Joy siempre había sido de emociones fuertes, por lo que no se sorprendió aquella vez por tal enorme sonrisa que ella esbozaba.
Ella era y siempre había sido su mayor confidente, por lo que no había dudado ni un segundo en que ella sería la primera persona a la que le contaría tal emocionante noticia que se había dado hace tan poco, y que lo mantenía como la persona más feliz del mundo, porque eso le hacía sentir el pelirrojo, felicidad.
-¡No puede ser!-Exclamó ella, saltando a abrazar a su contrario-¡Te vas a casar! ¡Ah, qué emoción!
Golden tan solo pudo reír igual de emocionado y devolverle el abrazo a su emocionada prima
-Ay, Golden, muchísimas felicidades, espero que seas MUY MUY feliz con Foxy ¿Sí? Y que no les falte nada, y que mantengan una vida amena, y que se quieran hasta el final.
-Claro, claro-Sonrió, desbordando alegría-Gracias.
-¡Ah, y déjame ser la dama de honor, por favor! ¡Por favor, primito! ¡¿Sí?!-Insistió ella
-Claro, Joy, claro, no te desesperes-Rió Golden
-¡Ah, pero es que estoy orgullosa de ti, Golden! ¡Imagínate! ¡¿Cuánto tiempo estuviste intentando reunir valor para pedírselo?! ¡Y aceptó, ah!
-Créeme, aquí el más feliz soy yo-Sonrió-Es que...-Suspiró-Esto es literalmente un sueño hecho realidad, y lo sabes, estuviste ahí todas las veces en las que me puse a planear cómo preguntárselo, sabes que de adolescente, lo que más quería era casarme con él, y ahora... Se cumplió-Rió otra vez, de una forma algo tonta, una risa de amor y felicidad pura
Y sí, es cierto que Joy había estado enterada de todo por parte de Golden. Éste siempre hablaba acerca del pelirrojo y de lo dulce que era, siempre hablaba de sus sentimientos y lo irreal que Foxy le parecía.
Ella era feliz viendo a su primo vivir un cuento de hadas, ella era feliz viendo a su primo fantasear con mil futuros junto a su pareja, ella era feliz viendo a su primo emocionarse con pequeños detalles de su pareja. Joy era feliz viendo a Golden feliz.
-Estoy muy orgullosa de ti, Golden, pensé que estarías cuestionándotelo toda la vida, pero mira, ya se lo propusiste y aceptó.
-Si lo sigues repitiendo no voy a dormir por varias noches por la emoción-Comentó Golden, riendo levemente, aunque en cierto punto, era la pura verdad
-Ay, eres tan dulce cuando te propones serlo.
Joy era consciente de que literalmente necesitaban del otro para vivir, ella sabía bien que su primo se había propuesto quitarse la vida, y que había sido Foxy quien lo había evitado, y llevado nuevamente a la felicidad. También sabía que la autoestima de Foxy había estado por los suelos y que parte de la culpa era de Meg, y estaba enterada de que Golden se había hecho responsable de tal aumento en su confianza. Se necesitaban para vivir. Golden había estado sumido en el estrés, y Foxy en la depresión, pero el destino les quitó las armas de las manos y los puso de frente, sacándoles más de una sonrisa. Joy sabía que Golden era dependiente a Foxy, más de lo que parecía.
Mañana es la premiación y voy a salir de humanista por tercera vez, no quieroooooo >:'T
