ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.

xiv. Secreto

TOM RIDDLE'S POINT OF VIEW

No pude dormir en toda la noche, solo pensaba en como decirle a Pryxtine la verdad de lo que sentía. Había llegado a un punto de que podía confiar en ella para hablar. 

¿Por dónde podría empezar? No quería espantarla tampoco o que me tuviera miedo.

Pryxtine, ¿por qué es tan difícil todo esto? De todas formas no me rendiré, ya tomé una decisión y la tengo que llevar a cabo.

Todo el día me estuve escondiendo de Pryxtine, quería hablar con ella, pero también me daba un poco de vergüenza después del beso que le planté inesperadamente en la puerta de su habitación. Me sentí imbécil al no saber qué hacer y actuar por impulso, jamás había besado a una chica, pero también me sentía bien con eso ya que sentí cosas que jamás había sentido anteriormente, me abstuve de ir a la enfermería nuevamente y pasar más penas, viendo el lado positivo, por un momento me sentía fuera de este mundo, donde no había problemas. 

Por Merlín Pryxtine, ¿qué diablos me estás haciendo?  No entiendo, ¿por qué tu? ¿Por qué ahora?

Esperé el momento perfecto para dejar de esconderme y que me encontrara, debía de decirle de una vez.

La vi buscándome en un pasillo cerca del baño de niñas del segundo piso, lugar perfecto, momento perfecto.

La tomé de la mano rápidamente, lo que la asustó, hasta que me vio y  me mostró una amplia sonrisa de victoria.

—¡Tom! Te estuve buscando, ¿dónde carajos estuviste todo el maldito día, Riddle? — solo la miré con una sonrisa de lado. Su actitud enfadada o molesta me parecía jodidamente tierno. 

— Vamos Black, sígueme, responderé todas tus dudas o preguntas— la miré a los ojos— pero no aquí— ella asintió confundida pero dudando en tomar mi mano para guiarla.

Quedó totalmente sorprendida cuando entramos en el drenaje del lavamanos, ¿quién no? La primera vez que entré tenía un poco de miedo pero la curiosidad me ganaba más que todas las emociones que sentía.

Cuando llegamos al muro de las serpientes ella se aferraba cada vez más a mi brazo. Comencé a hablar en pársel y las serpientes comenzaron a moverse, solo sentía la mirada de ella fija en mí enlazando las teorías antiguas de Hogwarts, era demasiado inteligente como para suponerlo inmediatamente.

Entramos y la lleve en el medio de todo, ella no dejaba de ver el rostro de Salazar Slytherin que adornaba el túnel, tampoco la piel de serpiente que colgaba de todas partes. Ella me miró a los ojos un poco asustada pero tomé su mano delicadamente para tratar de que se tranquilizara y que no sintiera miedo, conmigo estaba totalmente protegida de todo. 

—Puedes preguntarme lo que tú quieras, yo te responderé con total verdad —Pryxtine me miraba  con un poco de temor, aún así asintió con la cabeza.

— ¿Tú eres El heredero de Salazar Slytherin?— su rostro era serio, tomé un poco de aire y suspiré, tenía que decirle todo de una vez antes de que me arrepienta.

—Sí, lo descubrí en vacaciones de Navidad del año pasado, cuando en el castillo casi no había nadie, después de leer la historia de Hogwarts en un libro supe que había una cámara secreta que él mismo había instalado. En vacaciones de verano Dumbledore me dio un anillo perteneciendo a mi madre, era de la familia Gaunt, me trató de convencer que venía de una familia educada y poderosa que trataba de buscar el bien, pero nunca me dijo de qué, así que estudié la rama genealógica de los Gaunt que me llevó directamente a Salazar Slytherin, y ahí fue donde descubrí que yo era descendiente de él; Yo debía de abrir la cámara de los secretos, tenía que limpiar la escuela y esa es mi meta de este año— mi mirada siempre estuvo fija en ella viendo sus ojos sorprendidos de mi confesión, ya no estaba asustada, estaba realmente sorprendida.