xxii. Seducción

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TOM RIDDLE'S POINT OF VIEW


—Lucretia— escupí de manera repulsiva, quería que ella notara que no la soportaba  y no la quería cerca de mi.

—¿Qué haces despierto a esta hora, Tommy?— dijo sirviéndose un vaso de leche, trató de sonar seductora pero a mi me da migraña de tan solo verla.

— ¿Te importa?.

Al parecer no le importara lo mucho que fuera grosero, ella tenía un objetivo y creo saber cual es. 

—Veo que Pryxtine te tiene cegado— se fue acercando poco a poco a mi seductoramente al mismo tiempo que con una mano bajó lento el tirante de su blusón, ¿cegado? por Merlín, esa chica me traía loco pero no tanto como para no ver claramente lo que pasaba a mi alrededor. 

No tenía la intención de contestar a sus manipulaciones baratas, ella no sabía que estaba parada delante del rey de las manipulaciones y mentiras. 

Rodee los ojos y me dispuse a caminar lejos de ella, choqué mi hombro con el suyo de una manera ruda para que le llegara una mínima señal de que no me interesaba en absoluto cualquier cosa que dijera o hiciese, nada funcionaría para que le prestara la mínima atención. 

Iba a salir de la cocina cuando Lucretia me jaló del brazo.


—Puedo entender que Pryxtine no te pueda satisfacer lo suficiente como lo requiere un hombre como tú, ella es solo una estúpida niña— su agarre era fuerte y la cercanía era demasiada entre los dos, sus labios se iban acercando a mi cada vez más con una sonrisa malévola. ¡Merlín, deja de meterme en estas situaciones! creo que la vida me cobra todo lo que estoy haciendo. 

—¡Alejate de mi!— trate de alejarla con empujones pero ella se pegaba más a mi, no la quería lastimar por ser hermana de Pryxtine, aunque tenía tantas ganas de asesinarla para traer paz a la casa de una buena vez.

—Vamos Tom, necesitas a una mujer como yo— resaltó más sus palabras alzando su ego con una sonrisa de orgullo— no una niña como ella— dejó caer su bata y se lanzó nuevamente a mi tratando de besarme.

No podía soportar más esto y no quería lidiar con esto en un futuro. Tenía que hacer algo.

Desaté al Tom Riddle que acumulaba toda la ira, de un solo movimiento mis manos fueron a su cuello, empujándola contra la pared más cercana, ella no esperaba esa reacción de mi al parecer porque sus ojos estaban tan abiertos viéndome fijamente con miedo a cualquier otro movimiento que haga. 

Me reí amargamente, ya no se veía feliz ni seductora como hace unos segundos, sus ojos estaban húmedos y sus manos temblorosas trataban de jalar las mías para que la soltara. Boqueaba como pez fuera del agua tratando de gritar. 

Acerqué mi rostro al suyo con la misma sonrisa de maldad y la miré fijamente a los ojos. 

— Escúchame atentamente, Lucretia—apreté un poco más mis manos— Yo amo a Pryxtine, jamás le haría algo así y mucho menos contigo—en su mirada se podía notar el miedo, me acerqué más a ella— ahora mismo no te haré nada porque sospecharían de mí— su cuerpo temblaba ante mis palabras que se incrustaban en sus oídos— pero puede que pronto le ocurra un accidente muy trágico a la hermana mayor de la familia Black— sus ojos se abrieron aún más mientras trataba de mover su cabeza en negación— deja a Pryxtine y a Orión en paz si no quieres que cumpla mis palabras. 

ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora