Vamos en el auto devuelta a casa y desde esta mañana no he dejado de pensar en lo que Samuel ha dicho, ¿qué tanto de eso será cierto? En la discoteca no la vi coquetear con mujeres, tampoco muy cerca de ellas. No sé qué creer y qué no, el único que puede confirmar esa información es Dean; pero me avergüenza preguntarle, no quiero parecer una chismosa. El sonido de un celular me saca de mis pensamientos.
- Amor, por favor contesta y ponlo en altavoz. - Hago lo que me pide. - ¿Hola?
- ¿Dean? Hola, soy Vince.
- ¿Qué tal, Vince? - pregunta sin quitar la mirada de la carretera
- Todo estupendo. Parece que anoche te vieron en una discoteca y se filtraron fotos en uno de esos programas de chismes. - aprieta los labios fuertemente
- ¿Qué dicen?
- Voy a leer lo que dice exactamente:
«Parece que después de años soltero, luego de terminar su relación con la hermosa Carla Saint, Dean Morrison ha encontrado el amor, ¿o será simplemente una aventura de una noche?
Nuestras cámaras han captado al susodicho en una discoteca la pasada noche en compañía de sus amigos y una mujer con la que se le veía muy acaramelado, lastimosamente nuestro lente no pudo captar su rostro, por lo que su identidad es un completo misterio, lo que sí podemos corroborar es que llegaron y se fueron juntos, en sus redes sociales no se encuentran fotos o trinos que confirmen una nueva relación; sin embargo estaremos atentos a cualquier pronunciamiento de su parte.»
Pensé en varias ocasiones que esto podría ocurrir, pero no que sería tan pronto. Estos chismes no me gustan nada.
- Gracias, Vince. Justamente voy con Alex en el auto, déjame hablar con ella y luego te llamo.
- Perfecto, estaré esperando tu llamada.
Dean estaciona el auto a un lado de la carretera, se desabrocha el cinturón y se acomoda en su asiento de tal manera que está mirándome de frente. Hago lo mismo, parece que esta conversación así lo requiere.
- Vince es mi representante - explica - ¿Estás molesta?
- Esto no es tu culpa.
- Es mi culpa por saber cómo funciona todo esto y no tomar precauciones. - se lamenta
- En algún momento se iban a enterar, por favor, Dean, eres una persona famosa.
- No quiero que alguna de sus palabras te lastimen. - acaricia mi mejilla y yo cierro los ojos al contacto.
- Sólo pueden lastimarme si yo dejo que lo hagan.
- Quédate conmigo está noche. - Guardo silencio - Por favor.
- Llévame a casa...
- Por favor. - me interrumpe
- Mi amor, llévame a casa porque necesito ropa. - suelta el aire que estaba conteniendo, me da un beso corto en los labios y enciende el auto.
***
Entramos al departamento a eso de las 3 de la tarde, parece que no hay nadie, pues todo se encuentra en silencio. Me dirijo a mi cuarto y cuando voy a abrir la puerta escucho unos quejidos en la habitación de enfrente. Paro en seco, miro en esa dirección y me acerco más, pego mi oreja a la puerta para escuchar con más claridad, ¿Jay, está teniendo sexo? ¡Descarado infeliz! Cómo si no tuviera dinero para pagarse un motel. Golpeo fuertemente la puerta y los quejidos cesan.
- Tienes tres minutos para salir de ahí, si no quieres que yo misma entre y te saque. - tapo mi boca con mis manos para que no pueda escuchar mi risa, Dean me mira divertido desde el inicio del pasillo.
Entro, ahora sí, a mi cuarto, saco de la maleta las cosas que no necesito y empaco las que usaré mañana. Dejo la ropa sucia en la lavadora y cuando llego al salón, Jay ya está ahí.
- ¿Quién es? - pregunto con suma seriedad
- Una amiga. - contesta con desdén. Camino con decisión hasta su cuarto - ¡No, no, no! ¡Alex, no te atrevas! - hago caso omiso a sus palabras y abro la puerta de par en par. Nadie podía haberme preparado para lo que mis ojos están viendo.
- ¿Alejandra?
- Oh, hola, amiga. - dice entre tanto termina de vestirse
- ¿Disculpa? ¿Desde cuándo te tiras a mi hermano? - estoy tan asombrada.
- Ah, jeje, sí... - el rubor se apodera de sus mejillas, al menos está avergonzada. - Te juro que solo ha sucedido un par de veces.
- Un par de veces... - digo sopesando su respuesta. - Cínica, tienes tu propio departamento y vienen a hacerlo aquí. ¿Qué diablos tienes en la cabeza? ¿Sabes cómo habría sido esto si en lugar de mí, hubiera sido mamá la que los encontrara así?
- Alex, no le digas a mamá, por favor. - Jason me suplica.
- Jason, última vez que esto sucede. - Le advierto - Me importa un carajo en qué hueco metas el pito; pero respeta la casa de mis padres.
Salgo de esa habitación, agarro mis cosas, la mano de Dean y nos vamos de casa en dirección al estacionamiento. Ya en el auto le envío un mensaje a mamá, diciéndole que esta noche dormiré en casa de mi novio.
Cuando hemos llegado, Dean apaga el auto, sale de su lado y abre la puerta del copiloto ayudándome a salir de este. Me toma de la mano y con la que tenemos libre llevamos nuestro equipaje. Una vez dentro de su departamento paseo mi mirada por todo el lugar, es bastante espacioso, a mi derecha se encuentra un pasillo que supongo dirige a las habitaciones, de frente a mí está el salón y a la izquierda una cocina gigante que enamoraría a mis padres, porque sí, a los dos les encanta cocinar.
- ¿Te gusta? - pregunta Dean, viéndome directamente.
- Es muy lindo.
- Vamos, te muestro la habitación. - me lleva de la mano por el pasillo. - Aquí hay un baño, - señala una de las puertas - habitación de huéspedes, - apuntando a otra. - y esta es la principal. - gira el pomo y me indica con un gesto que entre.
En el centro hay una cama matrimonial, con una colcha blanca, una mesa de noche a cada lado, un ventanal del suelo al techo que permite tener una vista preciosa de la cuidad. Una pantalla plana en la pared del frente, un armario en un costado que por lo que se ve es bastante espacioso, una puerta que supongo lleva al baño y las paredes son de un gris tenue.
- Ven, tengo que preguntarte algo. - me conduce hasta la cama, toma siento y lo sigo. - Debo llamar a Vince y decirle qué haré frente a esta situación, pero primero quiero saber qué quieres.
- ¿Qué quiero?
- Sí, mi amor. ¿Quieres que esto se haga público o mejor lo mantenemos en secreto?
- Ya no es un secreto.
- Aún no saben quién es la mujer que me acompañaba esa noche. - me recuerda. - Tengo una idea.
Se recuesta en los almohadones de su cama, escondo mi cara en el hueco que hay entre su hombro y su cuello, me abraza y toma una foto. La sube a sus redes sociales con una pequeña descripción:
«¡Mundo, he encontrado el amor!»
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
XOXOXOXOX
ESTÁS LEYENDO
Cayendo por ti - En Edición
Romance¿Y si encuentras al amor de tu vida, pero tu futuro te obliga a separarte de él? Código de registro: 1711054744336 (CC)