ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.

xxvi. Egoísta

Este capítulo contiene escenas fuertes.

TOM RIDDLE'S  POINT OF VIEW

La mañana siguiente Pryxtine decidió ignorarme, cada vez que nos veíamos en los pasillos ella pasaba de largo sin verme o daba la vuelta en cuanto notaba mi presencia, en las clases se sentaba lo más lejos posible de mi y cuando al fin me la encontraba de frente me daba alguna excusa tonta de que no tenía tiempo de hablar conmigo. 

Claro que no se podía librar de mi tan fácilmente, yo no entendía porque me evitaba e ignoraba de es manera, pensé que ya todo iba a estar bien y había entendido a lo que me refería, no estaba en momentos para frustrarme de esta manera, mucho menos para distraerme por tonterías, mi meta era abrir esa maldita cámara y lo conseguiría.

Decidí darle unos días más para que regresara a buscarme para pedirme perdón, pero no llegaban, ella seguía evitandome e ignorándome pero ya no se veía nerviosa, lucía despreocupada de la situación como si nada hubiera pasado entre nosotros. 

Durante las noches solía espiarla un poco porque me di cuenta que por las noches a la misma hora bajaba a la sala común, su insomnio, la culpa quizá la carcomía por dentro. 

Ya era costumbre que Pryxtine bajara a media noche a la sala común, ella veía atentamente el fuego como siempre. Era ya el momento de enfrentarla y que ella fuera lo valiente que dice que es. 

—¿Me dirás por qué me has estado evitando todos estos días Pryxtine Black?— dije mientras me sentaba a su lado, no podía escaparse ahora.

Ella dio un gran suspiro y dejó de observar el fuego para mirarme a los ojos.

—Buenas noches a ti también, Tom Riddle—estaba siendo sarcástica, podía entenderla—Pasa que ¡tú!— su dedo índice se clavó en mi pecho— te avergüenzas de mí. Lo único que hago es evitarte la humillación pública de que te vean socializando de una manera romántica con la deshonra de Slytherin, tes estoy haciendo un gran favor y deberías de agradecerme– dijo en un tono de molestia y dolor, estaba en todo su derecho de molestarse después de la manera en la que le hablé y los motivos, pero no era como ella lo pintaba. 

Solté un suspiro.

— Pryx, esto ya lo habíamos discutido, te he dicho demasiadas veces que no me avergüenzas y que no es el punto— dije, quería sonar lo más sincero posible para que al menos se apiadara de mí y dejar esta estúpida discusión para continuar con una relación amorosa a espaldas del ojo público. 

—Entonces tú dime. Tom. ¿Qué quieres que haga? ¿qué espere todo el tiempo del mundo hasta que tu quieras acercarte a mí y hablarme de una manera tan odiosa?— bien, si lo dice de esa manera, creo que si suena un poco injusto de mi parte.

— Bien, mañana tú y yo actuaremos como los novios que somos, pero te lo volveré a repetir, no quiero que me vean como un eslabón débil, no me conviene que en un futuro me vean como eso, alguien que sí tiene sentimientos y es frágil ante otra persona, por eso hago todo esto porque te estoy protegiendo.

Esa era mi total verdad. Ella solo se miraba con desconfianza, no podía descifrar sus emociones, eran neutras y ilegibles.

—Entiendo, y también entiendo que tienes muchas cosas que hacer con tu "proyecto" de este año, pero si yo solo soy un obstáculo para lo que quieres, no sé qué haces conmigo— dijo sin romper la mirada, otra vez el color carmín comenzaba a aparecer.