Seré tuya hasta que me digas que ya no me deseas y quizás después...
Llegó el día de firmar el acta de concubinato, un par de semanas después, Max, primo de ella, haría el tramite en secreto como habia acordado con Tya.
Ella había salido en la mañana y me dijo que nos encontrabamos ahí.
Fui a la peluquería, me rizaron el cabello y me arreglaron las uñas y me maquille al llegar.
Me coloqué un vestido de encajes sin mangas rosa pálido, con unas mallas de huecos grandes negras y unos tacones del mismo color de las mallas.
Asentí mirándome al espejo y tome mi bolso.
Subí al taxi y iba casi mordiéndome las uñas, estaba nerviosa.
-Llegamos señorita -le pague y bajé.
A efectos legales, estaba casandome.
Mire a ver si veía el auto de Tyana pero ni veia nada.
Sentia el estomago como un nudo, estaba emocionada y asustada.
Entre y vi a Enzo, el hermano de Luigi, uno de los mejores amigos de Ty.
-Hola, linda- sonreí y él sonrio, me pasaron a una sala privada donde estaba Maximo, un primo de los chicos y Enzo.
En ese momento entró el amor de mi vida, su mirada cayó en mi y sonrió, Tyana se acercó a mi y me acarició la mejilla.
-Estas preciosa mi niña- me sonroje y ella me beso la frente.
-Dejemos el amor para después, Tyana- ella asintió.
-Identificación de la dos y las copias -Max se las pasó al notario -¿acta de nacimiento de niños o acta de divorcio o de algun matrimonio anterior? -negamos y el asintió.
Nos pasaron un documento y me pusieron a firmar a mi primero.
Asentí y tome la pluma y Tyana me agarro la otra mano.
La miré y puedo jurar ahora y siempre, que al mirarla en ese momento vi la felicidad que iba a tener mi vida entera.
Firme y le pase la pluma a ella. Tyana ni siquiera titubeo.
-Bueno, a efectos legales, la unión estable de hechos, es casi un matrimonio, pero el apellido de ninguna se altera a diferencia- asentí-, bueno Tyana, ya es tu concubina legal, besala- Tyana se sonrio y me besó tomándome el rostro entre sus manos.
Salimos de ahí y Tyana no me soltaba la mano por nada del mundo.
-¿A donde quieres ir? -dijo bajando un par de escalones y quedando casi a mi altura.
Acaricie su nariz con la mía.
-Lejos- dije y ella asintió.
-¿Quieres salir del país? -asentí.
-Llévame lejos- susurre, ella sabía que esos últimos días me habían dado demasiadas pesadillas y no me había sentido nada bien.
Ya en la mañana, había dormido el trayecto en avión en la noche y Ty no quería decirme donde estábamos hasta que bajamos del ferry.
No sabía donde estaba hasta que vi todo detalladamente.
Mire el cielo y todo a mi alrededor y Tyana se colocó sus Ray-Ban con una sonrisa.
Chille feliz, Tyana me habia cumplido uno de mis sueños en la vida.
Me volteo y vi todas las casas y el paisaje, me beso el cuello y se acercó a mi oído :-Bienvenida a Santorini, amor mío-susurró.