xxiv. ¿Reconciliación?

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TOM RIDDLE'S POINT OF VIEW


Los días pasaban y la situación de la familia Black era más tensa día a día. Faltaban solo 4 días para regresar a Hogwarts. Yo solo observaba, no tenía voz ni voto en estas situaciones, no aún. Pryxtine a veces se ponía triste, no podía hacer más que complacerla un poco durante las noches, cuando nadie nos podía oír ni ver.

Las noches eran nuestras, éramos dueños de la luna, eran los momentos más felices que jamás había pasado, ella era mi musa, todo pasaba detenidamente mientras que la oscuridad nos abrazaba como la calidez del sol, era irónico eso, pero para mi la oscuridad era mi compañera, pero la luz que siempre me iba a acompañar era Pryxtine.

Cuando el señor Black llegaba del ministerio, me citaba en su oficina y hablábamos acerca de los planes de la sangre pura. El linaje tenía que permanecer.

Este día el señor Black llegó más serio de lo acostumbrado a la casa.

Pryxtine y yo estábamos en su habitación, habíamos comenzado un leve juego de manoseo.

—Te deseo, Tom— me dijo al oído haciendo que mi piel se erizara.

Mi mano derecha recorría su cintura con fogosidad mientras que con la otra mano estimulaba su pezón por encima de su brasier. Ella frotaba su pierna sobre mi miembro. Todo esto se iba convirtiendo en más que un juego de manos. Estábamos tan tentados a lo que pasaría después corriendo el riesgo de que alguien nos viera o escuchara, ninguno de los dos pensábamos en las consecuencias.

Iba a quitarme la camisa cuando de repente escuchamos la puerta de la entrada abrirse.

— ¡Morgana!— maldijo Pryxtine ya que me detuve, era su padre, era la regla de que cuando él llegaba, todos teníamos que ir directo al comedor.

—Tranquila princesa, lo continuaremos en la noche— dije mientras que acomodábamos nuestras ropas.

—Pero yo no quiero pausar el juego— dijo un poco enojada mientras se levantaba de la cama– así que este juego continua Tommy—plantó un beso rápido para después salir del cuarto.

Su voz era juguetona, lo que significaba peligro para mi. Solo sonreí de lado, porque también sería un juego divertido si lo veíamos de otro modo. Percibía el riesgo, eso era la mejor adrenalina. En esta casa nunca me aburría.

Bajé las escaleras y entré al comedor, la familia Black ya estaba sentada. Pryxtine me miraba detenidamente, hasta que llegué a su lado y me senté.

Durante ese transcurso, estuve esperando alguna broma pesada de Pryxtine, pero nada ocurría, sólo oíamos hablar a su padre sobre algunos problemas que había en el ministerio, nada interesante.

—Dime, Tom. ¿Qué piensas hacer en las vacaciones de Navidad?—me preguntó el señor Black, todas las miradas de la mesa se dirigieron a mi.

—Pues pienso pasa-r— sentí la mano de Pryxtine tocando mi miembro bajo la mesa.

—¿Estás bien Tom?—me preguntó la señora Black desde su lugar.

—Si, mmh, yo iba a pasar Navidad en Hogwarts— tragué saliva, Pryxtine seguía masajeando mi miembro por encima de la ropa disimuladamente.

No quería que se detuviera, era una aventura más para nosotros. Pero no me quería quedar atrás, así que bajé mi mano con igual disimulo y alcé un poco su falda, puse mi mano en su muslo apretando levemente, sabía las debilidades de ella y que le encantaba que apretara sus muslos porque sentía leves cosquillas que la hacían estremecerse, y así fue, pude sentir su piel erizarse bajo mi agarre. Su cara cambió radicalmente.

ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora