Cayendo por ti - En Edición

Capítulo 12

Estoy feliz y he decidido actualizar y espero que disfruten del capítulo.
XOXOXOX

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Es el cumpleaños de mamá y por esto es que puse todo mi empeño en levantarme temprano y hacer un gran desayuno para ella en compensación de no poder estar presente esta noche en su cena. Dejo tostadas, fruta, jugo y café sobre una bandeja, pongo una florecita a un costado y camino para llevarla a su habitación.

Cuando voy llegando papá abre la puerta, está recién duchado deja un beso en mi frente y me indica que mamá sigue en la cama, le hago saber que el café ya está hecho, me agradece y se va a la cocina. Entro a la habitación de mis padres, dejo la bandeja sobre la mesa y me acuesto al lado de mamá.

— Buenos días, cumpleañera. — la abrazo fuerte y ella se ríe por lo bajo

— Buenos días, amor. — saluda recostándose sobre su espalda. Siempre he tenido una buena relación con mis padres, tal vez en algunas etapas de mi vida me llevaba mejor con uno y luego con el otro; sin embargo hoy día es con los dos.

— Vamos, mami. Arriba que te he preparado el desayuno. — la animo

— Cómo me encantan estas fechas. — se frota las manos y ataca el desayuno.

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He traído a mamá de compras y llevamos un buen rato entrando y saliendo de tiendas con unas que otras bolsas, le sugiero que tomemos un descanso y luego continuamos. Nos dirigimos a un café para charlar un rato.

— Y, este chófer tuyo...

— ¿Qué pasa con mi chófer? — la miro divertida

— ¿Seguro que sólo es un amigo? — dejo escapar un suspiro que ella no pasa desapercibido, levanta una ceja para que hable.

— No sé exactamente en qué punto estamos. Hasta hace unos días nos besamos por primera vez y no te voy a mentir, Dean me gusta y se ha portado muy bien conmigo. No quiero apresurarme a las cosas, — le confieso — tú sabes lo difícil que fue para mí dejar la relación con Derek y no quiero salir lastimada. — exteriorizo mis sentimientos y miedos por primera vez frente a mi madre, esperando uno de sus sabios consejos

— Hija, si es tan buen muchacho como lo pintas, no creo que haya nada de malo en que lo intentes, — sugiere — no te estoy diciendo que te cases y formes una familia con él, pero puedes probar a ver qué tal te va.

— Tienes razón, ma. — Admito — Por otro lado, está el hecho de que Derek y yo compartamos el mismo lugar de trabajo. No quiero echar por tierra todos los esfuerzos que he hecho este tiempo. — Suelto un gemido casi inaudible, ya le había contado a mamá esta parte — Si él se limitara a continuar con su actitud de «no me importas y te voy a dejar lo quieras o no» todo sería mucho más fácil. — dejo caer mis hombros y mamá toma mis manos entre las suyas.

— Toma las cosas con calma, Alex y si él te da la oportunidad de tener esa conversación, no lo dudes y tómala. — Recomienda — Ahora, quiero conocer a Dean.

— Bueno... ya que lo dices, está viniendo para acá.

— ¿Ah, si?

— Sí, le dije que estaríamos aquí varias horas y él dijo que pasaría un rato a saludar.

Unos quince o tal vez veinte minutos después, entra al café con esa sonrisa que tanto me encanta y me quedo embobada mirándolo caminar hacia nuestra mesa. Mamá se da cuenta de mi reacción y gira su torso para saber por fin quién es Dean, se sienta a mi lado y me da un beso corto en los labios —si esto no quiere decir algo, estoy en otra sintonía— hago las respectivas presentaciones y luego mi madre le hace un montón de preguntas sobre su vida y a qué se dedica, pero sólo por hacer conversación. Mi familia no es de esas en las que debes tener un título y un apellido reconocido para poder relacionarte con nosotros, mamá sólo quiere ser cotilla y delatarme diciendo que no he hablado nada de él en casa a excepción de contar que es mi chófer y sólo un amigo.

— Considero que hemos dejado de ser sólo amigos. — toma mi mano por debajo de la mesa y le da un apretón

— Eso es lo que estoy viendo. — mamá me mira y guiña un ojo

— Debo volver al estudio. —Anuncia Dean — Ha sido un placer conocerla, señora Russell. —Se pone de pie y mamá y yo hacemos lo propio

— Dime Eli, Dean; ya entramos en confianza — le da una palmada en el brazo y yo quiero que me trague la tierra. — Puedes venir a casa cuando quieras, las puertas están abiertas para ti.

Se despiden y yo acompaño a Dean a la salida. Hay algo que me gusta demasiado, desde que cruzamos la línea de no retorno, siempre entrelaza nuestros dedos, cuando vamos en el auto, cuando vamos por la calle y este día no es la excepción.

— Tu madre es adorable.

— Eso parece

— Estaré esperando tu invitación para cenar con tu familia. —me recuerda

— Puedo jurar que mamá será la que me obligue a llamarte. — suelta una risotada y me abraza por la cintura

— Hoy estás muy bella.

— Gracias por el alago, señor Morrison. — acuno su cuello en mis manos y acerco nuestros rostros, quiero un buen beso para recordar hasta el lunes.