xvi. Casa de los Gaunt

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TOM RIDDLE'S POINT OF VIEW


La escuela había acabado y yo no sabía por dónde empezar, me había acostumbrado a Pryxtine. El orfanato iba a ser lo peor como cada año, tenía que aprovechar y planear cómo empezaría a limpiar la escuela de la sangre sucia.

Pryxtine me invitó a pasar las primeras semanas a su casa pero yo no sabía si debía de ir, quería ocupar todo el verano para planear el siguiente año en la escuela, Tal vez la visitaría las últimas semanas y así llegar juntos al escuela. No sabía si decirle acerca de mi plan con detalles por miedo al rechazo al enterarse que habrá muertes de personas inocentes incluídas con una finalidad que aún no tengo bien definida pero puedo asegurar que será un increíble plan y que podré ser alguien superior a los demás magos. 

Los últimos meses juntos la pasé genial con Pryxtine, no siempre era sexo, eso era lo que más podíamos disfrutar de solo nuestra simple compañia; Y no se trataba de sexo, yo lo veía más como hacer el amor aunque ella no se diera cuenta, ya que casi no expreso mis emociones, más bien, ni siquiera sé lo que estoy sintiendo realmente pero son demasiadas cosas buenas las que me hace sentir que no dudo que todo eso sea positivo con beneficio a ambos, cada día me enamoro más de ella y mi miedo de decirlo se había ido.

¿Qué tiene esta chica que me vuelve loco? 

He estado demasiado distraído en mis planes que los chicos lo han notado lanzandome comentarios al respecto, podía sentirlo también pero estar con ella era cosa diferente, no me importaba nada más que escuchar las anécdotas de Pryxtine por horas, escuchar su risa, ver aquellos brillantes ojos, oler su cabello y que apriete mi mano o me de caricias regulares mientras disfrutamos del silencio y la compañía. 

Tendría que aprender nuevamente a llevar una nueva rutina en mi vida, organizar la escuela, planes y Pryxtine, dolería un poco safarme de esa paz pero tenía que hacerlo.

Había estado leyendo un libro que le robé a Slughorn de su oficina. Había tenido una curiosa charla con él acerca de los Horrocruxes, no dudé en que me lo diría ya que es fácil de manipular; obtuve la información necesaria para comenzar a planear mi primer Horrocrux.

 Empezaría el siguiente año, pero el problema aquí era Pryxtine.

Aunque ella me dijera que me apoya y en brindarme su ayuda a lo que fuera sin importar que era, yo no la quería involucrar, no tenía ni la más mínima idea de lo que realmente se trataba mi plan; tendría que matar a alguien para poder sacar mi alma y contenerla en un objeto y no quería que ella cargara en su conciencia la culpa de la muerte de alguien más, conociéndola, por eso también tengo que planear hacerlo sin que ella esté presente. Somos tan diferentes pero iguales que algo fuerte nos une, claramente ella no sería capaz de matar a nadie por poder a diferencia mía, no me importaba en hacer eso a cambio de la inmortalidad. 

 De lo que sí estaba seguro era de que ella sería la guardiana de mi alma. 

— ¿En qué tanto piensas? — me preguntó Pryxtine cuando íbamos en el vagón del tren solos.

— Pryxtine — hice que se sentara justo en mi regazo, la miré a los ojos acariciando levemente su cadera— no sé cómo podré pasar este verano sin ti, el orfanato es lugar que más odio en la vida.

— Tom, me puedes mandar lechuzas cuando quieras y yo te escribiré cada semana, si quieres cada día— acarició mi mejilla con esa sonrisa de tranquilidad.

ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora