía, ella estaba sobre mi, movía su cadera y echaba su cabeza hacia atrás de placer, yo mordía su cuello y jugaba con sus pezones.
La voltee y seguí besando su espalda, toda y sus nalgas.
Lilly gemía con cada toque, ya había tenido su primer orgasmo.
—No sabes cuanto te necesitaba, Aubriot, no sabes cuanto te extrañaba— susurro besándome a mi, yo gemí un poco—, cada noche, todo el día, todos los días.
—Shh, aquí estoy amor— susurre tomandola de sus nalgas para embestirla.
Yo la movía a un ritmo lento y se sentía demasiado bien.
—Ty, no pares, cariño, te necesito demasiado —suplicaba en mi oído.
—No voy a hacerlo, princesa— dije para luego morderle el cuello.
Sabia que ella me estaba dejando varios mordiscos y chupetones entre su desesperación a causa del placer y yo también le había dejado unos cuantos.
Acabe seguido de ella y le mordí justo entre los senos, ella cayó sobre mi, sin aliento.