xxi. Chica mala

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Este capítulo tiene contenido sexual.




TOM RIDDLE'S POINT OF VIEW


Cuando terminó la cena los padres de Pryxtine me ofrecieron una habitación, no pude negarme, no tenía donde pasar la noche y no podía volver a la casa de los Gaunt, se vería muy sospechoso de mi parte y no quería llamar la atención. 

Lucretia me miraba como penetrantemente esperando alguna reacción positiva de mi parte, pero no, siento que ella traerá muchos problemas, Pryxtine había notado eso también, claro que puso su cara molesta guardándose sus palabras para no armar una escena, su padre la terminaría regañando a ella.

Al fin me encontraba en mi habitación, después de un largo, pesado y excelente día. Me despojé de mis ropas acostándome en la cama mientras estiraba mis brazos bajo mi cabeza mirando el techo repasando todo lo que había pasado en el día. Sonreí al sentirme satisfecho de que todo saliera bien.

 No sé en qué momento entró Pryxtine a la habitación.

—¿Qué haces aquí chica mala?— dije haciendo burla.

Ella se metió bajo las sábanas y se acurrucó en mi pecho, la abracé pegando la más a mi.

—Desde que llegaste no hemos hablado como se debe, Tommy— mi miraba reprochando— Vamos, cuéntame qué tal te fue, ¿lograste hacer lo...?— se quedó callada mirándome con preocupación, la curiosidad le salía por los poros.

—Salió perfecto— traté de poner mi mejor sonrisa, no quería preocuparla— Aunque tu carta casi arruina todo— dije con enojo falso, abrió los ojos como caricatura y estaba por comenzar a hablar pidiendo perdón— pero gracias a eso todo salió de acuerdo al plan.

La pegué más a mí y besé su mejilla, me quité el anillo y tomé su mano. Ella me miraba un poco confusa, comencé a deslizar el anillo por su dedo, era el momento indicado para darle mi alma.

—¿Qué es-? — cuando se percató de lo que era comenzó a mover la cabeza en negación.

—Pryxtine, calma y déjame hablar— la tomé del rostro mientras la veía sus grandes ojos esmeralda— El anillo es mi primer horrocrux y necesito que tu lo cuides, por siempre, confío en ti.

—Tom, esto es una gran responsabilidad, no creo poder con tanto—tenía miedo pero podía entenderla.

—Por favor Pryx, solo piensa— le sonreí—confío en ti plenamente, tanto que te confío mi propia alma—tomé sus labios con los míos.

Comenzamos como un simple beso, solo algo simple terminó siendo algo fogoso y excitante. Nuestros cuerpos se rozaban y el deseo salía por todas partes, mis manos recorrían cada parte que podía de su suave cuerpo, poco a poco ella fue quedando arriba de mi. Sus manos eran tan suaves y delicadas, revolvía mi cabello de una manera que me hacía sentir cosquilleos con cada roce. Esta chica me tenía comiendo de su mano. No lo podía admitir o demostrar, pero lo podía sentir.

—No deberíamos de hacer esto— estaba completamente excitado, pero si sus padres nos escuchaban me lanzarían una maldición.

—No importa— comenzó a besar desde mi mandíbula hasta mi cuello de una manera que me ponía completamente duro, mi miembro palpitaba fuerte, quería salir ya.

—Pryxtine, por favor, no voy a poder detenerme después así que no me provoques— dije serio, y era verdad, no me iba a poder detener después.

ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora