xiii. Gracias.

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NARRADOR OMNISCIENTE


Tom fue hacia el baño de niñas del segundo piso, abrió la tubería del lavamanos y se adentró en el; cuando llegó al final se sentó en medio de todo. 

¿Qué acabas de hacer Riddle estúpido?

 Se reprochaba.

Hace poco había descubierto la cámara de los secretos, tenía que mantener la sangre pura en el colegio, sabía que eso iba a ser complicado, por eso quería mantener alejada al mismo tiempo a Pryxtine para no hacerle daño. No quería que ella saliera perjudicada.

Pryxtine por otro lado, se cansó de buscar a Tom, ya había pasado la cena, decidió ir con Orión, necesitaba hablar con alguien.

— Orión — susurró moviéndolo.

— Mmh...— se quejó, Pryxtine siguió moviéndolo — ¿Qué pasa Pryx? — dijo despertándose mientras bostezaba.

— Necesito decirte la verdad de mi relación con Abraxas— dijo mirando a otro lado.

Orión no dijo nada, solo asintió con la cabeza y bajaron a la sala común. Se sentaron en unos sillones frente al fuego verde de la chimenea.

— ¿Cuál es la verdad? — dijo Orión serio.

— Abraxas y yo no somos novios en realidad, solo lo hacemos por beneficio — Pryxtine buscaba algún objeto o punto fijo para evitar la mirada de su hermano. 

— ¿De los dos? — estaba preocupado.

— Si, el solo quería llamar la atención de las chicas y yo...- emh — Pryxtine se quedó callada, no sabía cómo decírselo.

— ¿Cuál sería tu beneficio Pryxtine? — se puso más serio mirándola fijamente tratando de presionarla para que se lo dijera de una buena vez.

Pryxtine dio un gran suspiro y decidió ser fuerte.

— Llamar la atención de Tom Riddle — nuevamente trató de evitar su mirada. Orión aflojó sus músculos, estaba más calmado de saber la verdad. 

— Pryxtine— estaba neutro — Mírame.

Pryxtine lo miró con miedo pero este se fue al ver que Orión no estaba enfadado, eso la confundió.

— ¿Por qué no estás gritando como loco a punto de un ataque? — preguntó, a lo que Orión soltó una pequeña risa.

— Pryx, a veces siento que debiste de quedar en Gryffindor porque eres muy valiente y fuerte, no sé qué demonios haces aquí— ambos rieron— pero... sabes, preferiría siempre a Riddle antes que a Malfoy y algún otro chico.

Ella lo miró con asombro, pensó que lo odiaba más que a Abraxas.

— ¿Entonces no te enfadaría que me gustara Tom? — preguntó a su hermano entusiasmada.

— Para nada, pero odiaría que te hiciera llorar, ¡así que lo odiaré si te hace algo malo!

Gracias por escucharme Orión — Pryxtine se lanzó a los brazos de Orión.


Pryxtine y su hermano se fueron a dormir después de unos minutos de charla, ella le confesó lo que sentía por Tom desde hace mucho. Orión pensaba que Tom era el único que sería capaz de hacer todo por el bien de Pryxtine, ya que su actitud era muy diferente al de los demás y sabía que eso lo hacía especial.

Mientras tanto Tom, escuchaba la conversación de Pryxtine y Orión. Se había quedado pasmado al escuchar a Pryxtine decir directamente que gustaba de él. Miles de emociones lo invadieron de repente, no sabía cómo actuar o qué hacer después de escuchar eso.

  ¿En serio le gusto? ¿Después de todo por lo que la he hecho pasar? ¿Y si no soy lo que ella piensa de mí en verdad? ¿Querrá salir conmigo? ¿Y si cuando me conozca bien ya no me quiere? ¿Me gusta tanto como para decirle la verdad y confiarle mis secretos? 

Tom no dejaba de hacerse preguntas respecto a sus sentimientos a Pryxtine, lo que lo tenía preocupado eran los secretos que guardaba al mundo.

El era el heredero de Slytherin, abrió la cámara de los secretos, tenía que purificar la sangre en la escuela y muchos secretos más que él mismo había descubierto sin la ayuda de nadie, tenía que tomar la decisión de una vez, no iba a tener a Pryxtine esperando por siempre; sin embargo, tampoco podía decirle sus secretos tan rápido, tenía que saber llevar el tiempo, todo a su vez.

Había estado trabajando en crear un plan a largo plazo, no podía ponerla en tanto riesgo de lo que conllevaba, conocía a Pryxtine y era un alma pura e inocente, todo lo contrario comparado con él. 

Salir con ella sería cambiar muchas partes de su plan, mejoraría si ella le ayudaba, pero dudaba mucho que Pryxtine pensara de la misma manera que él lo hacía.   

No dejaba de caminar en círculos pensando en qué hacer. Por un gran impulso, fue directamente al cuarto de Pryxtine.

Ella estaba a punto de caer dormida en su cama cuando un sonido en la puerta hizo que el sueño se fuera, se levantó con pereza a ver de quién se trataba. Abrió la puerta encontrándose con la persona que menos esperaba. 

Tom Riddle estaba parado delante de ella, su pecho subía y bajaba aceleradamente, se veía que la acababa de perseguir para decirle algo importante, por su mirada, Pryxtine lo miró sorprendida e ilusionada.

No decían palabra alguna, estaban parados viéndose fijamente a los ojos, las mismas sensaciones que antes los estaban invadiendo, sus corazones estaban acelerados y sentían esos cosquilleos por todo el cuerpo.

No podía sacar las palabras, la siguió por instinto sin pensar mucho en qué hacer después, estaba comenzando a entrar en pánico. Con valentía, dio un paso al frente quedando más cerca de ella sin quitarse la vista.

—Lamento mucho todo lo que hice— al fin salieron las palabras de su boca sorprendiendo aún más a Pryxtine.

Ella iba a responder algo pero Tom fue más rápido tomando su rostro en sus manos y plantandole un beso que solo duró unos segundos pero para ambos fue más que unos segundos, lo habían sentido como si todo el tiempo se hubiera detenido y solo estuvieran los dos en el mundo.

Tom, avergonzado, se separó del beso y no quiso ver la reacción de la chica, se fue de ahí dejándola confundida que apenas pudo reaccionar para intentar detenerlo.

—Tom, espera— él ya se había ido.

Pryxtine cerró la puerta de su habitación y se recargó en la puerta, analizando todo lo que había pasado segundos antes.

Tom se había disculpado y la besó repentinamente. Era algo que ninguno de los dos se esperaba, mucho menos Pryxtine. Recordando aquel corto beso, sonrió bobamente mordiendo su labio.

Tom Riddle la había besado y se sintió en el paraíso.

Estaba dispuesta a buscarlo al día siguiente para hablar de lo que había pasado. 


ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora