ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.

xviii. Por siempre tuyo

PRYXTINE'S POINT OF VIEW

Como cada mañana, abrí la ventana de mi habitación, siempre a las ocho en punto llegaba la lechuza de Tom.

— Pryx, a las diez tenemos que bajar— entró OriÓn a mi habitación sin aviso. 

— ¿A dónde quiere ir mamá está vez?— veía como Orión se acostaba en mi cama, que acababa de hacer, mi intento fallido de mantener en orden mi habitación se fue al caño — ¡Acabo de tender la cama, bájate ahora mismo! — dije muy enojada empujándolo de esta. Hizo caso omiso de mis palabras.

— ¡No seas aguafiestas, Pryxy!— decía entre risas, sabía que me molestaba que me dijeran 'aguafiestas'.

— Estoy esperando una carta y no tengo tiempo para tus juegos— estaba ya un poco fastidiada.

— Aw, que bellos tú y Tom— se sentó en una esquina de la cama, tenía ese brillo en los ojos, el brillo de la burla — Son como aquel libro famoso muggle, Romeo y Julieta, ¿tú eres Romeo acaso? — soltó a reír mientras se revolcaba en la cama. Por Morgana, no vuelvo a tratar de ser ordenada.

— Orion, por favor, te lo pido ¡basta!— su risa era muy contagiosa, no pude evitarlo y comencé a reír con él.

— ¿Ves? no puedes evitar reírte, ven aquí princesa— me jaló hacía sus brazos, me apretó contra su pecho. Lo abracé, él es mi mejor amigo, mi hermano, mi confidente. Besó mi frente. — Pryxtine, quiero que tengas cuidado con Tom, lo acepto porque te hace feliz pero, sabes, no se sabe cuando el amor te traiciona — me miró a los ojos, estaba serio y pensativo, algo raro en él, yo solo lo abracé más fuerte.

— Tranquilo, Tom no es solo un amor más, creo que las cosas con él cada vez van más en serio.

— Como sea, quiero que tengas cuidado el amor. 

— Ya se, es peligroso pero deja de preocuparte tan- 

Una lechuza entró en la habitación interrumpiendo nuestra pequeña charla.

— Bien, te dejo para que leas la carta de tu bello amado— dijo con burla mientras cerraba la puerta de la habitación.

Le di un dulce a la lechuza y se acomodó en la ventana. Abrí el sobre y saqué la carta. La letra perfecta de Tom adornaba la hoja.

" Querida Pryxtine.

Esta vez mi padre habló conmigo, las cosas van mejor de lo que pensaba y no te imaginas cuanto. Tan poco te imaginas lo mucho que te extraño y anhelo que sea domingo para poder verte. Necesito que estés a mi lado, que me abraces cada noche. Aún sigo sin entender cómo es que te quiero tanto, cada día es mayor mi deseo hacia ti. 

Amada mía, quiero que entiendas que lo que estoy haciendo no es fácil, no me gustaría que sufrieras por mi culpa, yo siento tu miedo cada vez que me preguntas por el plan, veo en tu mirada que no te sientes segura en ese tema, se lo que piensas si algo sale mal, así que por qué no solo fingimos que no le tememos a lo que vendrá después, a nada  en el mundo y que somos invencibles a cualquier cosa. 

Permíteme decirte que esta es nuestra propia lección de amor, esta será la manera que siempre recordaremos, no quiero ser cruel o injusto. El amor que siento por ti es el más puro que nadie más te dará. Pryxtine, Dea mía, ten por seguro que te quiero, demasiado como para revelarte mis más oscuros secretos.