Una vez que conectó el secador, se posicionó tras el pelirrojo, y se dedicó a secar tal precioso cabello rojizo.
Sentía el aire tibio del secador calentar sus dedos, y el cabello de su pareja hacerle cosquillas ligeramente.
Foxy jugaba con sus dedos avergonzado, girando uno sobre otro. La verdad, los dedos de Golden jugando con su cabello eran caricias que disfrutaba. Se sentía como un perrito, quizás un cachorro por como Golden lo trataba.—Uh... M-Mamá te manda saludos...—Dijo Foxy, una vez que el secador se desconectó
—¿Hablaste con ella?—Preguntó Golden, mientras rodeaba las caderas de su pareja con sus brazos
—S-Sí...
Golden se acercó a Foxy, nuevamente su rostro quedando entre su cabeza y cuello, e inspiró hondo
—Hueles muy bien, eh...—Murmuró Golden, con una sonrisa ladina de su rostro
Las mejillas de Foxy estaban ardiendo como los mil infiernos
—G-Golden ¿Q-Qué haces?—Preguntó nervioso
—Nada... Solo... Te quiero—Rió levemente el rubio—Te doy el amor que te mereces ¿Te molesta?
—N-No, y-yo... E-Eh...—Foxy rió avergonzado—S-Solo... E-Es...
—¿Es...?
—¡N-No lo sé, s-solo olvídalo!
Golden rió nuevamente
—Tienes veintitrés años ¿Verdad?
–T-Tengo la misma edad que tú, idiota.
–Lo sé, bebé, lo sé, pero aveces me recuerdas a un niño, y... A decir verdad, me parece tierno que tu mente sea tan infantil.
—... A-Ah, y-yo... Eh...
—¿Ves? Eres una ternurita—Rió Golden, para luego dar varios besos por la mejilla del sonrojado pelirrojo
—C-Cállate.
—... ¿Quieres salir a dar una vuelta? Para conocer un poco el lugar—Propuso Golden, alejándose de Foxy con una leve sonrisa en su rostro
—Uh... Si tú quieres ir, por mí bien—Dijo Foxy, mientras jugaba tiernamente con sus dedos
Golden sonrió, tomó la mano de su pareja y salió de la habitación/casa.
Pasearon varios minutos, hasta que Foxy notó que había un grupo de chicas siguiéndolos—¡Golden Boy!—Gritó una finalmente
Golden rápidamente volteó, a lo que las chicas gritaron con emoción, y se le acercaron rápidamente
—Oh, cielos, no lo creo—Habló una chica de cabello castaño y corto, en inglés
—¡Yo tampoco! ¡Es él, Dios mío!
Tras suspirar levemente, Foxy se alejó un poco del grupo, pues no se sentía muy cómodo entre aquello. Se quedó de pie a una corta distancia de ellos, pues creía que aquello duraría solo unos pocos minutos, pero hablaban entre sí con tanto ánimo, la conversación nunca acababa. Foxy, ya aburrido, miró la hora en su teléfono, había estado media hora ahí de pie, mirando como Golden charlaba animado con el grupo de chicas
—Yo... Me iré a otro lado... Por si te importa saber—Soltó al aire, antes de retirarse del lugar con las manos en los bolsillos
Habían pasado al rededor de unas dos horas y finalmente las chicas habían decidido irse. Golden volteó en busca de su pareja, pero al no encontarlo se alarmó
—Uh... ¿Foxy? Estás escondido ¿Verdad? Vamos, sal, no lograrás asustarme, si es lo que planeas—Rió nervioso
No quiso admitirse a sí mismo de que lo había molestado. Quizás cuánto tiempo había estado ahí tan solo mirando.
Lo había irritado.
Era lógico que Foxy se molestara al ser totalmente ignorado durante dos horas, estando de pie, esperando algo de atención.
No era un problema tan grave.
Al menos eso creía.
Pero sabía que debía disculparse.
Rápidamente tomó su teléfono y lo llamó.
Nada. Foxy no contestó. Intentó unas tres veces más, y luego envió mensajes.
Pero nada, ni si quiera el visto. Nada—Estúpido, sabes que a Foxy le incómoda estar rodeado de gente ¿Y qué haces tú? Lo ignoras durante dos horas por estar hablando con un grupo de gente desconocida, muy bien, Romeo—Habló entre dientes
Resignado, volvió al hotel, con la idea de que Foxy estaría ahí, sentado en el sofá, comiendo ya su quinto puddin.
Al llegar, abrió la puerta y divisó al rededor con la mirada, pero no lo vio
—Uh... ¿Mi amor?—Preguntó al aire, sin recibir respuesta—Entiendo que estés molesto y lo siento, pero ¿Quieres darme al menos una señal de que estás aquí?
Nada.
Foxy no estaba en el edificio.