NARRADOR OMNISCIENTE
Pryxtine se encontraba dormida en el regazo de Tom en el sofá de la sala mientras leía, Orión estaba tan entretenido en un libro de aventuras y criaturas mágicas.
Tom se notaba tenso, más de lo normal, Ignatius Prewett era su razón principal al no quitar su mirada de Pryxtine. Tom no confiaba ni una pizca en aquel joven de mirada perversa ya que estaba siendo un gran problema pese que apenas tenían unas horas de haber llegado a la casa.
— Deja de mirarla—le escupió Tom a Ignatius que se encontraba sentado frente a él mientras Lucretia no dejaba de hablar sobre la oficina y su duro trabajo de secretaria. Se callaron al escuchar a Tom.
—No le estoy haciendo nada— le replicó Ignatius dejando a Lucretia más interesada al saber que su novio no le prestaba atención a ella.
—Me estás comenzando a enfadar, solo deja de mirarla de una buena vez si no quieres problemas— amenazó Tom con la mandíbula tensa. Orión dejó de leer su interesante libro y se puso a la defensiva por su hermana.
Ignatius iba a responderle de una manera nada amable hasta que la voz de la señora Black los interrumpió.
—Chicos, vengan a cenar— gritó desde la cocina.
Pryxtine despertó sin percatarse de que había ocurrido una pequeña pero escandalosa discusión entre su Tom y el novio de su hermana. Todos salieron de la sala para dirigirse al comedor.
Orión y Tom miraban a Ignatius con cautela, observaban y analizaban cada movimiento que hacía, buscaban cualquier excusa para echarlo de una buena vez de la casa, no iba a hacer algo fácil gracias a Lucretia, tan ingenua e estúpida, se repetía en la cabeza Tom, conociendo el carácter de aquella chica.
—¿Cuándo volverá papá?— preguntó Pryxtine a su madre que miraba el reloj de elfos en la pared. Insistía mucho a su madre para saber cuando volvería, tenía una gran razón, ella sospechaba que algo no andaba bien de nuevo con sus padres.
—No debe de tardar cariño, en estas fechas el ministerio de magia es un caos— dijo un poco nerviosa repitiendo la misma respuesta de nuevo para Pryxtine, que aseguró sus sospechas.
Las puertas de la entrada se abrieron de par en par dejando ver al señor Black. Se le miraba sin ningún sentimiento de querer estar ahí con su familia.
—¡Papá!— gritó Pryxtine y Lucretia al mismo tiempo.
Orión tenía un gran resentimiento hacía aquel señor, solo permaneció callado en su lugar sin darle tanta importancia; Orión deseaba durante el día que su padre no regresara, él decía que solo ocasiona conflictos y dolores en la familia por sus decisiones de solo pensar en su satisfacción, sabía el gran dolor que su madre pasaba por su culpa.
El señor Black las ignoró por completo a las dos, Lucretia creía que le haría mayor caso que a su hermana. Pryxtine recargó su espalda contra la pared en un estado de shock sin saber por qué su padre la había ignorado por completo. Ella ahora aseguraba que ocurría algo y que todo saldría mal.
Tom se dio cuenta igual de que los problemas llegaban de nuevo a la familia y que iba a ser uno mayor gracias a la presencia de Ignatius. Pryxtine tomó de nuevo asiento al lado de su novio y de su madre que se encontraba en la cabecera.
El señor Black tomó asiento en el otro extremo, sin decir más chasqueó los dedos para que el elfo de la casa le sirviera su comida y se dispuso a comer. Lucretia e Ignatius lo siguieron y comenzaron a comer mientras el resto solo los miraban con cara de disgusto. La señora Black tenía la cabeza agachada mirando fijamente su plato. Millones de cuestiones y flashbacks pasaban por su mente, no sabía qué hacer para cargar con el humor de su marido.

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ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.
FanfictionLas desiciones de Tom a veces no son las correctas pero el destino le pone situaciones difíciles para escoger. ¿Tom sacrificaría el amor por el poder? •2ª Temporada ya disponible en mi perfil «𝕴 𝖇𝖊𝖈𝖆𝖒𝖊 𝖍𝖎𝖘 𝖘𝖓𝖆𝖐𝖊» Esta novela es mía...