xlvii. Propuesta.

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NARRADOR OMNISCIENTE

Pryxtine y Tom salían de su casa para ir a la casa de Christian, un nuevo horrocrux estaba en progreso, durante el camino a pie, Pryxtine quiso saber qué le hizo a Tom en el orfanato.

—¿Puedo saber que te hizo?— dijo mientras lo tomaba de la mano caminando sobre la banqueta.

Tom exhaló.

—Desde que lo conocí, lo único que hacía era molestarme junto con los demás niños, primero eran bromas de niños pero conforme crecíamos se ponían más violentos. A los 8 años me arrojaron de las escaleras junto con mis libros y le dijeron a la directora que caí solo, nunca me creían porque los encargados igual pensaban que era raro. Cuando cumplí 10, me dieron una paliza en el baño durante diez minutos y me dejaron encerrado diez horas. Yo aún no sabía que era un mago, entonces no podía controlar mis deseos de matarlos, cosas "extrañas" les pasaban sin explicación. Pensaba que era solo coincidencia o que era tan excepcional que las cosas siempre estaban a mi favor cuando se trataba de vengarme de ellos— Tom cada vez que seguía hablando apretaba más su agarre de ella.

—La gente cruel no merece ser feliz, Tom, creo que el merece el regalo que le daremos— se detuvo al mismo tiempo que él, la luz del farol los iluminaba.

Tom no pudo evitar sonreír ante las palabras de Pryxtine.

Delicadamente hizo el cabello de Pryxtine hacia atrás y puso una mano en su mejilla y otra en su cadera acercando la más a él. No dejaba de mirarla a los ojos, y lentamente se fueron acercando más hasta tocar sus labios.

Un beso dulce y delicado. De esos que ella amaba que Tom le diera.

—Vamos— se separó de ella.

Caminaron un par de calles más y al fin estaba delante de la casa de Christian.

Tocaron el timbre y a los segundos abrió la puerta dejándolo ver.

—Bienvenidos, pasen— dijo sonriente a lo que ellos pasaron.

—Tienes una acogedora casa— dijo Pryxtine amable.

Tom y ella actuaban amistosamente para que Christian no sospechara nada. Se sentaron en la sala.

—Gracias, me ha costado un poco pero luce bien— dijo mientras iba a la cocina por vino y unas copas.

—¿Tienes novia?— preguntó Tom.

Christian rió entrando a la sala con el vino y las copas— No, Tom, prefiero ser un alma libre y disfrutar de la vida, sabes a lo que me refiero— sirvió vino en las copas.

—Siempre fuiste de esos— dijo Tom fingido mientras tomaba la copa.

—Así es— dio un trago a su copa.

—¿A ti te adoptaron?— preguntó Pryxtine a lo cual negó.

—No— dijo un poco triste— estar en el sistema de los orfanatos es complicado, entre más creces, menos posibilidades tienes de que te adopten, Tom lo entiende.

—Los primeros que se iban eran los bebés— dijo Tom.

—Pero creo que el único que se sacó la lotería fue Tom, sus padres le dejaron pagado un internado privado— Pryxtine entendió la mentira que Albus tuvo que decir para llevarse a Tom a Hogwarts.

—Me fue mejor en el internado— dijo Tom con una pequeña sonrisa fingida, casi.

—Y cuenten me  sobre ese internado.

ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora