Capítulo 33

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Por fin he terminado exámenes, por lo tanto mi semestre ha acabado y para satisfacción propia con un promedio bastante alto, finalmente puedo relajarme en cuanto a universidad se trata.

Las cosas continúan igual. Un hombre detrás de mí todos los días, se ha vuelto mi diario vivir.

De Carla no he vuelto a saber nada, tampoco volvió a consultar a mi padre y en la prensa no han salido noticias que la mencionen.

Su paradero se convirtió en todo un misterio.

Haré un resumen de todo lo que ha sucedido en estos días:

Miguel y Laura anunciaron públicamente que van a casarse, por supuesto que Martha, mis padres y los de Laura están muy contentos, me incluyo en ellos. Aún no saben la fecha exacta en la que será pero quieren que suceda en diciembre y faltan unos buenos seis meses, estos días se han dedicado en su tiempo libre a buscar el apartamento que compartirán de ahora en adelante. No hay palabras para describir la felicidad que me produce saber que mi mejor amigo está con la única mujer que podría amarlo por y para siempre.

Parece que Alejandra y Jason formalizaron su relación, no es algo que me agrade mucho; pero yo qué puedo hacer a estas alturas cuando mi hermano ya no es un niño, quién se supone que soy yo para prohibirle que lo haga.

Por otro lado, Dean me ha pedido en un par de ocasiones que me mude con él porque paso más tiempo en su casa que en la mía y sin embargo creo que antes de hacerlo, debería vivir un tiempo sola, probar por mí misma lo que es la independencia, conocer lo que significa cocinar para mi sola, pagar las cuentas, la comida, todo de mi propio bolsillo.

Ese siempre ha sido mi plan.

— ¿Quieres que pidamos algo para cenar? — Pregunta mi novio que está sentado a mi lado mientras vemos una película.

— Sí, mi estómago reclama algo de comida con urgencia.

— Voy por el celular al cuarto, ya vuelvo.

Se pierde por el pasillo en dirección a su habitación, así aprovecho para recostarme sobre el sofá completo y acomodarme de mejor manera.

— Chispita, me está llamando Laura. — comenta confundido cuando llega al salón.

— Pues contesta. — respondo obvia.

— ¿Laura? — lo observo atenta y percibo cuando su ceño se frunce — Hey, cálmate que no te estoy entendiendo nada. — me pongo de pie preocupada por lo que ella pueda estar diciendo al otro lado de la línea — Está bien, está bien. — tiende el celular en mi dirección — Quiere hablar contigo.

Acerco el aparato a mi oído con parsimonia, no quiero escuchar malas noticias.

— ¿Si? — lo primero que escucho es un sollozo y todas mis alarmas se activan.

— Nec... Necesito que vengas al hospital.

— ¿Estás bien? ¿Qué sucede? — pregunto con intranquilidad, sintiendo como los nervios se acentúan en mi vientre.

— Miguel ha tenido un accidente.

Puedo sentir como todo a mi alrededor se ha congelado.


★★★


Cuarenta minutos después entro corriendo al hospital como vil desquiciada, Dean viene detrás de mí gritando mi nombre y pidiendo que baje la velocidad; sin embargo eso no está en mis planes. 

Cayendo por ti - En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora