xli. Plan

481 31 3
                                    



NARRADOR OMNISCIENTE


Los de nuevo ingreso ya estaban en las mesas de sus respectivas casas, todos comían alegremente mientras platicaban.

— Me alegra que hayas tomado el puesto, eres la maestra más joven que Hogwarts haya tenido—dijo Albus a la chica.

— A mi me alegra que hayan pensado en mí— dijo Pryxtine tomando un sorbo de su copa.

— Creo que harás un buen papel como jefa de la casa Slytherin.

— Pues...— Pryxtine dudaba de ella misma, nunca fue una buena Slytherin— no sé si usted lo recuerda, pero la mayoría me odiaba por no ser una Slytherin de verdad, o como ellos.

— Ellos no deberían de interesarte, si no, en tener orden y que ellos puedan confiar en ti.

Pryxtine asintió mirando a la mesa de los Slytherins, todos se miraban rectos y educados.

Bien, tu puedes.

Se alentó a ella misma.

La cena había terminado y Pryxtine esperaba a todos los Slytherin en la sala común.

— Me presento nuevamente con ustedes — dijo cuando se aseguró de que ya estaban todos, se paró recta y con seriedad— Soy Pryxtine Black y seré su maestra de pociones, y tutora de casa— los miró a cada uno de los chicos que tenía enfrente — cualquier problema o duda que tengan, pueden venir a mi. No vengo a ser amiga de ustedes, solo a enseñar, espero y se sepan comportar ya que no quiero quejas y no quiero que dejen en mal el nombre de Salazar Slytherin, ¿les quedó claro?— alzó la voz, seguido todos asintieron en voz alta al mismo tiempo— Ahora, vayan a dormir.

Pryxtine había decidido que tomaría el papel de maestra mala para que la respetaran más. Ya no era la niña que jugaba en los pasillos y brincaba en los muebles, había tenido que madurar ante las circunstancias. Ahora era maestra, tenía que dar un ejemplo.

Salió de ahí hasta su despacho a acomodar sus cosas. No era una habitación muy grande, pero era perfecto. Tenía todo lo necesario para hacer pociones y todos los libros acerca de eso.

Sacó una foto de ella y Tom cuando apenas empezaban, ella sonreía a la cámara mientras Tom la veía con una pequeña sonrisa que apenas podías notar, sus ojos brillaban al verla. Pryxtine sonrió al recordarlo, como eran tan fáciles esos días.



|||•••|||



Sus tacones negros resonaban por el largo pasillo hacia el salón, su capa negra se movía cual bandera con el movimiento. Se veía tan elegante en aquellos pantalones de vestir negros y su camisa de botones del mismo color.

Abrió la puerta.

Estaba Pryxtine frente a su primera clase de tercer año, todos los chicos la miraban coquetos, esperando a que Pryxtine note de su presencia.

— Abran sus libros en la página diez— dijo mientras se dirigía al centro para que todos la vieran— quiero que hagan la poción perfecta y a cambio les daré 200 puntos a su casa.

Todos los alumnos celebraron.

— Tienen 30 minutos, empiecen.

Pryxtine se recargó en su escritorio para ver a cada alumno como trataba de hacer la poción desesperadamente. Ella sabía que los libros no eran de buen fiar, no te decían realmente como hacer las cosas, ella tuvo que aprender por su cuenta y de vez en cuando con ayuda de Tom. Esa poción la había realizado ella a sus 12 años sin ayuda. Tal vez unos niños de 14 años podían hacerlo.

ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora