Dean
Sabía que Sofía quería hablar con Alex, mas no creí que sería tan pronto y mucho menos que quedarían en buenos términos; ahora sólo me interesa verla y aprovechar el tiempo que ayer no pudimos.
Justo ahora voy en el auto camino a su trabajo, quiero verla, abrazarla, besarla, compartir todo lo que me sea posible con ella.
Aprovechar el tiempo a su lado.
Necesito reivindicarme por el error garrafal que cometí y por el cual me arrepiento. Sé que, por un momento, le hice creer que Sofía es más importante que ella al reaccionar de ese modo y defenderla, es algo que nunca he podido controlar y me he propuesto cambiarlo por ella, —unicamente por ella— se merece las mejores cosas y quiero ser yo quién se las ofrezca.
Una vez frente a la Agencia, estaciono y entro en busca de mi chica. Toco la puerta de su oficina y la abro sin esperar una respuesta, me recibe con la única sonrisa que me encanta ver.
— Hola, Chispita — rodeo el escritorio y la beso.
— Mi amor, me faltan un par de cosas antes de poder salir. ¿Me esperas?
— Claro que sí. — afirmo encantado — Me encanta verte en acción.
Soy consciente de que mi comentario puede tener doble sentido y Alex también lo sabe, su carcajada me lo confirma.
Pasan alrededor de veinte minutos hasta que ella da por terminado su trabajo y apaga el computador.
— Estoy lista, ¿vamos? — asiento, la tomo de la mano y llevo su bolso, —ante todo un caballero, eso quiero creer—se despide de sus compañeros y nos dirigimos a casa.
Durante el camino hablamos de nuestro día con la música baja y me cuenta de la conversación que tuvo con mi amiga, por Sofía sé que todo quedó por la paz, pero ahora conozco los detalles.
Cuando llegamos al apartamento, cubro sus ojos con una venda, para que no vea la sorpresa que le he preparado.
La ayudó a sentarse en el sofá después de entrar y cerrar la puerta, prendo las velas que había dispuesto por todo el apartamento para darle ese toque romántico que preciso en este momento. Acomodo los almohadones y la comida en el suelo, cuando creo que ya todo está listo, retiro la venda y observo su rostro para ver la reacción ante mi detalle.
Sus ojos brillan y espero que sea de felicidad, admira todo mi trabajo y luego posa su mirada fija en mí, abre varias veces su boca, supongo que intenta decir algo y al final se decide por darme uno de esos besos que tanto me gustan.
— Ha sido lo más lindo que han hecho por mí. — habla por fin aún mirándome.
— Es lo menos que puedo hacer para enmendar mi error. — confieso
— Fuimos los dos, — acaricia mi rostro — dejemos el tema atrás y concentremonos en lo que tenemos ahora, ¿te parece?
Le doy la razón y nos sentamos a cenar, entre chistes que le digo con la única intención de hacerla reír.
Al terminar, recojo los platos para llevarlos a la cocina, las velas ya se han apagado y nos encontramos siendo iluminados por la luz que logra entrar de la calle y cuando vuelvo al salón, Chispita está levantando los almohadones. Me acerco sigilosamente hasta situarme justo a su espalda, la noto tensarse; sin embargo no se aparta.
Dejo un beso en su hombro descubierto y con mi mano acaricio de manera ascendente su brazo, inclina la cabeza a un lado dándome pase libre a su cuello y aprovecho para dejar besos cortos en línea recta, su respiración se vuelve pesada de la misma forma que la mía.
Da media vuelta para que quedemos frente a frente y la beso con delicadeza, quiero disfrutar de cada toque o rose, la tomo de la cintura y acerco nuestros cuerpos todo lo que me es posible, caminamos hasta la habitación sin dejar de besarnos y al estar en él, la recuesto sobre la cama.
La admiro desde arriba y no puedo evitar pensar en lo preciosa que se ve con el cabello a sus lados y los ojos feroces, quiero que esta primera vez para nosotros sea inolvidable, no voy tener sexo con Alex, vamos a unirnos de una forma especial, vamos a sentir nuestros corazones latir al mismo tiempo, vamos a profesarnos nuestro amor mientras nos hacemos uno solo.
Alex
Las palabras sobran en este momento, no hace falta decir nada si nos estamos comunicando con la mirada. Cuando dije esta tarde que esperaba terminar lo que en otras ocasiones no se había podido, no imaginé que sentiría los nervios que se han acentuado en mi estómago justo ahora, quiero esto, deseo esto; pero no es un deseo carnal, más bien es el hecho de completar la conexión que hemos tenido desde el principio. No es mi primera vez, puede que sea la número 100, no lo sé, quizá y estoy exagerado, no llevo la cuenta. El solo hecho de que sea con Dean, —la persona que lucho por entrar en mi vida, como nunca nadie lo había hecho antes— es lo que lo hace especial.
Los besos se intensifican y con ellos las sensaciones. Las caricias se sienten como ser tocada por un ángel, no está demás decir que él sabe lo que hace, sabe exactamente en qué lugar tocar y cuando la ropa sobra y ya no existe una barrera entre nuestros cuerpos, puedo decir que podría morir en paz.
Me siento completa.
Es como si estuviera tocando el cielo con las manos.
Entre besos susurramos lo mucho que nos queremos y está bastante demostrado. No puedo explicar con palabras el amor que siento por este hombre, lo enamorada que me encuentro.
Este acto es más que simple sexo, nos hemos entregado el corazón al 100%, nos estamos haciendo el amor como nunca antes lo había experimentado; aunque creí que en mi vida no habría un después luego de Derek, hoy puedo corroborar que gracias a Dean estoy volviendo a sentir.
Gracias a Dean estoy volviendo a vivir.
••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Aquí estamos de nuevo 😆
¿No son tiernos mis bebés?😍
Vamo' a orar para encontrar un Dean en nuestras vidas.XOXOXOXOXOXO
Cambio y fuera.
ESTÁS LEYENDO
Cayendo por ti - En Edición
Romansa¿Y si encuentras al amor de tu vida, pero tu futuro te obliga a separarte de él? Código de registro: 1711054744336 (CC)