A veces cuando se ama, tienes que dejar libre a la otra persona porque quizás la estas amarrando y ese amarre quizás la haga infeliz...
Paso la navidad, el año nuevo y los primeros tres meses del año.
Deje a Lilly en la universidad y me dirigí a buscar a Luigi, mi mejor amigo.
Se subió a mi auto y chocamos puños.
—Esta bien, bro, ¿donde vamos? —pregunté y él suspiró.
—Tyana quiero que me acompañes a una casa de acogida— asentí y conduje hasta el lugar.
Sabía que Luigi y Becca querían adoptar por eso no me extraño.
Llegamos y vimos a los niños jugando, otros recibiendo clases, pero hubo un grupo en especifico que me llamo la atención, los de tres y cuatro años.
—Tya, la razón por la que queria que me acompañaras era una en especifico, pero tienes que mantenerte calmada.
Asentí sin problema, pense cualquier otra cosa, menos lo que me esperaba.
Entramos a una habitación donde estaban unos encargadas y un niño.
El niño se encontraba sentado de espaldas a la puerta, asi que en el momento no le preste mucha atención.
—Hola, señor — le dijo una encargada a Luigi el cual estrecho mano con ella.
—Tya, te traje aqui, porque...— en ese segundo el niño se volteo y me miro y el mundo me cayo a los pies.
Él niño me miraba con una sonrisa, esa piel blanca, esas mejillas, esos ojos, se parecían demasiado a los míos.
No podía pensar, no podía hablar, ni respirar.
Las manos me temblaban, el niño ladeó su cabeza.
Me dieron un vaso de agua y lo bebí y respire un par de veces.
Me acerque y me senté frente a él.
—Hola, Travis— dije dándole una sonrisa y él me dio un beso en la mejilla que me dejo derretida.
—¿Como te llamas tu?— me preguntó y yo sonrei.
—Tyana, pero puedes decirme Ty — el miro a Luigi con ojos brillantes y me miro con ilusión.
Él asintió.
—El señor gracioso me ha hablado mucho de ti— mencionó con una risita—, me dijo que tu eres muy inteligente y cariñosa.
Mire a Luigi sin entender nada.
—¿Puedes salir un momento, Trav?— le preguntó una señora y él salió no sin antes darme un beso en la mejilla.
Se me salían las lágrimas tras lágrimas.
Me senté y Luigi a mi lado.
—Ty, en los papeles de ese niño según pude averiguar, sale que tu eres su madre y su fecha de nacimiento es la misma, diez de diciembre, habría que hacer unas pruebas y un proceso legal, si deseas llevartelo— me explicó él con muchos nervios en su voz.
Asentí sin pensarlo, si era mi niño, lógicamente me lo iba a llevar.
Pense en Lillian y automáticamente decidí llamarla.
—Necesito que me des un segundo, tengo que llamar a Lillian.
Le marque a Lilly y al segundo toque contestó.
—¿Ty?— me dijo.
—Nena, tengo que hablar contigo urgente, por favor, necesito que vengas a la dirección que te voy a dar, no esta muy lejos de tu universidad — dije enviándole la dirección.