ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.

xliv. Allá voy

NARRADOR OMNISCIENTE

Tom corría detrás del escarbato con Newt y Dumbledore detrás, estaba desesperado y enojado de no saber donde estaba ella, llevaban más de dos horas y comenzaban a acercarse a la carretera rumbo a una montaña boscosa.

—¿Estás seguro que si la está rastreando?— dijo Tom hacia Newt.

—Sí, si fue en auto es un poco más difícil, pero lo está haciendo.

—¿Por qué nos guiaría hasta aquí?— dijo Dumbledore parado viendo aquella colina. Ya eran las 8 de la mañana y todos se veían agotados.

Tina manejaba al lado de ellos.

—No estoy muy seguro, he escuchado de este lugar.

—Baliel Morningstar— dijo Tina bajando de auto.

—¿Quién?— dijo Tom.

—Beliel— dijo mirándolo para después ver a Newt que abrió los ojos como plato.

—Es un mafioso dueño de los edificios más grandes de Nueva York, es un matón muy importante, y él vive por allá— dijo Tina mirando a Tom mientras señalaba aquella montaña.

—¿Ella está con él?— dijo Tom muy confundido.

—No bajo su voluntad— dijo Newt tomando el escarbato en sus manos.

—Ha sido secuestrada— dijo Dumbledore viendo como salía humo de una chimenea a lo lejos, era esa casa.

—¿Por qué?— dijo Tom sin poder creer lo que estaba escuchando, un vil muggle la había secuestrado.

—Se dice que suele hacer eso con las mujeres que le gusta, ha salido mal muchas veces y ellas desaparecen, a los meses encuentran los cuerpos en baldíos vacíos o callejones— dijo Tina aún más preocupada.

—¿Y por qué aún no han hecho nada si saben que fue él?— dijo Tom con molestia y frustración.

—Porque nunca encuentran pruebas hacia él— dijo Queenie seria bajándose del auto mirando a Tom.

Todos quedaron en silencio mientras Tom miraba el suelo tratando de pensar en qué hacer.

—Regresemos al departamento para pensar en un plan para entrar— dijo Newt comenzando a subirse al auto.

—¿Por qué no entramos y ya? Somos grandes magos, unos simples muggles no nos pueden detener— dijo Tom desesperado. Su aspecto ya no era impecable como solía tener siempre, estaba despeinado, su ropa arrugada y comenzaba a notarse su barba sin rasurar.

—Por qué hay más de veinte hombres armados por todo el lugar y dentro de la casa— dijo Tina— tenemos que hacer un plan y descansar un poco.

—No podemos descansar cuando ella está ahí adentro mientras ese hombre no sabemos que demonios le está haciendo—dijo Tom alzando la voz.

—Tom, ya sabemos donde está— dijo Albus tranquilo— es lo mejor que podemos hacer para lograrlo, ella es muy fuerte y puede defenderse— solo Tom y Albus sabían a que se refería.

Tom asintió derrotado, iba a subirse al auto pero su marca comenzó a moverse. Era ella, se movía levemente, estaba débil. Sonrió por dentro, al menos sabía que estaba viva.

Todos se adentraron a este y fueron hasta el departamento.

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