21. Encuentro casual

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Y si esto es lo que el destino quiere, que así sea...

Me lleve a Lilly al hotel donde yo me estaba quedando.

—¿Quieres beber algo?— ella negó, pero después asintió.

—Si tu bebes conmigo— me dijo y yo asentí con una ligera sonrisa.

Le serví un ron con hielo y algo de coca cola y me serví lo mismo pero puro.

Me senté frente a ella en la sala de la habitación.

—¿Que te trajo hasta aquí? — pregunté y ella sonrió girando un poco su trago.

—Tengo un par de amigos por aquí y un primo —mencionó y yo alce mis cejas revolviendo el trago— ¿y a ti? ¿negocios?— negué.

—Digamos que placer— dije riendo.

Ella sonrió y asintió.

—¿Y que resolviste con respecto a Travis?— Sonreí de lado y me reí un poco.

—No era mi hijo, solo otro juego mental de mi ex— comenté y ella suspiro, me miró preocupada y yo le guiñe un ojo— ¿y qué haces aquí para mantenerte?— pregunte llena de curiosidad.

—¿Por qué la curiosidad? — fruncí un poco el ceño y me encogí de hombros.

—Es como tu dices, curiosidad, princesa — mencione tranquila.

Lillian asintió.

—Pues, le trabajo a un narcotraficante —me dijo.

Hice una mueca.

—¿De qué? ¿Vendes droga? — negó.

—Nop, es algo complicado — me dijo y yo reí.

Me acerque y me senté a su lado con una sonrisa amarga.

—Yo soy traficante también y se lo que significa ese “es complicado”, ¿le bailas o te acuestas con él?— pregunté y Lillian suspiró.

—Soy su stripper— me reí y asentí.

—Yo también tuve niñas que me hicieran strippers, tuve dos fijas por bastante tiempo, entiendo de eso, pero ellas tenían sexo conmigo, cosa que dudo que tu hayas aceptado — mencione lo último tratando de no molestarme al imaginarlo y ella suspiró.

—¿Cual es el problema si lo hubiese hecho?— reí y le acorrale contra el mueble.

—Que tu eres mía, que sabes que el hecho de que otro hombre te pudo mirar me importa, que me dan celos, que te extraño demasiado y no quiero aceptar el hecho de que vas a estar con otra persona que no sea yo —susurre y quite su cabello de donde se encontraban sus senos.

—Sabes que lo hice por ti, que por eso te dejé — me dijo con ojos entrecerrados, yo comencé a desabrochar su camisa y ella respiraba entrecortado.

Ella detuvo mis manos a la mitad y me jalo hacia el cuarto.

Ya dentro enrolló sus brazos en mi cuello y atrajo su cuerpo al mío y me beso.

La apreté fuerte contra mi, ella no sabia ni tenia una idea de cuanto la extrañaba.

Lillian Neff

Yo quería volver con ella y si la oportunidad se daba no la iba a desaprovechar.

Sabia que pasar la noche con Tyana era sexo seguro y no me iba a negar.

Tya Aubriot

Su lengua y la mía rozaban, jugaban y mis manos apretaban su culo con fuerza.

—Ty— susurró —, hazlo ya— pidió mirándome.

Yo la besé y ella se enrolló con aun mas fuerza a mi.

Tome de mi bolso como pude el consolador y comenzamos a hacer el amor.

Cada una se movía, ella estaba sobre mi, movía su cadera y echaba su cabeza hacia atrás de placer, yo mordía su cuello y jugaba con sus pezones.

La voltee y seguí besando su espalda, toda y sus nalgas.

Lilly gemía con cada toque, ya había tenido su primer orgasmo.

—No sabes cuanto te necesitaba, Aubriot, no sabes cuanto te extrañaba— susurro besándome a mi, yo gemí un poco—, cada noche, todo el día, todos los días.

—Shh, aquí estoy amor— susurre tomandola de sus nalgas para embestirla.

Yo la movía a un ritmo lento y se sentía demasiado bien.

—Ty, no pares, cariño, te necesito demasiado —suplicaba en mi oído.

—No voy a hacerlo, princesa— dije para luego morderle el cuello.

Sabia que ella me estaba dejando varios mordiscos y chupetones entre su desesperación a causa del placer y yo también le había dejado unos cuantos.

Acabe seguido de ella y le mordí justo entre los senos, ella cayó sobre mi, sin aliento.

YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora